Capítulo 88.- Discusión (Milk y ChooSam).

70 5 0
                                    

—¡Por supuesto que es culpa tuya! —gritó Milk.

—¡Es lo que tenía que hacer! —replicó ChooSam

—¡Has sido imprudente! No has medido las consecuencias de tus actos. ¿Cómo puedes no darte cuenta de las cosas? ¡Siempre piensas en ti mismo! ¡No te preocupa lo que le pase a los demás!

—¿Que no me preocupo? ¡Me estoy desviviendo por vosotros! ¿Tienes idea de la presión que tengo con todo? ¿Sabes acaso todos los problemas a los que tengo que hacer frente? ¡No! ¡No tienes ni idea! —exclamó ChooSam, visiblemente enfadado.

—¡Oh! ¡Y es una magnífica idea añadir problemas a Hana y Haru! —gritó Milk, sarcásticamente.

—Tienen que hacerle frente a las cosas —dijo ChooSam, serio—. ¡Tú quieres mantenerlos en una burbuja de cristal! Manteniéndote siempre al margen, escondido. ¿Crees que puedes vivir así?

Hubo un silencio.

—Me dejas atónito... —dijo ChooSam, con tono de decepción— Tú jamás le has dado importancia a lo que digan los demás, has sido siempre tan independiente... ¡¿Y ahora me estás montando un escándalo por esto?!

El tema era serio, estaban teniendo unos días complicados. ¿Cómo había empezado todo? Poco tiempo atrás.

—¡Hana! ¡Date prisa que vas a llegar tarde al colegio! —gritaba ChooSam, aquel martes de mañana, intentando apremiarlos.

—¡No! ¡No quiero ir! —protestaba Hana.

—Hana... por favor... —intentaba mediar Milk— Vamos, te ayudaré a vestirte. Tienes que ir al colegio...

—¿Por qué?

—Porque debes ir, es tu obligación... —Milk quería razonar con ella, explicarle las cosas con argumentos.

—Pero, ¿por qué tengo que ir?

Hay ciertas situaciones en las que con los niños, no se puede razonar, y lo que procede es dar una orden que debe ser obedecida. En eso, ChooSam era el experto.

—Porque tienes que ir, y punto. ¡Vamos!

Ante la enérgica orden de su padre, Hana, con la cara enfurruñada, terminó de vestirse.

"Algo debe pasarle", presintió Milk, "ella suele protestar de vez en cuando, pero nunca se ha opuesto a ir al colegio".

Como de costumbre, Milk era muy bueno leyendo el ambiente, viendo los cambios, percibiendo aquellas pequeñas cosas que pasarían inadvertidas para los demás. Algo estaba pasando, así que se decidió a observar con más atención.

Cuando recogía a los niños del colegio, Hana siempre abandonaba el recinto sola. Días atrás siempre salía corriendo y jugando con sus amigas, mientras Milk, discretamente, la esperaba al otro lado de la calle. Pero no era eso lo que sucedía de un tiempo a esta parte. Ella iba sola, y ya no sonreía tanto como antes.

—¿Quieres darme la mano para cruzar? —le dijo Milk en uno de los pasos de peatones.

—No gracias, no lo necesito —respondió con educación pero con frialdad.

Percibía en ella una cierta hostilidad, un resentimiento inexplicable. "¿Será porque estoy con su padre? ¿Pensará que quiero reemplazar a su madre? ¿Imaginará que le estoy quitando amor que le pertenece a ella?" Por la mente de Milk pasaban miles de opciones.

Pero no fue hasta unos días después cuando se enteró de qué estaba pasando.

—¡Tío Choco! —gritó Haru, corriendo hacia él cuando salió del colegio.

Choco Milk Shake continuación Made in Spain [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora