Choco Milk Shake continuación Made in Spain [+18]

Capítulo 93.- La prioridad (JungWoo y Choco)

—De verdad que no puedo creer que estés "celoso" de un crío de 8 años.

—¡Mina! ¡No te burles! No es que esté celoso... Es que Choco siempre lo elige a él primero, siempre le da prioridad.

—JungWoo, sinceramente, me parece que estás exagerando...

—¿Exagerando? Hace unos días fuimos al pueblo, para un festival infantil y...

***

—¡Tío Choco, vamos a jugar al tiro con arco!

—¡Claro que sí! —dijo tomando al pequeño Haru de la mano y dirigiéndose al puesto rápidamente— ¿Quieres jugar tú también, JungWoo?

—No... Choco... a mí no me gustan esas cosas.

—¡Vamos JungWoo, será divertido!

—No quiero, no me gusta...

—Está bien, lo siento. Sólo quería que jugaras con nosotros.

—No, yo os veré.

Y así se pasó un buen rato, simplemente mirando a Choco y Haru jugar en el puesto de tiro.

Tanta fue la armonía que derrochaban los dos que JungWoo pensó en una estrategia para llamar un poco la atención de Choco.

—Choco, lo he pensado mejor, enséñame a disparar una flecha...

—¿Sí? ¡Claro!

JungWoo sujetó el arco y se situó en la línea correspondiente. Estiró sus brazos en la posición de lanzamiento y Choco lo rodeó. Hacía tiempo que no estaban tan cerca...

Entre el trabajo de JungWoo, el restaurante y el tener que ocuparse de los niños cada vez que ChooSam o Milk lo necesitaban, apenas habían tenido tiempo en los últimos meses de estar juntos y a solas.

Cuando Choco lo estaba enseñando a disparar la flecha, JungWoo se dejó llevar por la armonía de su abrazo. Sus rostros quedaron cerca y casi podía sentir en su mejilla la calidez de su aliento.

—¿Ves? Entonces estiras y apuntas... Intenta controlar la respiración y exhalando disparas...

Choco le colocó el brazo en el abdomen, para indicarle mejor el compás de la respiración y darle la señal. Por un momento, JungWoo giró el rostro y ambos se miraron. Choco le dedicó una sonrisa y su compañero se la devolvió algo tímido. Por un momento, se sintieron en sincronía, como si sólo estuviesen ellos dos en aquel lugar abarrotado de gente...

—¿Así? —inquirió JungWoo.

—Sí, lo estás haciendo muy bien. Y ahora, en cuanto te pongas en posición, debes soltar la...

—¡Tengo hambre!

—¿Qué? —respondieron los dos, como saliendo de su ensoñación.

—Tengo hambre... —repitió Haru.

—¿Tienes hambre? ¡Vamos a comer algo rico! —dijo Choco de inmediato.

JungWoo se quedó atónito, ni siquiera había llegado a disparar...

—JungWoo vamos, que Haru tiene hambre, ¡vamos a comprar algún dulce!

—S... Sí... —dijo destensando el arco y bajando el arma.

"Tal vez tengamos un momento de tranquilidad esta noche...", pensó JungWoo, pero fue aquella noche en la que Hana se perdió, por lo que JungWoo se la tuvo que pasar consolando a su abuela, mientras que Choco consolaba a Haru, quien también estaba muy preocupado por su hermana...

***

—A ver, JungWoo —dijo Mina—, son cosas que pasan... Tú también estabas preocupado por tu primita...

—Sí, pero el caso es que no pude estar con Choco ni un rato a solas. Siempre estuvo con Haru. ¡Parece hijo suyo en vez de ser de mi tío!

—Que yo sepa, vosotros siempre os habéis ofrecido a ayudar...

—Sí, pero... a veces también quiero espacio con Choco... Además, últimamente, siempre se encarga él de recoger a Haru de sus clases y se quedan jugando los dos.

—¿Haru no juega con sus amiguitos?

—Bueno... Haru lo está pasando regular últimamente en el colegio... Sus amigos no juegan mucho con él...

—¡No me digas! ¿Se meten con él los otros niños? Pobrecito...

—¡Mina! No te pongas tú también así...

—Es que yo, siendo mestiza, tampoco lo pasé muy bien en el colegio...

—Sí, ¡pero eso nos ha pasado a todos! —sentenció JungWoo, duramente— Haru deberá hacerse fuerte...

—¡JungWoo! Que tiene 8 años... —replicó Mina— Por dios, me parece que estás exagerando demasiado.

—Me siento completamente desplazado.

—Lo que te pasa es que con Choco siempre has llevado la voz cantante, siempre ha estado tras de ti, incondicionalmente, como un cachorro... Y ahora tu liderazgo se ve amenazado... ¡por un niño de 8 años! —rió Mina.

—No es para reírse... —contestó serio.

—Bueno... A ver si este fin de semana lo arreglas y pasáis un rato agradable para vosotros dos.

—¡Sí! Por fin tendremos ambos el día libre y he organizado varias cosas... ¡Me parece increíble que podamos pasar un día juntos!

Y ese día JungWoo estaba rebosante de expectación y de alegría. ¡Por fin podrían estar a solas! ¡Al fin disfrutarían de un tiempo de calidad en compañía!

—Choco, ¿lo tienes todo preparado?

—¡Sí!

—Estupendo, entonces ¡vamos!

Pero justo en ese momento, sonó el teléfono.

—¿Sí? Hola Milk, dime. Oh... ¿sí? Lamento escucharlo... —hablaba JungWoo— Sí, bueno... Nosotros es que teníamos planes... Bueno, veré cómo podemos organizarnos...

—¿Qué pasa? —preguntó Choco.

—Nada grave —le respondió JungWoo, colgando el teléfono—. A Haru le duele la barriga y lo han llevado al médico.

—¿Qué? ¿Al médico? Debemos ir con ellos, JungWoo.

—Choco, no creo que haga falta... sabes que como padres primerizos que son, son muy exagerados y por cualquier tontería corren al hospital.

—No creo, JungWoo... Haru es muy fuerte...

—Bueno, pero nosotros podemos seguir con nuestros planes de hoy... Luego llamaremos para preguntar cómo están.

—JungWoo... Creo que se trata de algo serio... —insistía Choco— A Haru no le gustan los hospitales... Si ha tenido que ir estará nervioso. Deberíamos acompañarlo...

—¡Choco, basta ya! Haru está bien acompañado, está con Milk y ChooSam, ¿qué vamos a hacer allí aparte de estorbar?

—Pero...

—¡Hace tiempo que no salimos juntos! ¿Es que no te preocupas por mí? He estado planeando este día mucho tiempo...

—Yo... lo siento JungWoo... —dijo con tono triste— Lo siento, JungWoo —volvió a repetir Choco en tono firme—, pero no podré disfrutar del día si estoy preocupado. Prefiero ir al hospital y ver cómo está Haru.

Jamás lo había oído hablar con esa firmeza respecto de otra persona que no fuese él... Se dispuso a replicarle cuando el teléfono sonó de nuevo.

—¡Dime, Milk! —contestó JungWoo, con un evidente tono de enfado— ¿Qué? —su expresión cambió de inmediato— Sí... Sí, entiendo. Iremos ahora.

—¿Qué pasa?

—El pequeño Haru tiene apendicitis y van a operarlo de urgencia... Vamos para allá.

Continuará...