Choco Milk Shake continuación Made in Spain [+18]

Capítulo 44.- La tormenta (Milk y tío) [Contenido especialmente violento]

[ADVERTENCIA: CONTENIDO MUY VIOLENTO]

—¡Hijo!

—No puede ser... —dijo ChooSam.

—Hijo, escúchame...

Sin mediar palabra se dirigió hacia ella y le quitó el gorro, viendo el estado en el que se encontraba su cabello.

En ese momento, se quedó completamente en shock, aturdido. Miraba a su madre y a Milk incapaz de procesar la información que estaba recibiendo. De repente, sintió que el mundo se le venía encima, la vida que conocía se derrumbaba...

Su madre padecía una de las enfermedades más dañinas, su sobrino lo abandonaba, su negocio, en el que tanto tiempo y esfuerzo había invertido, estaba en peligro, y, para colmo, ese joven a quien tanto apreciaba, se marcharía de su lado, y le había ocultado información, confabulando... ¡con su propia madre! Con quien sabía lo complicado de su relación.

Sintió como la daga ardiente de la traición se clavaba en sus entrañas y se retorcía.

—Madre... —consiguió hablar por fin— ¿Estás enferma? ¿Por qué no me lo has dicho? ¿Y tú? —dijo dirigiéndose a Milk— ¡Tú lo sabías! Todo este tiempo... ¡Y no me has dicho nada! No puedo creerlo... —dijo llevándose la mano a la frente y sintiéndose mareado.

—¡Hijo!

—¡ChooSam!

—¿Es que no soy tu familia? ¿Prefieres confiar en un 'extraño' en vez de en tu propio hijo?

"Extraño", pensó Milk. "Eso es realmente lo que soy para él...", se resignó.

—Hijo... hijo mío, por favor, tranquilízate. No te lo he dicho antes porque no quería preocuparte...

—¡¿Y cuándo pensabas decírmelo?! —le espetó— ¡Jamás me has tomado en cuenta! ¡Nunca has pensado en mí! Seguro que si mi hermana estuviera aquí habrías ido corriendo con ella... Pero a mí... ¡Yo jamás te he importado!

—Hijo, por favor, cálmate...

—Tío ChooSam, por favor, bebe un poco de agua —dijo Choco, algo asustado por la situación, ofreciéndole un vaso.

Pero ChooSam le dio un manotazo y lo tiró al suelo, cubriendo de cristales todo el apartamento.

—No puedo... No puedo... ¡Me voy! —dijo ChooSam.

—¡Hijo, por favor! —dijo la abuela, pero no pudo ir tras él porque estaba muy débil y se desvanecía.

—Iré con él —le dijo Milk— Choco, por favor, cuida de ella.

—No... espera... no es buena idea. Está muy enfadado. No te vayas... —dijo la abuela, presintiendo que se avecinaba una tragedia.

—Estaré bien, abuela, no te preocupes... —y salió corriendo tras ChooSam.

Milk entró al restaurante poco después de él.

—Por favor, déjame que te lo explique. Yo quería decírtelo... pero no me correspondía a mí porque...

—¡No quiero escucharte! ¡No quiero escuchar nada que venga de ti! No quiero nada de ti... —dijo apoyándose en una mesa, ligeramente aturdido.

—¿Estás bien? —dijo intentando ayudarle a sentarse.

—¡Lárgate! ¡Vete con ella! ¿No es eso lo que ibas a hacer? Está claro que no os importo a ninguno de los dos.

—¿Cómo puedes estar tan ciego? Tu madre lo ha hecho por ti. Ella siempre ha tratado de protegerte. ¡Deberías hablar con ella! Tienes que escucharla... Si la escuchas, podrás entenderlo todo...