Capítulo 112.- No así (JungWoo, Mina y Heebom). Parte 3 de 3 [ADVERTENCIA]

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[ADVERTENCIA: capítulo extremadamente explícito y con fuerte violencia verbal hacia las personas del colectivo LGTBI. Si eres muy sensible respecto a este contenido, puedes continuar al siguiente capítulo. ¡Gracias por leer! ¡Feliz día!]

—¡Oh! ¿Pero qué eres, una monja? Eres muy bonita, ¡deberías vestir más sexy!

Mina escuchó el comentario justo detrás de la puerta. Aún no habían entrado a la sala de aquel restaurante japonés que habían reservado expresamente para ellos. 

Con el objetivo de firmar el contrato en armonía, tendrían una cena de empresa al más alto nivel: los directores de los departamentos de ambas compañías, los presidentes, y Mina, que, por supuesto, iría acompañada por JungWoo y Heebom. 

—Veo que ha llegado ya el señor Heo Jeong... —susurró ella.

Al abrir la puerta se dio cuenta de que el inapropiado comentario se lo estaba realizando a la gerente del departamento de Recursos Humanos, que no daba crédito a lo que escuchaba.

—Señora Seo —se apresuró a decir Mina—, le tenemos reservado un asiento en esta parte, si es tan amable, acompáñeme... 

Fue la mejor estrategia que se le ocurrió para apartarla de ese hombre.

"Tengo que aguantar, tengo que soportarlo", se decía.

—¡Jovencita! —dijo el señor Heo Jeong— ¡Siéntate a mi lado! ¿Y tu padre? ¡Es de mala educación hacernos esperar!

—Llegará inmediatamente, no se preocupe —contestó ella.

Heebom, como movido por un instinto protector hacia su novia, se sentó a su lado inmediatamente. Y a JungWoo no le quedó otra opción que sentarse justo en frente de aquel distinguido cliente con quien esperaban cerrar el contrato hoy.

Las mesas eran rectangulares y estrechas, por lo que JungWoo estaba bastante cerca del señor Heo. Podía ver como, en un momento determinado, éste le puso el brazo por encima a Mina. 

JungWoo pudo contemplar claramente cómo ella se tensaba, pues no le gustaba el contacto de ese hombre. También pudo ver cómo Heebom apretó los puños sobre la mesa y casi podía sentir la frustración que estaba conteniendo.

—¡Señor director! —exclamó uno de los empleados y todos se pusieron en pie para recibirle.

—Buenas noches a todos. Buenas noches, señor Heo Jeong. He traído los contratos. Si le parece bien, podemos firmarlos ahora mismo.

—¡Ja! No. ¿Qué prisa tienes? Bebamos primero. ¡Bebamos! 

El padre de Mina apretó las carpetas que sostenía en su mano y desvió la mirada. No le gustaban las medias tintas, tenía las cosas muy claras en los negocios y siempre respetaba el principio general de separar los negocios y el placer.

"Si hubiera que celebrar, se celebraría una vez firmado el contrato, no antes", se decía.

—Está bien, sentaos todos —ordenó a sus empleados.

Se sentó al lado del señor Heo Jeong, de tal modo que el cliente tenía a un lado al presidente de la empresa y al otro lado a la hija del presidente. Lo estaban tratando como a toda una celebridad.

Sin embargo, la cosa, pronto empezó a calentarse.

—¡Otra copa! ¿Por qué no me sirves otra copa?

Mina le sirvió, por enésima vez, con una sonrisa incómoda.

El cliente bebía como un cosaco, y si sobrio era insufrible, con unas cuantas copas de más era despreciable...  

Choco Milk Shake continuación Made in Spain [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora