Capítulo 100.- Yo también (Milk y tío)

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ChooSam entró rápidamente por la puerta del hospital y se dirigió a la consulta donde estaba el pequeño Haru.

Le estaban haciendo una radiografía y en la puerta estaba Milk, esperando sentado en una silla. ChooSam recuperó el aliento antes de hablar.

—Gracias por... Hacerte cargo... He tenido que cerrar corriendo y no he podido venir antes... —dijo ChooSam suavemente.

—No hay de qué... —respondió Milk en el mismo tono amable— Sabes que cualquier cosa con los niños, me haré cargo sin problema...

Se sentaron ambos en la sala de espera, aguardando los resultados de Haru. No habían hablado ni habían tenido contacto en bastantes días, así que no sabían muy bien cómo actuar ni qué decir.

—Yo...

Hablaron los dos a la vez tras un rato de silencio.

—Tú primero —dijo ChooSam.

—Yo... Lamento que haya resultado así. Estoy trabajando en ello... —respondió Milk.

—No te preocupes. No tienes la culpa. Tal vez ha sido todo muy precipitado... Yo... Te apoyaré.

—Te... Te echo de menos —dijo Milk, sincerándose.

—Yo también. Bueno, para ser exactos, siento que no puedo vivir sin ti —dijo ChooSam riéndose, pero escondiendo una amarga realidad.

—Me esforzaré para mejorar pronto... —susurró Milk.

—Está bien que te esfuerces, pero no creo que todo pueda reducirse a eso... Debo decirte algo... Yo... Yo también he pasado por eso.

Milk abrió los ojos en señal de asombro.

—¿Tú? ¿Cuándo? ¿Por qué?... ¿Conmigo?

Eran demasiadas preguntas y ChooSam rió fuertemente antes de contestar.

—Yo ahora ya no tengo miedo, tengo las cosas más claras. Supongo que es la edad... —dijo sonriendo, un poco avergonzado por sacarle varios años a Milk.

—¿Cómo lo superaste? —preguntó Milk.

—Conocí a la persona adecuada —dijo volviendo el rostro y mirándolo a los ojos— Eso... Y solucioné varias cosas que tenía pendientes.

—¿Qué cosas?

ChooSam se recostó con más comodidad en el sillón de la sala de espera.

—Ya sabes que yo, cuando era más joven, estuve con mucha gente...

—Sí —dijo Milk en tono seco, aderezado con un toque de celos.

—Casi la totalidad de esas relaciones fueron muy efímeras. Eran aventuras de una noche. No me comprometía con nada ni con nadie, pensaba que así era más feliz. No quería abrir mi corazón a nadie porque creí que, de hacerlo, sufriría. Prefería el disfrute del momento, aunque fuese un disfrute fugaz y perecedero, a atarme a una persona.

Milk lo escuchaba atentamente.

—Además, en mi caso, estaba el tema de mis padres... Siempre queriendo hacer "lo correcto" —rió—. Quería rebelarme contra ellos... Fui tan inmaduro... Yendo de un sitio a otro, con hombres y mujeres, sin crear nunca ningún vínculo... En fin. El caso es que pude identificar lo que me pasaba, ver cuál era la raíz del problema y ponerle solución...

Hizo una pausa.

—Lo siento, no me expreso demasiado bien...

—Creo que te comprendo... —dijo Milk— Creo que entiendo lo que quieres decir y me alegra mucho que pudieras solucionarlo...

—Tú también podrás. Yo, por mi parte, esperaré lo que sea necesario...

Ambos se miraron a los ojos. Todo estaba en silencio y no había nadie alrededor. Acercaron sus rostros tanto que podían ver su reflejo en las pupilas del otro, sentían una ganas irrefrenables de juntar sus labios y fundirse en un dulce beso, pero justo en ese momento... se abrió la puerta de la consulta y salió el médico.

—¿Padres de Haru?

—Sí —dijeron los dos al unísono.

—Perdón... —dijo Milk. Su preocupación le había hecho hablar demasiado rápido.

—Somos nosotros —reiteró ChooSam. El médico los miró, pero no dijo nada.

—No hay ningún hueso roto, es un pequeño esguince en el brazo que se curará en unos días. Le harán un vendaje apropiado y tiene que venir a revisión pasado mañana. Le recetaré unos calmantes por si le duele mucho.

—Entendido, doctor. Gracias.

Esperando el vendaje llegaron Choco y JungWoo. Era bien entrada la noche.

—¡Ya estamos aquí! —gritó Choco— ¿Cómo está Haru?

—Choco, JungWoo, muchas gracias por venir... No sé qué haría sin todos vosotros... —dijo ChooSam mirando a los tres jóvenes— Respecto a Haru, no hay que preocuparse, está bien. Tiene un esguince en el brazo.

—Hana ha tenido que quedarse sola en casa, me iré de inmediato con ella —dijo Milk.

—¿Puedo ver a Haru? —preguntó Choco.

—Le están haciendo un vendaje, creo que puedes pasar —contestó ChooSam.

—¡Haru! ¿Cómo estás pequeño? —dijo Choco nada más entrar.

—¡Tío Choco! Mira... —dijo mostrándole el brazo— Me duele...

—¿Te duele mucho? Bueno, ánimo. Eres un chico fuerte, ¿verdad? Vas a aguantar el dolor como todo un hombre. ¿A que sí?

—¡Sí! —dijo inicialmente— Pero... Es que me duele mucho...

—Se te pasará pronto... No te preocupes... ¿Cómo ha sido?

—Estábamos en la práctica de fútbol y... Bueno... —desvió la mirada al suelo un momento— Un compañero chocó conmigo y me caí.

—Chocaría bastante fuerte...

—Sí... —susurró Haru.

—Bueno, ya verás como vuelves a jugar dentro de poco.

—¿Jugarás conmigo, tío Choco?

—¡Claro que sí! —dijo acariciándole la cabeza.

En la distancia, ChooSam los miraba con ternura, con cierta felicidad de que se llevaran tan bien. Sin embargo, la mirada de JungWoo era distinta, reflejaba una mezcla de perplejidad, desasosiego, y consternación. Pero nadie se dio cuenta.

Con el ajetreo de la rutina, pasaron unos cuantos días. Milk seguía quedándose de momento en casa de JungWoo, quien iba a trabajar a la empresa del padre de Mina como de costumbre. ChooSam y Choco se hacían cargo del restaurante y todos se turnaban para hacerse cargo de los niños.

Pasaron los días y ni una palabra se dijo sobre el miedo al compromiso de Milk o sobre los sentimientos encontrados de JungWoo.

Sin embargo, hay situaciones a las que no se les puede poner un velo e ignorar lo que estaba sucediendo. Determinadas cosas pueden ir erosionando una superficie regular y lisa hasta convertirla en un terreno lleno de grietas.

Uno de los días que había sido especialmente estresante para JungWoo, pensó en relajarse por la tarde con Choco, pero nuevamente priorizó acompañar a Haru a sus prácticas de fútbol, cosa que había estado haciendo casi todos los días últimamente.

JungWoo sintió que no podía más.

—Milk...

—Dime.

—Vamos a beber. Salgamos a algún sitio.

Continuará... 

Choco Milk Shake continuación Made in Spain [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora