—¿Puedo ir contigo? —preguntaba Choco.
—Sería mejor que te quedes aquí... —respondía JungWoo.
—Por favor... déjame ir contigo. ¡Me portaré bien!
Dado que el restaurante estaría unos días cerrado, JungWoo aprovechó para concentrarse en sus estudios. Esa misma mañana debía hablar con su profesora sobre las prácticas, para ver en qué empresa o en qué organismo podría hacerlas.
Choco insistía en acompañarlo a la facultad, y parecía ser esa la mejor opción, ya que, si se quedaba solo en casa, seguramente, volvería a desobedecer, o a hacer alguna de las suyas y a causar problemas.
Dejarlo en el restaurante tampoco era una opción, porque después de lo que había pasado, el tío ChooSam no quería ni verlo en unos días...
—Está bien... acompáñame hoy.
Al escuchar esto, Choco se puso muy contento. Ambos se arreglaron dispuestos a salir.
—¿Puedes traerme mi cartera, por favor? —le pidió JungWoo a Choco, a quien, como siempre, tenía al lado mientras terminaba de ponerse el abrigo— La he dejado en mi habitación.
—¡Voy! —dijo diligente Choco.
Al coger la cartera del cajón, vio en una cajita de color rojo el colgante de corazón que le entregó el primer día que regresaron. Tuvo una sensación extraña al mirarlo, pero no quiso darle importancia.
—¡Choco! ¡Vamos! No quiero llegar tarde a la reunión.
—¡Sí! —dijo y salió corriendo con su amado JungWoo.
Tras bajar del metro llegaron al campus universitario. Choco nunca lo había acompañado hasta allí y estaba feliz y emocionado por todo cuanto veía. A cada minuto decía alegremente "¡mira esto!" o "¡mira aquello!", como cada vez que salían a algún sitio.
En la calle, a veces, se cogían de la mano al caminar, sobre todo si no había nadie, porque JungWoo era bastante tímido. Por un momento, Choco se olvidó de donde estaban y cogió cariñosamente la mano de JungWoo.
—¡No! —dijo JungWoo soltando su mano con más fuerza de la esperada. Choco se quedó un poco sorprendido por la reacción.— Choco... —dijo JungWoo intentando suavizar su comportamiento— Aquí hay mucha gente... es... es mejor no hacer eso ahora...
Choco lo entendió. Le dolía un poco, sí, pero lo entendió.
JungWoo pensaba que eso era lo mejor. No se avergonzaba de su amor, pero tampoco veía necesario gritarlo a los cuatro vientos en pleno campus de la facultad.
—Espera aquí —le pidió a Choco cuando entró en el despacho de la profesora.
Tras un buen rato, salió del despacho con una expresión que no denotaba, precisamente, felicidad. Justo después salió otro chico mayor que le colocó el brazo por encima de los hombros.
Choco se tensó de inmediato y le dedicó una mirada dura. Si aún fuese un perro estaría gruñendo y enseñando los dientes.
—Creo que es lo mejor —le dijo aquel chico a JungWoo, mirándolo a los ojos y quedándose a muy escasa distancia de su rostro (a juicio de Choco)—, tienes suerte.
—¡JungWoo! —le interpeló Choco— ¿Has terminado ya? Vámonos a casa —sentenció.
—Y... ¿Este es...? —dijo el sunbae /mayor/ sin quitarle el brazo de encima a JungWoo y sin dignarse a preguntar directamente a Choco.
—Yo soy su —¡Amigo! —interrumpió precipitadamente JungWoo— Es un amigo que ha venido de lejos y se está quedando conmigo un tiempo... —dijo con algo de nerviosismo.
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Choco Milk Shake continuación Made in Spain [+18]
Fanfic¡Choco y Milk tienen una nueva oportunidad de volver a la Tierra! ¿Podrán cumplir la misión y quedarse aquí definitivamente? ¿Conseguirán abrir su corazón para amar y ser amados? Sigue la historia de este perrito y este gatito que volvieron a la ti...