Capítulo 23.- La charla (JungWoo y abuela)

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—Respóndeme correctamente —ordenó la abuela ahora que Choco y Milk se habían marchado —¿Te gustan los chicos?

—Madre... —decía ChooSam.

Todos estaban sentados en la mesa y en silencio, pareciendo el escenario un interrogatorio más que una charla familiar.

—Sí, abuela... —respondió finalmente JungWoo en un susurro, cabizbajo, como si estuviese confesando un crimen.

—¿Por qué...? —dijo la abuela poniéndose la mano en la frente— ¿Por qué no te pueden gustar las chicas...? —dijo murmurando para sí, pero todos la escucharon.

—Madre... déjalo... —dijo suavemente ChooSam en un infructuoso intento de mediación.

JungWoo se encontraba devastado, sentía que se le venía el mundo encima. Estaba exponiendo su secreto a una de las últimas personas que esperaba que se enterase. Tenía la profunda convicción de que la había defraudado y que todo era su culpa.

—Lo siento —susurró JungWoo.

—¿Que lo sientes? ¿Cómo que lo sientes? ¿Qué es esa actitud? —dijo enérgica.

Las palabras de la abuela, a ojos de JungWoo seguían siendo un regaño porque tendía a ver las cosas a la luz de un prisma negativo y pesimista.

Pero JungWoo no mentía, realmente le apenaba sentir que decepcionaba a los demás.

"No es lo correcto", se decía a sí mismo. "Nunca podré ser lo que mi abuela espera de mí. No podré formar una familia, no podré tener hijos... A ella le gustaría que yo tuviera un matrimonio con una mujer, que tuviera hijos, y en el futuro nietos... que hiciera las cosas 'como se tienen que hacer'... pero no puedo... no soy así... no soy capaz, la he desilusionado..." Pensaba agobiado.

—En verdad lo siento... —pedía disculpas JungWoo.

—Pero... ¡¿Se puede saber qué sientes?! ¿Por qué te estás disculpando así?

—Madre... por favor... —intervino ChooSam tratando de poner paz y de que no se tensara aún más la situación.

—Si tienes esa actitud... ¿Cómo voy a poder marcharme tranquila? —murmuraba la abuela.

JungWoo parecía hacerse cada vez más pequeño en su asiento y la abuela se sintió inquieta y decepcionada, pero, como se daría cuenta cualquiera, no era por los gustos de su nieto, sino por su conducta.

—Si ni siquiera eres capaz de decírmelo a mí apropiadamente... ¿Cómo tendrás la valentía de enfrentar el mundo de ahí fuera? —preguntó.

Pero JungWoo no levantaba la cabeza.

—Conociéndote y sabiendo cómo eres, ¿serás capaz de manejarlo? ¡Mírate cómo estás! ¿Sabes acaso a lo que te enfrentas? ¿Cómo serás capaz lidiar con las situaciones complicadas cuando se presenten? ¿Podrás soportar los comentarios mordaces de personas maleducadas? ¿Eres consciente de las situaciones de discriminación con las que te puedes encontrar? ¿Serás fuerte si tienes que perder amigos que no son capaces de aceptar tu condición? Habrá gente egoísta que sólo piense en su propio bienestar y en su posición, que se alejará de ti y dejará de hablarte cuando les confieses tus preferencias, y esta separación te dolerá si les estimabas en algo. Puedes dar con personas malvadas que se burlen, que te humillen o te golpeen, o puede... que ataquen algo a lo que aprecias para hacerte daño—terminó susurrando la abuela.

El tío ChooSam ya no intervenía. Su madre, por desgracia, estaba describiendo una triste realidad contra la que él también tuvo que luchar y sabía de qué estaba hablando. Sin embargo su sobrino... "¿Tendrá la misma determinación que yo? Él es tan sensible...", pensaba ChooSam.

—Además, cualquier relación que tengas no tendrá cobertura legal en ningún sentido... —dijo recuperando la compostura— Tendrás que pensar en eso. No podrás tener una pensión del gobierno, o una ayuda económica con causa en el matrimonio. La ley no te reconocería de manera automática derechos hereditarios respecto de una futura pareja... Tendrás que hacer el doble de esfuerzo para prever cómo encarar todas estas situaciones y pensar en tu futuro... —la abuela casi hablaba para sí misma, como si ella tuviera la obligación de prepararlo todo, de advertir a su nieto de todo cuanto pudiera— Por no hablar que hay determinados países en los que ser... como eres... implicaría la muerte...

JungWoo se quedó reflexivo. Sería mentira decir que no había pensado un poco en todas esas cosas, pero al ser verbalizadas por la abuela habían adquirido un realismo y una dimensión que no alcanzaban en sus pensamientos.

—Tienes que ser fuerte y determinado —dijo en conclusión la abuela—. Tienes que estar preparado para asumir las consecuencias de tus acciones. Que te gusten los chicos no es lo único que te define, nunca dejes que nadie te menosprecie por esto... nunca dejes que te hagan sentir menos por esto...

ChooSam se alegraba de que la situación estuviese transcurriendo bien, aunque había una duda que rondaba en su interior "¿fue siempre tan comprensiva?".

—Y bueno... finalmente... lo correcto al menos es tener un poco de formalidad en la relación —dijo mirando a su hijo, quien desvió la mirada, haciéndose el despistado —Yo no voy a estar aquí siempre, necesitarás a alguien que te cuide...

Tras la charla, JungWoo se sentía agotado pero un poco aliviado. "No ha ido tan terriblemente mal... podía haber ido peor...", ya que tenía la cualidad de pensar los escenarios más catastróficos y apocalípticos que pudieran plantearse.

Cuando todos se marcharon se quedó la casa vacía, en absoluta tranquilidad, lo que mantuvo a JungWoo unos minutos sumido en sus pensamientos.

—JungWoo... ¿Estás bien JungWoo? Te he echado de menos... —dijo tras abrir la puerta Choco, aunque solo habían estado separados un rato.

Una sonrisa se dibujó en el rostro de JungWoo.

Continuará... 

Choco Milk Shake continuación Made in Spain [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora