La reina olvidada (Origenes parte I)

Capítulo 6

26 de noviembre, año 2149 -Actualidad

Ojos rojizos- anaranjados me miraban profundamente pidiendo mi rendición a su control. Me hacía devolverle la mirada sintiéndolo dentro de mi mente, apoderándose de cada pensamiento y convirtiéndose en mi única y completa atención. Invadiéndolo todo, marcando cada centímetro de mi piel con el toque de sus dedos llevándose las gotas de mis fluidos corriendo libremente entre mis piernas hasta mojar la cama. Arqueé mi cuerpo cuando un nuevo espasmo de placer me hizo buscar la liberación.

Su pene me penetraba con calma pero profundamente, empujando mis puntos más sensibles y estirándome hasta crearme un nuevo umbral del deseo. Jadeé contra sus labios y sintiendo la piel de su cuerpo desgarrarse por la fuerza de mis uñas, el olor a sangre invadió la habitación y sus ojos se volvieron un poco más rojos.

Braxton Arscorth se inclinó hacía mi cuello con parte de sus colmillos expuestos, pensando en tomar de mi sangre o marcarme.

Cualquiera de las dos opciones me hicieron empujarlo hacía mí...

***

- ... El clima de esté día se presentará con una temperatura máxima de 18 grados centígrados y una mínima de 7 grados, probabilidad de precipitaciones de 12 por ciento, humedad al 37 por ciento, viento a 10 kilómetros por hora...- Apagué el despertador y me cubrí el rostro.

¿Qué demonios pasaba conmigo? ¿Qué clase de sueños tan inapropiados me estaba permitiendo tener? Me incorporé y toqué con cierto sentimiento de vergüenza mis bragas que estaban empapadas.

Me levanté para darme otro baño con un gruñido de disgusto dirigido hacía mi misma.

Una hora más tarde salí de mi departamento y tomé mi automóvil para ir a la dirección que me había mandado Braxton. Al llegar a la puerta volví a revisar si no me había equivocado de lugar, ¿No era esta una de las empresas del grupo de Aryan Markovic?

- Llegas a tiempo.- La voz de Braxton llegó solo a unos centímetros de mi oído derecho. Salté del susto sin haberlo detectado y puse varios pasos de distancia entre nosotros, él ladeó la cabeza solo por una fracción, curioso por la evidente evitación pero no lo cuestionó.

- Es importante la puntualidad.- Sonreí nerviosa viéndolo vestir con un traje negro de líneas y una camiseta anaranjada debajo de un chaleco a juego con el traje. La camisa con sujetadores de manga que las mantenían arremangadas, su cabello negro y corto hacía un enorme contraste con su piel pálida aunque sus ojos estaban ocultos por lentes oscuros. Evité verlo también sintiéndome enferma por haberme imaginado en mis sueños los tipos de músculos que se escondían debajo de esa ropa formal.

Reforcé más que nunca mis barreras mentales e hice una señal hacía el edificio.

- ¿Es este lugar?- Cuestioné.

Braxton asintió.

- En efecto, ¿Entramos? - Me hizo un gesto anticuado hacía la entrada. Ahogué una sonrisa ante sus modales y pasé primero a la recepción donde una de las recepcionistas ya parecía estar esperando y nos indicó el camino a través de la primera planta con un estilo discreto en colores neutros conservando todos los aspectos de cualquier conglomerado poderoso... solo que este no pertenecía a cualquiera, sino al más rico de todos.

Entramos a un ascensor permaneciendo en silencio los tres. Junté mis manos un poco nerviosa y giré la cabeza para ver una especie de decoración en la esquina del ascensor, era como una pequeña figura de color blanca que representaba una parte del escudo familiar de los Markovic. Estiré mi dedo curiosa y toqué la cabeza de la figura, sólo la toqué y está cayó al suelo rompiéndose con un sonido demasiado fuerte para todos dentro.