Capítulo 98.- Tres son multitud (JungWoo y Choco)

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—¡Qué bien! —exclamaba Choco contento— ¡Será todo como al principio! ¿Recordáis cuando estábamos juntos solo los tres? Era muy divertido.

Pero JungWoo y Milk no compartían para nada esa emoción.

—A ver, las circunstancias no son las mismas, Choco —lo interrumpía JungWoo.

—Sí. Yo estoy intentando casarme.

—Yo tengo mucho trabajo —volvía a decir JungWoo.

—¡Esta noche veremos una película juntos! —respondía Choco como si no los escuchase.

JungWoo y Milk suspiraron y siguieron con sus respectivas tareas.

—¿Qué vas a hacer? —le dijo JungWoo en tono serio a Milk.

—Realmente no lo sé muy bien. Tampoco quiero molestaros demasiado a Choco y a ti... Si hace falta, puedo irme al pueblo con la abuela.

—Estaremos bien, no te preocupes.

Eso era lo que su boca decía, pero en el fondo de su corazón sí que sentía que la presencia de Milk los perturbaba un poco, sobre todo a cada intento de acercarse a Choco que hacía.

Milk lo intuía y se sentía culpable e incómodo por la situación a la que él había dado lugar.

Del mismo modo, la euforia inicial de Choco duró lo que ChooSam tardó en llamarlo y decirle que necesitaba que recogiese a los niños.

—¿No querías ver una película esta noche? —dijo JungWoo.

—ChooSam me necesita para que recoja a los niños y los ayude con sus tareas...

—¿Vas a llegar muy tarde?

—No. ¡No te preocupes!

Pero sí llegó tarde, porque después de ayudarlos con sus tareas, ChooSam tuvo que hacer inventario y cuadrar la caja, por lo que Choco debió llevarlos a casa y ayudarlos a bañarse, prepararles la cena y suplir algunas de las tareas de las que, hasta entonces, se encargaba Milk.

—Dale a Hana el pijama naranja... Le gusta mucho su pijama naranja —le decía Milk nostálgico por teléfono.

—Vale.

—Vigila que Haru se lave bien los dientes. Que no le gusta.

—¡A mí tampoco me gusta!

—Choco, céntrate... los niños.

—Está bien, Milk. Nos lavaremos todos los dientes.

Esa noche llegó muy tarde. Milk se había acurrucado en el sofá de la sala mientras que JungWoo dormía en la habitación. Choco se recostó a su lado.

—¿Ya has llegado?

—Sí... Les he dado de cenar y los he acostado. Le he leído un cuento a Haru.

—Mmmm —contestó JungWoo medio en sueños.

—JungWoo... ¿Podríamos tener niños nosotros también?

—Choco, déjate de tonterías y duérmete. Bastante tenemos con mis primos...

—Vale... Es sólo que recuerdo cuando tú eras más niño y yo un cachorro... Eran buenos tiempos. A veces echo de menos esos tiempos... Ojalá pudiera estar contigo como en aquel entonces —susurró, pero JungWoo ya no lo escuchaba.

Al día siguiente la mañana amaneció como de costumbre. Milk se levantó temprano y preparó desayuno para todos. Sonó el teléfono.

—¿Sí? ¿Los niños? ¡Yo me encargo! —dijo Choco para salir corriendo.

—¿Qué pasa?

—El tío ChooSam necesita que los lleve al colegio. ¡Voy enseguida!

—Está bien... —susurró Milk.

Pero JungWoo estaba visiblemente molesto.

—¿No me ibas a acompañar hoy? Tengo que trabajar esta tarde y esta mañana teníamos que ir a comprar cosas para el restaurante.

—JungWoo... Tengo que llevar a los niños al colegio. Luego te puedo acompañar.

—No te preocupes, ya voy yo.

"Con todo lo que tengo y encima esto...", pensaba JungWoo. "Gamonoséqué, y a vivir conmigo. Y claro, como no se puede hacer cargo de los niños, Choco se ofrece voluntario a hacerlo cada vez que hace falta..."

"Tengo que retomar el control, tengo que poner cosas en orden", se dijo JungWoo.

Y en breve se presentó la ocasión. Surgió un viaje de dos días para JungWoo en la empresa, al que podía llevar una persona que lo acompañase. Mina no podía en ese momento, así que JungWoo propuso llevar a Choco y nadie le puso inconveniente.

—Pero JungWoo... ¿Cómo voy a irme de viaje así?

—¿Me vas a dejar solo? —dijo, cuando lo que quería decir es "¿es que ya no soy tu prioridad?"

—No... Pero es que es muy mal momento. ¿No se puede aplazar?

—No. No se puede.

—¿Cuántos días? Son solo dos días, una noche fuera de casa.

—Pero... —empezó a protestar Choco, pero aceptó— Está bien.

Y llegó el día del viaje sin apenas darse cuenta y ambos se despidieron de Milk.

—Llámanos si sucede algo —dijo Choco.

—Puedes quedarte en casa, espero que mejores pronto —dijo JungWoo.

Llegaron temprano a su destino y Choco se dirigió a la habitación del hotel mientras JungWoo acudía a la reunión que había en la sala habilitada a tal efecto en el mismo hotel. La reunión transcurrió sin problema y terminó de forma más breve de la esperada.

—¿Quieres comer con nosotros, joven? —le dijo uno de los miembros de la directiva de la empresa con la que se acababa de cerrar el trato.

—Yo... Es que tengo que irme... —intentó negarse JungWoo

—Vamos, vamos, tu mayor te lo está pidiendo —dijo otro de los miembros del equipo.

—Está bien, pero no puedo quedarme mucho rato... Me están esperando.

A JungWoo le ofrecieron bebidas y, aunque intentó rechazar cortésmente la mayoría, tuvo que beber. Mientras tanto, Choco se desesperaba en la habitación como un cachorro al que se encierra en un piso...

"Dijo que no tardaría mucho... ¿Estará todo bien?", pensaba continuamente. Pero sus pensamientos no eran exclusivamente para su amado JungWoo, ahora también los ocupaban sus amados niños, sobre todo el pequeño Haru. "¿Habrá comido? ¿Irá a jugar a fútbol? ¿Se portarán bien los otros niños con él? Espero que si alguien se mete con él se defienda así y así", decía haciendo gestos de golpear el aire con la mano.

Y sumido en sus pensamientos, se abrió la puerta de la habitación.

—¡JungWoo! —exclamó nada más verlo.

—¡Choco! ¡Cuánto me alegro de verte! —respondió un JungWoo claramente ebrio.

—JungWoo... ¿Has bebido? Si a ti no te gusta... Y no te sienta demasiado bien...

—¿Qué podía hacer? No estabas allí para protegerme... —dijo riéndose.

—Porque... me has pedido que me quede aquí.

—Y has obedecido como un buen perrito obediente —bromeó JungWoo.

—JungWoo... ¿Te ayudo a ducharte? ¿Quieres agua?

—No... Quiero estar contigo —dijo en tono seductor— ¿Acaso no quieres estar conmigo?

Uno de los botones superiores de su camisa se había abierto y, hábilmente, JungWoo se abrió otro, dejando al descubierto su delgada y blanca clavícula, en clara tentación hacia su compañero.

—JungWoo... Creo que no estás...

Pero no pudo terminar de hablar. Un apasionado beso le cerró los labios.

Continuará... 

Choco Milk Shake continuación Made in Spain [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora