Capítulo 11.- Enseñarme algo más (Milk y tío) 🔞

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—Estaría bien que pruebes un poco de tu propia medicina —dijo el tío ChooSam mientras terminaba de desabotonarse los pantalones.

Cuando Milk miró aquella vista imponente de ChooSam abriendo la hebilla del cinturón, desabrochando el botón de sus pantalones y bajando lentamente la cremallera, se sentía desfallecer.

Pero además, la sensación de encontrarse maniatado, inmóvil y completamente sometido y a su merced, le despertaba un fuego interior que nunca, nada ni nadie le había despertado antes.

Su respiración era muy agitada, su entrepierna le dolía producto de la prisión de sus pantalones, estaba completamente consumido por el deseo cuando ChooSam comenzó a acariciarse delante de él. En ese momento Milk bajó la cabeza ladeándola ligeramente casi como un acto reflejo, no sabía bien si fruto del pudor, ya que él no tenía mucha experiencia en estos temas, o de sumisión...

Sin embargo ChooSam le agarró del pelo por la nuca con fuerza y echó su cabeza hacia atrás. Por un momento Milk pensó que acabaría vertiéndose en su cara o que le obligaría a cosas que a él le parecían... innombrables.

Pero ChooSam, en un acto de extrema crueldad, acabó derramándose sobre los pantalones de Milk, justo encima de donde había salido la manchita blanca de la que él previamente se había burlado.

Milk estaba tan consumido por el deseo que apenas podía articular palabra y se limitaba a observar la escena sin saber qué hacer.

ChooSam, entonces, empezó a acariciar la zona donde se había vertido, extendiendo la mancha por el pantalón, y ensuciando completamente la zona de su entrepierna, para acabar tocando con los dedos manchados de su esencia los labios de Milk.

—Esto es lo que te mereces —sentenció—. Quedarte así. Para que experimentes la frustración a la que me tienes sometido cada vez que estoy contigo.

Milk, con sus labios manchados, se quedó en shock. Tenía tantas sensaciones en su cuerpo que no lograba procesarlas todas con claridad.

ChooSam lo desató y se alejó, sin tocarlo en lo absoluto, pero él no se movió. Se quedó mirando el suelo mientras ChooSam terminó de recoger el restaurante con naturalidad. Cuando acabó, la mancha de los pantalones de Milk se había secado ligeramente y estaba más blanca que antes, al igual que la de su labio, que se había endurecido ligeramente y formaba como una delicada costra blanquecina y salada.

—Levántate, que nos vamos —ordenó ChooSam

Milk se levantó de manera obediente aunque sin demasiada fuerza, como si fuera un muñeco. Ya no le dolía ahí abajo porque se había tranquilizado, sin embargo hoy tampoco había conseguido derramarse... él, no había podido dejarlo salir...

—Ponte algo ahí —dijo ChooSam señalando la mancha de su entrepierna—, no puedes caminar con eso así por la calle.

Milk cogió un abrigo ligero que le cubría bien la zona y se lo puso encima. No habló más. No dijo ni una sola palabra cuando llegaron a casa, ni a la mañana siguiente.

Intentaba evitar a toda costa el contacto con ChooSam y si sólo le respondía si le preguntaba directamente.

El resto de días apenas hablaron, se respetaban los espacios y procuraban evitarse mutuamente, el uno por sentirse avergonzado por su comportamiento, y el otro por no comprender y por tener miedo de los sentimientos que se estaban despertando en él.

JungWoo y Choco, que estaban trabajando también en el restaurante notaron el ambiente tenso entre los dos, pero estaban más centrados en vivir su idílico amor que en profundizar sobre las posibles causas del comportamiento de sus compañeros.

ChooSam, por su parte, reflexionaba en silencio. "Me he pasado, no he debido hacer eso... me he dejado llevar por la ira y la frustración" Pensaba. "Pero, ¿es que él no se ha extralimitado también? ¿cómo ha podido demostrar esa complicidad con mi madre sin saber por todo lo que yo he pasado y he tenido que sufrir con mi familia?" pensaba para justificarse. "Además, me ha insultado, ¡me ha llamado perro! ¿cómo se atreve ese mocoso? Sí... es cierto que yo también se lo llamé a él pero... ¿es que no sabe respetar a sus mayores?" Continuaba excusándose.

Milk, por la suya, tenía demasiados pensamientos y sentimientos en su interior. Por una lado, estaba enfadado por tener que depender de ChooSam, estaba molesto porque fuese así de cruel con él y utilizara esos trucos baratos para hacer su voluntad, manipulando a su antojo su deseo y su excitación. Pero por otra parte... sentía que había abierto una puerta a lo desconocido (y maravilloso).

Él siempre fue un gato dominante. Si quería jugar con JungWoo jugaría él antes que Choco, él comería antes que Choco, incluso si le gustaba el sitio en el que Choco estaba sentado lo obligaría a marcharse para colocarse él. Choco siempre fue más sumiso y nunca le contrariaba en nada, aceptaba de manera natural su papel de subordinado y meneaba la cola feliz cada vez que estaba con JungWoo. A veces hasta el mismo JungWoo actuaba como un vasallo. Milk no tenía que preocuparse porque la jerarquía estaba clara y él estaba en la cima.

Sin embargo la relación con ChooSam rompía todos estos esquemas de dominación. Por primera vez, él era el gato sumiso y las jerarquías de poder eran diferentes. Esto lo descolocaba pero a la vez le abría un mundo nuevo de sensaciones que le resultaban fascinantes. Quería seguir experimentando ese camino pero no es como si pudiera decírselo con claridad al tío ChooSam.

Al final, y tras varios días, fue ChooSam quien rompió el silencio.

—Yo... quería disculparme... —empezó a decir tímidamente cuando se quedaron solos— a veces soy un poco... dominante.

Milk lo miró pero no habló y ChooSam se rascaba la cabeza intentando encontrar las palabras adecuadas.

—Quiero decir... siento haber hecho cosas... que podrían disgustarte... —decía suavemente—. Pero es que tu comportamiento con mi madre fue... —se detuvo

"¡No! No estoy aquí para regañarlo." Pensó. "Voy a pedirle disculpas... ¡así no se piden unas disculpas!" No sabía cómo hacerlo, tampoco es que pidiera disculpas con frecuencia.

—Quiero decir... —continuó diciendo— que... que lamento haberte hecho esas cosas y te pido disculpas.

—Dominante...— susurró Milk como si sólo hubiese escuchado esa primera parte de la conversación

—¿Qué? —dijo un poco confundido ChooSam— Sí... bueno, tiendo a serlo a veces... lo siento —respondía.

—¿Y crees... que podrías enseñarme algo más de eso? —dijo suavemente Milk

—Sí... por supuesto... Espera ¡¿qué?!

Continuará... 

Choco Milk Shake continuación Made in Spain [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora