Capítulo 84.- Interruptus (Milk y tío)

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Poco a poco, todos se iban adaptando al nuevo entorno y a la nueva rutina. Es cierto que habían cambiado muchos aspectos de su vida, pero nada a lo que no se le pudiera coger maestría con un tiempo de práctica.

Sin embargo, una cosa estaba clara, desde que llegaron los niños, ChooSam y Milk no habían tenido tiempo, en absoluto, para estar juntos, pues cada vez que parecía que tendrían el momento y la posibilidad de compartir un ratito a solas, siempre pasaba algo.

Una de las tardes, mientras los niños estaban distraídos con su programa favorito, Milk fue a darse un baño, y ChooSam vio la oportunidad de colarse furtivamente con él.

—¿Qué haces? ¡Vete! —gritaba entre susurros Milk.

—¿De verdad quieres que me vaya? —dijo contemplando el hermoso cuerpo de su pequeño compañero felino, cubierto por una pequeña toalla que tapaba sólo lo más necesario— Hace tiempo que no estamos juntos...

Acto seguido y sin darle tiempo a argumentar, lo abrazó y lo besó, primero con ternura, y después con intensidad y pasión.

—Los niños están fuera... —decía Milk intentando recuperar la cordura que el deseo le robaba.

—Están viendo unos dibujos... —respondió ChooSam mordiéndole suavemente el lóbulo de la oreja, y sintiendo como Milk, por momentos, cedía a su necesidad.

—Pero... —replicó Milk, aunque fue en vano.

Su protesta se silenció con otro beso, mientras las hábiles manos de ChooSam resbalaban por sus hombros, haciéndole estremecerse con cada caricia.

Con decisión, lo aferró a él y la velocidad de los besos aumentó como si estuvieran cegados de ansias y de pasión. De un golpe, ChooSam lo subió a la encimera del lavabo y le abrió las piernas con rudeza.

"¡Oh! Cuanto echaba de menos esto..." pensó Milk por un instante. El mármol estaba frío, pero su cuerpo lo calentaba. Lo deseaba. Lo deseaba intensamente, así que, rindiéndose a los besos de su amado, lo rodeó con sus brazos, entregándose completamente a su voluntad.

Aunque eso, apenas duró un minuto.

—¡Papá! ¡Papá! —gritaba Hana golpeando la puerta del baño— ¡Haru no me deja ver mi programa! ¡No me deja! ¡Papá dile algo!

Lógicamente, el ánimo y todo lo demás, se les vino abajo. ChooSam abrió la puerta, un poco malhumorado.

—¿Qué pasa, Hana?

—¿Qué estáis haciendo?

—Estoy ayudando a lavarse el cabello a Milk —respondió ChooSam— ¿Quieres algo?

Milk, muerto de vergüenza, ya se había metido en la bañera y la espuma cubría todo su cuerpo.

—¡Oh! ¡Yo también quiero lavarle el cabello al tito Milk!

—¿Pero no decías que estabas viendo un...?

—Déjala —interrumpió Milk—, así no discutirán los hermanos y Haru podrá ver lo que quiera.

Ambos se miraron con pena, pero era la mejor decisión.

—Uiiiii... frus, ¡frus! —imitaba Hana felizmente el sonido que hacía el champú al rozar las manos por la cabeza—. Papá no sabe hacerlo, ¿verdad? ¡Yo lo hago muy bien! Whoa... El tito Milk tiene un pelo muy suave...

Y esa vez, nada pasó.

—¡Milk! ¡No hagas ruido! —dijo ChooSam entre susurros cerrando la puerta de la habitación.

Era otra de las noches que parecían tener el privilegio de poder disfrutar juntos.

—¿Qué pasa?

—¡Los niños se han dormido! ¡Tenemos un rato para nosotros!

—¡Ni se te ocurra! Que estoy muy tranquilo ahora mismo.

—Pero Milk... —empezó a decir ChooSam con voz profunda, seductora, acercándose a él emanando un aura sensual— ¿Crees que no sé realmente lo necesitado que estás? Puedo darte lo que necesitas.

—Te he dicho que no... Pervertido... —decía Milk con un tono entre el deseo y la burla.

—Sabes que puedo obligarte... —dijo ChooSam tirándose en la cama, sobre él y sujetándolo por las muñecas.

Ambos enamorados se quedaron frente a frente y la distancia entre sus rostros fue recortándose hasta que sus labios se encontraron.

—Parece que no tengo que obligar a quien está tan dispuesto a ello... —se rió ChooSam.

—No aceptas un 'no' por respuesta, ¿verdad? —dijo Milk, juguetón, rodeándole el cuello con sus brazos.

—Tampoco es que tu negativa sea muy férrea... —contestó ChooSam, mofándose del deseo incipiente que empezaba a despertarse en su compañero.

El pijama del Milk mostraba desabrochado su primer botón, como si fuera una invitación a acariciar su esbelto cuerpo. Los competentes dedos de ChooSam comenzaron a abrir el resto de botones mientras dejaba caer su peso sobre el cuerpo de su amante.

Su masculinidad había despertado y formaba un bulto en la parte interna de sus pantalones que al rozarse con el cuerpo de Milk se encendía cada vez más.

—No sé si podré controlarme —dijo ChooSam mientras sentía que la racionalidad lo abandonaba por momentos.

—No lo hagas... —lo provocó Milk.

Sus ojos se encontraron y ChooSam le dedicó su mirada, esa mirada, aquella mirada que le despertaba todo tipo de sentimientos, que lo hacía derretirse por completo.

Pero todo aquello, apenas duró un instante.

Los reflejos felinos de Milk escucharon y percibieron lo que estaba a punto de pasar antes de que sucediera y, automáticamente, como movido por un resorte invisible... reaccionó.

—Papá... —dijo el pequeño Haru abriendo la puerta de la habitación, por supuesto, sin llamar— Papá... he tenido una pesadilla...

La escena que se encontró fue de lo más costumbrista. Milk tenía el pijama perfectamente colocado, se encontraba cubierto con la sábana, y leyendo tranquilamente un libro, mientras que ChooSam, sentado en el borde de la cama, parecía estar pensativo.

—Papá... ¿estás bien?

—Sí, hijo —contestó ChooSam con lágrimas en los ojos.

—¿Te pasa algo? ¿Te duele la barriga?

—Sí... Esto... Un poco...

—¡Dormiré aquí entonces! Pero no es porque tenga miedo, es porque quiero cuidar de ti. ¿Puedo tito Milk?

—Claro que sí, Haru —respondió Milk, con absoluta tranquilidad.

—¡Bien! —dijo saltando a la cama— Papá, ¿no te acuestas ya?

—Voy a estar así un ratito más, no te preocupes —dijo ChooSam intentando recuperarse de la precisa patada en la entrepierna que le había propinado Milk, en el acto reflejo del nerviosismo por sentir que Haru se aproximaba.

Ni el nitrógeno líquido hubiera enfriado los ánimos a tanta velocidad.

Continuará...

Choco Milk Shake continuación Made in Spain [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora