Capítulo 27.- The cage (Milk y tío) 🔞

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—Desnúdate —ordenó ChooSam cuando estuvieron en casa.

Milk obedeció y se fue quitando las prendas lentamente, con cierta timidez, hasta mostrar por completo toda su piel desnuda y blanca.

—¿Eso para qué es? —preguntó Milk cuando vio a ChooSam coger un bote de lubricante.

—Primero aplicaremos esto, así será más fácil que entre —dijo echándose el líquido en la mano y masajeando la zona con suavidad.

Sin embargo, ponerlo no fue tan fácil como debía ser, porque para colocarlo es necesario un estado de relajación de la zona, lo que no se daba en Milk, puesto que estaba emocionado por el simple hecho de usar el juguete, y las caricias de ChooSam, tampoco ayudaban.

Mientras el cuerpo de Milk volvía a su estado natural, ChooSam puso todas las piezas encima de la cama, ya que la jaula venía con 3 anillas de diferentes tamaños, sus tornillos y algunos fragmentos sueltos, y a ojos de Milk parecía necesario tener un máster en ingeniería para montar aquel artefacto.

—Acércate —ordenó, y ChooSam se sentó en la cama para comenzar con el ensamblado.

La anilla más grande (de unos 6 cm de diámetro —2,36 pulgadas—) se colocaba por debajo de la base de los testículos, y el miembro se introducía en lo que es la jaula en sí, que tenía unos 8 cm de longitud rellenable (3,15 pulgadas). Luego, se metían los tornillos por los agujeritos que hay al efecto, a fin de unir la anilla base y la jaula por la parte superior. Finalmente, se colocaba el candado.

Esto provocaría en el usuario un control total de la erección, no habría manera de conseguir una hasta que se retirara el aparato.

Cuando por fin lo consiguieron, Milk se mostraba ligeramente avergonzado, bajando la mirada e intentando cubrirse con sus brazos. La vista para ChooSam era espléndida.

—¿Cómo te sientes? ¿Estás bien? —preguntó.

—Apretado... Está un poco apretado. Se siente raro...

ChooSam le devolvió una sonrisa malévola, pues esa era la sensación correcta.

—¡Muy bien! Pues ya hemos terminado. Ahora... vístete.

—¿Cómo? —preguntó Milk completamente sorprendido.

—Sí, que ya está puesto. Ya puedes vestirte —dijo ChooSam burlándose de él.

—Pero... ¿Cómo? ¿Por qué? ¿No íbamos a...?

—Ahora eres mío —dijo ChooSam haciendo tintinear las llaves del candando en su mano— y yo decido cuándo y cómo —sentenció sintiendo que tenía todo el poder.

Milk notó otra vez subir el calor por su cuello hasta sus mejillas en una mezcla entre rabia por sentirse engañado y deseo, lo que le provocó una pulsión involuntaria en su parte baja que fue duramente reprimida por el cruel aparato.

—No... ¡No! No lo acepto... Me dijiste que íbamos a usarlo... y... yo... estoy... ¿Y ahora quieres parar? ¡Libérame! ¡Suéltame inmediatamente! —reclamó Milk intentando arrebatarle las llaves. Pero ChooSam fue más rápido y no se las dejó quitar.

—Vístete, es una orden. Vamos a cenar. Iremos a un sitio de fideos cercano. No tardaremos mucho... —dijo poniendo su mirada seductora.

Al final, aceptó a regañadientes y se puso la ropa.

—Venga, vámonos —dijo Milk de mala gana.

—Espera, falta algo antes de salir... —dijo ChooSam poniendo a Milk contra la pared, mirándolo con esos ojos que lo hacían derretirse. Sin previo aviso, besó sus labios con intensidad, con deseo, aferrándolo con firmeza y acariciando su cuerpo. La masculinidad de Milk despertó con fuerza y sintió toda la estrechez del instrumento que lo aprisionaba.

Choco Milk Shake continuación Made in Spain [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora