Capítulo 61.- Un nuevo collar para Milk (Milk y tío) 🔞

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—Bueno, entiendo. Si no hay otro remedio, vayamos a casa.

—¿Tanta prisa tienes porque te castigue? ¿O es que lo estás deseando? —se rió— Ya lo haremos. No te preocupes.

El problema era que cuando ChooSam prometía un castigo, como tenía siempre tanto trabajo, a veces tardaba varios días en llevarlo a cabo, y todo ese tiempo tenía a Milk nervioso, expectante, deseoso...

Esta ocasión no fue diferente, y así transcurrieron algunas mañanas, mediodías y noches sin su tan anhelado castigo, hasta que por fin, uno de los días, cuando llegaron a casa después de trabajar...

—Tengo algo para ti.

Esa frase proveniente de ChooSam haría que cualquiera se pusiese a temblar. "¿Qué tendrá? ¿Qué aparato de castigo usará? ¿Qué instrumento de tortura tendrá para mí?", Milk temblaba de miedo y excitación con sólo pensarlo.

—Esto —dijo sacando el objeto de su envoltorio—. Lo he comprado especialmente para ti.

Se trataba de un collar de cuero negro, con una argolla plateada en forma de corazón de la que colgaba un pequeño y brillante cascabel. A Milk se le iluminaron los ojos.

—¿Es para mí? —preguntó emocionado.

—Sí, ya que el otro no me lo diste... —dijo poniendo el dedito en la llaga— Este será para nosotros dos.

Milk sonrió. Estaba muy feliz.

—Este collar también tiene un significado —le explicó ChooSam poniendo una voz profunda y seductora—. El tuyo decías que significaba amor y todas esas chorradas cursis —dijo colocándole el nuevo collar y situándose detrás de él—, pero éste significa, para mí: dominación, posesión... y para ti... esclavitud. En otras palabras: me perteneces.

Y dicho esto, lo apretó decididamente, con tanta fuerza que, por un momento, Milk se llevó las manos al cuello, como si temiera que pudiera sofocarlo, pero sintiendo a la vez, una inexplicable agitación.

—Mira, tiene una argolla aquí también, por si tuviera que usar una correa para pasearte... —dijo divertido.

—¡Los gatos no paseamos! —respondió Milk muy ofendido.— ¡Eso sólo lo hacen los perros!

ChooSam se pegó a él y poniendo la boca junto a su oído le susurró.

—Ahora eres mío, podría tratarte como un perro si quisiera —dijo pasándole la lengua por su oreja y mordiendo delicadamente el lóbulo.

Esto lo desarmó. Ya deseaba ser poseído.

—Desnúdate —le ordenó ChooSam, y aunque fue un poco reticente al principio, Milk obedeció, quedándose sólo con los calzoncillos y el collar.

El negro del cuero contrastaba con su blanca piel. Por timidez, colocaba sus brazos de tal manera que se cruzaban, dejándose caer delicadamente por encima de su entrepierna, intentando disimular que su hombría se marcaba ya de una forma notoria a través de su ropa interior.

—Separa los brazos —dijo firmemente, pero Milk se mordió el labio en señal de duda— Sabes que no me gusta repetir las órdenes dos veces, ¿verdad? Sabes que habrá consecuencias si no obedeces, ¿cierto?

Abrumado por el recuerdo de las últimas veces, Milk obedeció.

—Vaya... ¿Ya estás así? Qué vergüenza... Aún ni te he tocado —dijo riéndose.

Milk enrojeció hasta un punto carmesí, pero no dijo una palabra.

—Tal vez te has puesto así por el collar... Recapitulando nuestra última vez, sé que gusta ser 'el de abajo'... te gusta ser dominado —dijo abrazándolo por la espalda, introduciéndose sin pudor en sus calzoncillos y manoseando sin piedad el delicado cuerpo de Milk, que se retorcía bajo sus caricias, intentando mantenerse en pie— Y ese collar... es para recordarte lo que eres... ¡mi esclavo!

Choco Milk Shake continuación Made in Spain [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora