11 de agosto, año 2166
Natasha Petrov
El avión ni siquiera terminaba de aterrizar, pero mis manos sobre el volante de la motocicleta no dudaron.
Ajusté mi casco y sonreí complacida cuando la compuerta se abrió y la mestiza medio bruja se subía a su propio vehículo de dos ruedas al lado del mío. Ambas activamos los motores al mismo tiempo, calentamos con el acelerador y el freno, esperando a escuchar los pasos furiosos avanzar hacía nosotras antes de liberar el freno y avanzar hasta salir.
Mi estómago se agitó y la adrenalina recorrió mi cuerpo cuando me suspendí en el aire, pero me preparé para el impacto sabiendo que los amortiguadores estaban diseñados para soportar la caída. Mantuve la fuerza cuando las llantas dieron con el suelo y no permití que el control de la motocicleta se escapara de mis manos. La lucha duró poco antes de que el camino por la pista de aterrizaje fuera estable.
- ¡Definitivamente es vida, joder! - Emmaline se emocionó por el comunicador y me reí de acuerdo.
Nuestros padres nos matarían si se enteraran de lo mucho que nos gustaba arriesgar nuestras vidas, pero era demasiado adictivo hacer cosas que nos llevaban por el camino de la adrenalina.
Miré el tablero, dándome cuenta de que estaba llegando al límite de velocidad al incorporarnos al camino que llevaría a la academia desde su aeropuerto privado. Pensé en tomármelo más tranquilo sabiendo que ellos tardarían en alcanzarnos cuando un deportivo rojo nos arrebazó con mucha velocidad, desestabilizando mi camino.
Sonreí con ironía reconociéndolo y Emmaline fue la primera en reaccionar, aumentando la velocidad hasta llegar al límite, tratando de colocarse al lado de su prometido.
Los seguí de cerca, pero cuidando mi distancia sabiendo que no era tan buena como ella para manejar las curvas que consiguieron, por lo que eventualmente terminé atrasándome y disminuyendo la velocidad activando la entrada de la academia. Las puertas enormes con las iniciales de Aryan Markovic, el director de la academia, el metal en negro con toques dorados que evitaban el reflejo por el sol se abrió. Accedí por el estacionamiento exclusivo de las familias con más poder entre las razas y me detuve frente al escudo de los Petrov.
Bajé, quitándome el casco para ver al heredero al trono de los vampiros, Morgan Schevert, acorralando a Emmaline contra la puerta de su carro y ella estaba mirándolo atentamente con sus manos en sus mejillas.
Rodé mis ojos.
- Ya, ya, par de enamorados. Tienen público. - Dije acercándome.
- ... La conversación no ha terminado.- Le advirtió Emmaline a Morgan cuando este se alejó, pero en seguida se distrajo cuando otros dos vehículos se estacionaron, uno en el escudo De Sage y otro al lado de mi moto.
Mijaíl se acercó hacía mi con el ceño fruncido, pero Gwydion le rodeó los hombros para mantenerlo a raya mientras se acercaban.
- Ya decía yo que a mi prometida le faltaba el perro guardián.- Morgan atacó de inmediato a Mijaíl.
- Ya veo que hoy amaneció de particular buen humor, su alteza.- El vampiro rubio sonrió.- Lo suficiente para decir puras estupideces.
- Me preguntaba desde un principio que había de bueno en que un Petrov se uniera a la academia y luego recordé que necesitaba quién limpiara mis zapatos.- Morgan provocó a Mijaíl, sabiendo que nadie podía tocarle ni un pelo solo por su nombre y posición de príncipe heredero. Tomé el brazo de Mijaíl para recordarle lo importante que era no meternos en contra los Schevert y él inclinó la cabeza ligeramente ante Morgan, admitiendo su derrota, aunque se veía claramente lo mucho que lo odiaba.
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La reina olvidada (Origenes parte I)
Vampire"¿Cuánto puedes esperar por amor?" "¿Hasta donde el destino se delimita por el tiempo?" Gem De Sage era una bruja que cometió el peor error de su vida a los quince años: salvó una vida. No matar a Cedrick Arscorth tuvo severas consecuencias en su de...