Capítulo 51.- Lo tuvo claro (Todos)

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—Milk...

De repente ChooSam sintió flaquear toda la fuerza y la valentía que lo había acarreado hasta el pueblo. Miró los profundos ojos de Milk, ligeramente abiertos por la sorpresa. Miró sus labios, aquellos que se moría de ganas por besar, y que, tras unos instantes acabaron dibujando una débil sonrisa.

—¿Hijo? —preguntó la abuela sorprendida desde el fondo del pasillo.

—Madre —la saludó ChooSam como de costumbre.

—Pero... ¿Qué hacéis aquí?

—¡Abuela! —dijo JungWoo mostrando por fin algo de emoción.

—¡Sorpresa! —gritó Choco.

—Jeong... ¿por qué estás con ellos?

—Les he ayudado a arreglar el coche. Ahora os dejo a solas —le dedicó una mirada cómplice a la abuela—. Ya nos veremos mañana.

Todos entraron a la casa.

—¿Habéis comido? Nosotros aún no hemos cenado. Estábamos terminando de preparar la comida... —dijo la abuela.

Se sentaron todos alrededor de la mesa en la sala.

—Hijo... ¿Qué te ha pasado en la frente?

—Nada madre, un mal golpe...

—Le di sin querer con el capó del coche —dijo Choco, bajando la cabeza en señal de culpabilidad.

—¡Choco! —le regañó Milk enfadado— ¡Eres un imprudente! Tienes que ser más cuidadoso.

ChooSam pudo leer entre líneas el cariño que le profesaba Milk. Se levantó y se colocó frente a él, sentándose sobre sus rodillas en una postura más formal. Pegando su frente al suelo haciendo una reverencia profunda que dejó estupefactos a todos, y habló con seriedad.

—¡Milk! ¡Quiero pedirte disculpas sinceramente!

—Dios mío... —respondió Milk atónito— ¡¿Pero cómo de fuerte ha sido ese golpe?! —gritó mirando a Choco.

—Yo creo que eso venía así de fábrica... —dijo Choco en tono inocente.

—¡Milk, lo siento! —dijo sin levantar la cabeza del suelo.

—Está bien... Está bien, levántate, por favor. Yo... también tuve parte de culpa, no eludiré mi responsabilidad. Así que, por favor, levántate y... comienza a tratarme como siempre lo has hecho... —dijo suavemente mientras un ligero rubor asomaba a sus mejillas.

Aquella noche todos comieron felices.

—Debo hablar con mi madre.

Todos lo entendieron y les dieron algo de privacidad. Fue una conversación larga, emotiva, tanto que en algún momento se escucharon sollozos provenientes de la habitación, que no se podía saber si eran de la madre, del hijo o de ambos. Finalmente los dos se quedaron dormidos, descansando ChooSam en el regazo de su madre, como cuando era un niño.

Choco y Milk durmieron abrazados a JungWoo, como en aquellos tiempos, cuando llegaron por primera vez a la tierra. Claro está, no sin alguna queja por su parte.

—Me dais mucho calor... ¿No podéis alejaros un poco?

—No JungWoo, yo te quiero.

—Y yo te he echado de menos. Pero sólo un poco...

—Está bien... —dijo rindiéndose ante el cansancio y las emociones del día.

ChooSam se levantó renovado, había descansado como hacía años. Tal vez fuese por el golpe en la cabeza, pero por un momento, se sintió muy feliz, pensó que todo le iba muy bien. Aquella mañana se respiraba un aire limpio, adornado por el aroma de las flores del pueblo. Vio a Milk tarareando una dulce melodía en el patio mientras tendía la ropa, y se dirigió hacia él. El sol tocaba delicadamente su cuerpo que, vestido con ropas claras y holgadas, emanaba un aura de pureza. Le devolvió la mirada y le sonrió.

ChooSam lo tuvo claro.

—¿Quieres ser mi novio?

—¿Qué?

—Me gustaría mucho... que me aceptaras como tu novio.

Hablaba con tal solemnidad que Milk no fue capaz de bromear al respecto. Lo dijo de una forma tranquila y serena, pero con un convencimiento férreo. Nunca había expuesto sus sentimientos a nadie de esa manera. Se contentaba con relaciones pasajeras y fugaces que pudieran satisfacer necesidades mundanas.

Esta vez era muy diferente. Iba a pecho descubierto, arriesgándose a que la metralla de la negación penetrara en él y su corazón quedase destrozado. No le importó. Tenía la edad suficiente para querer algo e ir a por ello, para aceptar las consecuencias de sus decisiones y de las decisiones de los demás.

—¿De verdad deseas comprometerte? —dijo Milk adoptando el tono serio que tomaba la conversación.

—Estoy seguro. Además, no he estado con nadie desde que te fuiste.

Eso podía ser cierto. En sus conversaciones telefónicas, Choco no le había referido, en estos cinco meses que llevaba en el pueblo, la presencia de otros hombres o mujeres alrededor de ChooSam.

—No deseo estar con nadie más que contigo.

—¡Deberás demostrarlo! —dijo Milk, juguetón, tirándole a la cara una pequeña toalla blanca.

Era demasiado orgulloso para darle un 'sí' completo, pero ChooSam entendió afirmativamente la respuesta, y se puso a jugar con él mientras acabaron de tender la ropa.

La vida en el pueblo era maravillosa. Estar allí parecía como haber sido transportados a otra dimensión de paz y de tranquilidad. Los días pasaban como las hojas de otoño que caen con suavidad y delicadeza de los árboles.

Iban todos juntos a dar los paseos vespertinos, caminaban por senderos en los que la primavera escondía rincones frondosos y llenos de vida, y en los que el agua corría y refrescaba los más cálidos veranos.

Les gustaba visitar el mercado, que siempre estaba bullicioso de gente, y donde todos se conocían y los chismes corrían tanto como la mercancía y el dinero.

Comían, según les reglaba la tierra, fruta muy dulce y verdura muy crujiente.

En verdad, el pueblo era maravilloso. Pero claro, no todo el monte es orégano y desde lejos se escuchaban los cotilleos de tres mujeres que hacían corrillo...

—Está aquí el hijo de mi vecina

—¿La de enfrente?

—Sí. Ha venido con su nieto y otro muchacho.

—¿Quién?

—No sé, es otro joven.

—Habrá que preguntarle a Jeong oppa, se pasa los días con ellos.

—El hijo no sé cómo tiene la vergüenza de presentarse en el pueblo... todos aquí saben 'lo que es'.

—A lo mejor ha cambiado... No lo sabemos.

—No creo, y miedo me da la influencia que pueda tener en el pobre JungWoo, siempre ha sido un niño tan bueno y tímido.

—Esas cosas son entre familia, quizás no deberíamos meternos.

—¡Pues yo creo que sí! Me siento con el deber de advertirlos y llevarlos por el buen camino. En cuanto pueda, pienso hablar con ellos.

Continuará... 

Choco Milk Shake continuación Made in Spain [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora