Capítulo 52.- No sois bienvenidos (Todos).

121 8 2
                                    

—¡Qué iglesia tan pequeña! —dijo Choco.

—Es la única del pueblo. Es pequeñita, pero muy acogedora —dijo con cierto tono de nostalgia la abuela.

—¡Quiero entrar a verla! ¿Podemos JungWoo?

—No sé Choco, veo que está cerrada...

La abuela y Milk se miraron. Conocían a un joven de unos 15 ó 16 años, amigo del abuelo Jeong, que cuidaba la iglesia cuando no estaba el padre, pues éste con frecuencia debía oficiar en varios sitios y no siempre podía atender a uno en exclusiva.

—Iré yo —dijo diligente Milk.

El joven Tao llegó con las llaves y saludó cortésmente a todo el mundo. Les abrió la puerta y vieron que, si bien el templo no estaba adornado con ostentación, se respiraba una atmósfera de santidad.

—Gracias, por abrir Tao —dijo Milk.

—De nada, hyung —dijo el chico con una sonrisa.

—¿Sois cercanos? —le preguntó ChooSam, pero con un tono más próximo a la curiosidad que a los celos.

—Es conocido del abuelo Jeong, alguna vez nos ha ayudado a transportar cosas a la casa. Es bastante amable, aunque cuando se enfada tiene un pronto que... —hizo una pausa mirándolo— que me recuerda a alguien —dijo burlándose, jugando con la culpabilidad del pobre tío ChooSam.

—Qué cruel eres... —dijo suspirando con resignación— Pero aún así, te amo —y le colocó el brazo sobre los hombros, dándole un suave beso en la mejilla.

"Te amo", pensó Milk. "Es la primera vez que me lo dice... Siempre me ha dicho 'me importas', 'me preocupo por ti', 'sólo tengo ojos para ti', pero nunca me había dicho un 'te amo'. ¿Podría ser que tal vez pudiera darle...?"

Pero sus pensamientos se vieron interrumpidos por la brusca reacción de Tao.

—¿Qué hacéis? Le has dicho 'te amo'. ¿Cuál es exactamente vuestra relación?

—Bueno... —contestó ChooSam sonriendo, y sin ningún tipo de vergüenza— Somos novios.

Todos los miraron, pero no dijeron ni una palabra, porque conocían la relación de ChooSam y Milk y el hecho de que fuesen novios era la 'Crónica de una muerte anunciada'. Nadie dudaba de que terminarían así.

—Y, ¿eso te parece que está bien, hyung? —le dijo Tao a Milk.

—Bueno, dependerá de cómo se porte —contestó bromeando.

Tao no dijo nada más y se sumió en sus pensamientos.

—Parece que tu hijo está feliz —dijo el abuelo Jeong, quien respiraba mucho más aliviado desde que percibió la relación entre Milk y ChooSam, y dejó de verlo como un rival para con su querida noona...

—Sí. Parece que está sentando un poco la cabeza y eso me alegra mucho. Que ya era hora... ¡Tao! ¿Has comido? ¡Ven con nosotros a comer!

—Eh... No he comido. Iré. Gracias, abuela —contestó formal pero distante.

Uno de los mejores sitios para comer era una casa-restaurante en el que la dueña, a cambio de un precio único por persona, servía los platos que tenía preparados ese día. Pero cuál fue su sorpresa que al entrar vieron a la 'mejor' compañía del pueblo.

—¡Onni! ¡Jeong oppa! ¿Habéis venido a comer? ¡Sentaos con nosotros! —dijo aquella mujer con falsa simpatía.

Sin embargo, su expresión cambió por completo al ver a Tao.

—Vaya... ¿Qué haces con ellos, hijo?

Pues Tao, además de ser amigo del abuelo Jeong, resultó ser el hijo pequeño de la 'cotilla mayor del reino'.

Choco Milk Shake continuación Made in Spain [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora