-¡JungWoo! ¡JungWoo! ¡Mira lo que dicen en la tele! Esta noche habrá un encendido de luces especial de Navidad en la plaza del centro. ¡Tenemos que ir a verlo! -decía Choco emocionado.
-¿Con el frío que hace? -contestó JungWoo con desgana.
A JungWoo no le gustaba demasiado la Navidad. Le parecía una fiesta principalmente comercial, todo el mundo quería ir de compras y caminaban por todos sitios estresados. Siempre se producían aglomeraciones en las calles y en las tiendas, que estaban a reventar de gente. Este panorama era adornado con un frío infernal que congelaba hasta las entrañas, y en el que, incluso los planes de comidas o cenas ya fuesen familiares o románticas en pareja, estaban saturadas de un espíritu capitalista que hacía perder el auténtico sentido a estas fiestas.
-¡Sí JungWoo! ¡Por favor! ¡Quiero ir a ver las luces contigo!
A Choco, por el contrario, ¡le encantaba la Navidad! Desde pequeño siempre se emocionaba cuando adornaban la casa, aunque muchas veces la mamá de JungWoo lo regañaba por mordisquear el árbol o los adornos. Le gustaba la música que llenaba las calles, las reuniones de la familia y los enamorados, ese halo de felicidad y generosidad que invadía los corazones de todos en estas fiestas y les confería el firme propósito de ser mejores personas.
-Con lo bien que se está en casa...
-¡Podemos abrigarnos!
-¿Y no prefieres ver una película conmigo?
-Siempre podemos ver una película ¡pero hoy quiero ver las luces!
-Está bien... está bien... -dijo resignado JungWoo
Salieron a las 7 de la tarde, dado que el espectáculo de la luz comenzaría a las 9 de la noche.
Choco estaba tan emocionado que si fuera un cachorro estaría saltando y moviendo la cola como un loco.
-Debes estar tranquilo, mantente a mi lado
-¡Mira JungWoo! ¡Ahí venden chocolate!
-¿Qué te acabo de decir? ¿Quieres estarte quieto? Hay mucha gente aquí, quédate a mi lado.
-Tengo hambre... ¿por qué no vamos a algún sitio?
-De acuerdo... ¿qué te apetece?
-¡Lo que tú quieras está bien! -contestó Choco feliz.
Sin embargo, comer algo a esa hora se convirtió en una odisea, porque a todos sitios a los que iban, bares, tascas, restaurantes, cafeterías, estaban completamente desbordadas.
-¿Pero para qué habré salido yo de casa...? -decía el pobre JungWoo
-¡Quiero ir ahí! -dijo Choco señalando una pequeña pastelería- ¡Quiero comer dulces!
Conocía esa cafetería y a JungWoo no le pareció tan mala idea, pues los postres eran buenos y tal vez pudiera coger alguna idea para su restaurante. Sin embargo, al entrar vieron una cola de gente tremenda. Todos estaban esperando para recoger dulces para llevar o tomarlos allí, y sólo había una chica joven que despachaba.
-¡Buenas tardes! -dijo la chica con una sonrisa amable pero que dejaba entrever el cansancio en su cara- Por favor, pónganse a la cola y les atenderé en cuanto pueda.
Mientras esperaban, JungWoo veía el ritmo frenético que llevaba la pobre. "Menos mal que el tío decidió cerrar el día de hoy, si no, tendríamos que estar trabajando a destajo los cuatro" Pensaba JungWoo. "Aunque no sé si hubiera preferido una tarde de trabajo intenso a esto..."
Después de mucho esperar y de ver cómo los dulces iban desapareciendo poco a poco, por fin les tocó su turno, y debían darse prisa porque se acercaba la hora del encendido de luces.
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Choco Milk Shake continuación Made in Spain [+18]
Hayran Kurgu¡Choco y Milk tienen una nueva oportunidad de volver a la Tierra! ¿Podrán cumplir la misión y quedarse aquí definitivamente? ¿Conseguirán abrir su corazón para amar y ser amados? Sigue la historia de este perrito y este gatito que volvieron a la ti...