Capítulo 76.- El juicio (JungWoo y Choco)

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—Has fallado esta prueba —sentenció el ángel.

JungWoo no daba crédito. "¿He fallado? ¿No he superado la prueba? ¡La última prueba!", pensaba.

Entonces sintió un deseo intenso de gritar de manera altiva y orgullosa "¡¿pero por qué?! ¿En qué he fallado? ¿Quién te crees tú para arrogarte la potestad de dictaminar si he tenido éxito o no?", pero en su lugar...

—Lo siento —dijo con voz casi inaudible—. Lo siento, Choco.

Bajó la cabeza y cayó de rodillas, e, inmediatamente, comenzó a llorar.

—Lo siento, lo siento mucho —repitió postrado, poniendo la frente en tierra, mientras las lágrimas rodaban por sus mejillas—. Sé que no soy digno de estar en este lugar... ni siquiera sé cómo he tenido el valor de llegar aquí... Yo...

El llanto atragantaba sus palabras, y, levantando ligeramente la cabeza, con la misma sinceridad con que le habló a la guardiana de la puerta para que le diera paso, le habló a aquel ángel.

—Yo... no soy lo suficientemente valiente ni fuerte para estar aquí. No he sido yo lo que me ha dado fuerzas para venir... Ha sido el amor... Ha sido la persona que amo. Por favor... Por favor... Sólo tengo un ruego, decidle... Decidle que lo amo, y que todo ha sido culpa mía. Acepto la culpa y el error.

Y, de rodillas como estaba, postró de nuevo la cabeza en el suelo, sin parar de llorar.

Apenas había transcurrido un instante cuando el ángel sonrió. Sólo con humildad se logra vencer la soberbia, y JungWoo había pasado la última prueba.

De inmediato, el ángel llamó a Choco, que estaba atónito por todo lo sucedido.

Pero JungWoo no había visto nada de esto, sólo seguía llorando en el suelo, y no fue hasta que Choco le habló que se dio cuenta de que estaba a su lado.

—¡JungWoo! ¿Qué haces aquí JungWoo? —gritó Choco lleno de alegría.

Aún lleno de humildad por la resaca de la prueba que acababa de superar, apenas se sentía con fuerzas para encarar a Choco.

—Choco... Yo... Lo siento mucho —decía ahogado en llanto—. Tú has renunciado a tantas cosas para estar conmigo, has atravesado tantas cosas... Y yo... Yo no he estado a la altura. Perdóname... ¡Perdóname, por favor! No he sabido valorarte... ¡Lo siento!

Choco intentaba consolarlo, pero JungWoo seguía sumido en un llanto que parecía no tener fin, hasta que, afortunadamente, llegó San Antón.

—Bueno, bueno, ¿se puede saber qué es este drama? Deja de llorar, chico, que se te puede escuchar en el cielo, el purgatorio y el infierno... ¡Por Dios!

Ante sus palabras, JungWoo intentó retener sus lágrimas y respirar hondo.

—Este es JungWoo... —dijo Choco— ¡Ha venido a buscarme! ¿Puedo ir con él? ¡Por favor! —dijo suplicante.

—No, por supuesto que no. ¿Pero qué os creéis, que esto es un hotel, que aquí viene y va la gente como le da la gana? No, no. Aquí hay normas. Teníamos un acuerdo y no lo habéis cumplido, así que tirando para tu lugar, ¡o te llevo de una oreja!

—Pero...

—Ni peros, ni peras. ¡Vamos!

—A ver —dijo llegando en ese momento San Pedro, con su libreta de nombres en la mano—, me informan de que hay una incidencia. ¿Se puede saber qué pasa?

—Ahí está tu incidencia —le contestó San Antón señalando a JungWoo.

—¿Park JungWoo? ¿Pero tú qué haces aquí? ¡Aún no es tu momento! ¿Cómo has podido llegar? —decía mirando su lista.

Choco Milk Shake continuación Made in Spain [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora