Capítulo 97.- Superarlo juntos (Milk y tío)

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—Por favor, déjeme pasar a verlo.

—Seguramente se despierte en breve y nosotros le avisaremos.

—Pero, ¿no puedo estar dentro con él? —preguntaba ChooSam a la enfermera.

—Yo... —susurró Milk con la boca seca— Estoy despierto...

—¡Milk! ¿Estás bien? ¿Te duele algo? —un preocupado ChooSam se acercó a él corriendo.

—Iré a llamar a la doctora —dijo la enfermera.

Milk tenía puesto un suero intravenoso en el brazo y estaba conectado a un monitor que medía el pulso y la tensión.

—Yo estoy bien... No sé qué ha pasado... Creo que me mareé.

—¡Menudo susto nos has dado!

—Buenas tardes, soy la doctora.

Entró en la sala una mujer muy joven, con gafas y pelo corto. Miró la historia clínica de Milk detenidamente y comenzó a hacerle una serie de preguntas rutinarias: si era alérgico a algo, si tenía antecedentes familiares de alguna enfermedad, qué había comido o si había realizado algún esfuerzo físico.

—Parece que ha sido una subida de tensión. ¿Qué actividad estaba haciendo cuando sucedió el desmayo?

—Nada... Es sólo que los niños se estaban peleando... —contestó Milk.

—Lamento escucharlo. ¿Por qué peleaban? —preguntó la doctora.

—Bueno, verá... —Milk titubeó, no sabía si hablaría de más y no quería dar demasiadas explicaciones, pues era consciente de que la sociedad aún guarda algunos prejuicios al respecto.

—Era una tontería —lo ayudó ChooSam— Estaban peleando por llevar los anillos para el matrimonio...

Nada más escuchar la palabra matrimonio, el tensiómetro de Milk empezó a sonar con fuerza.

—Señor, ¿señor, se encuentra bien?

—Milk, ¿qué te pasa?

—Nada... Estoy bien... —dijo respirando con nerviosismo— Sólo me duele un poco aquí, pero se pasará en un rato... —contestó tras señalarse el pecho.

—¿Esto le ha ocurrido alguna vez?

—Bueno... al... alguna vez...

—¿Qué? ¿Y por qué no me lo has dicho? —le recriminó ChooSam.

—No... No es nada. Siempre se me pasa rápidamente.

—Deberá estar en observación unos días —sentenció la doctora.

Obligaron a ChooSam a abandonar la sala y le hicieron una serie de pruebas, pero todo parecía estar en orden y, efectivamente, en un rato, la tensión se estabilizó y todos los valores volvieron a un rango normal.

Al día siguiente fueron a visitarlo JungWoo y Choco.

—¡Milk! ¿Qué pasa? ¿Querías ir de paseo al hospital, no? —preguntó Choco en su tono alegre de siempre.

—Que te hagan una tomografía, una analítica completa, no nos vamos de aquí hasta que tengamos resultados —dijo JungWoo en su línea hipocondríaca también de siempre.

—Estoy bien... No debéis preocuparos...

—¡Menos mal! ¡Espero que estés bien para la boda! —dijo Choco, en tono inocente.

—Sí, hay mucho que preparar. Tenemos que decidir el sitio, tenemos que ver los votos, los trajes, la comida...

El monitor de Milk se disparó de nuevo.

—¡Milk! ¡Milk! —gritaron todos asustados, mientras ChooSam corriendo llamó a la doctora.

Afortunadamente, en lo que tardó en llegar, el pulso volvió a valores normales.

—¿Le han dicho algo para alterarlo?

—No... —dijo JungWoo.

—No, señora —dijo Choco—. Solo estábamos hablando de la boda.

—¿La boda?

—Sí, doctora, nos casamos en unos meses —dijo ChooSam.

La tensión de Milk volvió a subir, aunque esta vez de manera menos rápida que la vez anterior.

La médica miró Milk, luego miró a ChooSam y volvió a mirar a Milk, quien bajó los ojos.

—Salgan de la sala, por favor.

—¿Pasa algo, doctora? —preguntó preocupado ChooSam.

—Nada grave, necesito entrevistarme a solas con el paciente.

Todos obedecieron.

—Señor... —dijo la joven doctora en tono prudente— ¿Le agobia la idea de casarse?

—Yo... —dijo Milk y el monitor de la tensión comenzó a ascender— ¿Le supone algún problema porque somos hombres? Si es así, podemos ir a otro hospital...

—No, y no he preguntado eso —respondió y se quedó mirando, en pose autoritaria, esperando una respuesta.

—Yo... Yo estoy realmente contento. Soy muy feliz. Es sólo que nunca pensé en "casarme"... Hay que tener muchas cosas en cuenta y... —a medida que hablaba, el monitor de la tensión subía y su respiración se iba haciendo cada vez más agitada.

—Señor, hay una condición psicológica que es el miedo irracional al matrimonio o al compromiso.

—¡Yo no tengo miedo al compromiso! —dijo Milk, seguro de sí mismo.

—Sí, pero es posible que un cambio radical en su estado pueda agobiarlo un poco. Si no se trata adecuadamente pueden darse síntomas físicos como mareos, presión en el pecho, dificultad para respirar, problemas estomacales o incluso, desvanecimiento.

Milk se entristeció al darse cuenta de que estaba enumerando todo lo que le pasaba a él.

—¿Hay alguna solución?

—Por supuesto —dijo la doctora sonriendo— hay varios tipos de terapia. Habrá que escoger la más adecuada. Afortunadamente, no se trata de algo grave o incurable.

—Mi... ¿Mi marido, o futuro marido, —corrigió— debe enterarse?

—Cualquier tratamiento será mucho más efectivo si tiene apoyo, y más si se trata de un tema como este. Deben tratar de superarlo juntos, así que va a necesitar a su marido. O futuro marido... —dijo la médica con una sonrisa de complicidad.

—¡¿Gamofobia?! —gritó ChooSam desconcertado al enterarse— ¿Tú? ¿Pero cómo es posible? ¿Es por mí? ¿Soy yo?

—No, ChooSam, tranquilízate, por favor.

—¿Es por los niños? Debe ser por los niños...

—No, ChooSam, adoro a los niños. Relájate. Es sólo que...

—Yo he cambiado. Ya no llevo la vida de antes. Es verdad que he estado con mucha gente, pero nunca volví a hacerlo desde que te conocí...

Estaba tan agobiado que se entrecortaba al hablar, muestra de la angustia se reflejaba en sus palabras. No quería perder a Milk y sentía que su condición era responsabilidad suya.

—ChooSam, no es tu culpa...

—Entonces... ¿Ya no te quieres casar conmigo? ¿Es eso?

A Milk le empezó a doler la cabeza.

—Sí, claro que quiero. Sólo necesito un poco de tiempo para adaptarme...

—Está bien... Te... Te apoyaré. ¿Qué tengo que hacer?

Sin embargo, la receta que les dio la doctora no les gustó demasiado.

—Pero... ¿Cómo voy a hacerlo? Tenemos que cuidar a los niños... —decía Milk, resistiéndose también a la idea.

—Entiendo su situación, pero, a veces, un poco de espacio... "físico", puede ayudar a aclarar las ideas.

—¡¿Vivir separados un tiempo?! —exclamó ChooSam indignado— ¡No! Me niego.

Continuará... 

Choco Milk Shake continuación Made in Spain [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora