Capítulo 55.- El Palacio de las sombras.

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Mientras subían aquel sendero, que cada vez se hacía más escarpado, a casi todos les rodeaba un aura de preocupación. La leyenda que rodeaba al palacio de las sombras era lo suficientemente tenebrosa como para quitarle las ganas de una visita a cualquiera.

—Gracias por guiarnos, Musán —le dijo el abuelo a su amigo, que conocía mejor la zona y encabezaba el grupo.

—Siempre hay temerarios que quieren subir, pero no me esperaba que fuese tanta gente hoy.

El señor Musán tenía un aura sombría. Siendo de talle alto, no lo aparentaba por estar ligeramente encorvado. Hablaba con voz profunda y con frecuencia esquivaba las preguntas. Tenía un carácter huraño.

Tras un rato caminando dejaron atrás el agradable clima y la delicada vegetación que cubría el pie de la montaña.

—Vamos a entrar en la zona maldita —dijo con voz grave Musán y todos se agitaron.

—Señor Musán, ¡no diga usted esas cosas! ¿Qué van a pensar los jóvenes? —dijo riendo el padre Iván.

—JungWoo, creo que teníamos que habernos quedado en casa —dijo Choco.

—Hermano, recuérdame por qué estoy aquí... —le decía Mao a Tao.

—¡Venga, venga! —los animaba el padre.

Aunque no había ninguna delimitación física, cuando empezaron a caminar por la zona maldita, pudieron notar como la temperatura descendió bruscamente. La vegetación era espesa y oscura. A todos les sorprendía cómo en aquel denso bosque de ramas tupidas, apenas podía pasar el sol.

—Qué árboles tan... curiosos... —susurró la abuela.

—¡Ja! —espetó el señor Musán— Tienen el tronco retorcido, como si fueran seres queriendo escapar de un tormento atroz...

Todos se quedaron en silencio.

—Desde luego, este hombre es la alegría de la huerta... —exclamó la señora Maruan, pensando en cómo contaría luego a todas las vecinas su curiosa aventura.

—Los árboles buscan la luz —aclaró el padre Iván—, a veces toman formas poco estéticas buscando pequeños huecos de sol. Sólo es eso.

—¿Cómo puede hacer tanto frío? —preguntó Milk, tiritando.

—Con una vegetación tan densa, es difícil que pase el sol y la temperatura desciende. Además vamos andando por la loma norte, que es más fría y húmeda —contestó el clérigo.

—Sí... —dijo Musán— Y que el aliento de los fantasmas de quienes murieron aquí y siguen vagando por estos lares, es tan gélido que helaría al mismo infierno...

—Vamos, amigo —dijo el abuelo Jeong intentando quitar hierro al asunto—. Deja de decir esas cosas...

Pararon unos minutos a descansar, pues la subida era elevada y se hacía difícil caminar campo a través.

—Creo que sois los más jóvenes aquí, así que os contaré la leyenda —dijo Musán poniendo un brazo sobre Milk y otro sobre Tao—. Los dueños del palacio eran gente adinerada y pudiente, muy respetada en la comarca. Si bien nadaban en la abundancia, en la vida familiar no corrieron tanta suerte. Tenían una sola hija. Durante la invasión japonesa, los soldados tomaron su casa como cuartel, y, para desgracia de la muchacha, puso en ella sus ojos el general, uno de los militares más crueles y sanguinarios.

Mientras narraba la historia, en el bosque se hizo un silencio, como si los animales y las plantas respetaran tan sagrado relato.

—Como el amor no entiende de patrias ni clases sociales, ambos se enamoraron perdidamente. El general logró protegerla hasta el último momento, entregando su vida por ella cuando las tropas enemigas tomaron el cuartel. Al reunirse ella con el cuerpo sin vida de su amado, su mirada cambió. Algunos dijeron que había perdido el color y hasta el alma. Esa noche, todos los soldados que acamparon en el palacio, murieron de manera misteriosa, al igual que la familia de la joven. Se dijo que fue debido a una extraña enfermedad, de la que sólo sobrevivió ella, quedándose sola en su palacio. Con los años, una densa vegetación recubrió su camino, a modo de fortaleza protectora, para que nadie osara acercarse. Aún a día de hoy... cuando el cielo está despejado, si se agudiza el oído, se la escucha llorar y gemir por el amor que le fue injustamente arrebatado...

Choco Milk Shake continuación Made in Spain [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora