2 de junio , año 1500
Me estaba volviendo loca.
Sandrine no respondía mis cartas, era como si hubiera desaparecido por completo. Mandé un mensajero a verificar si el barco había salido del puerto pero nunca llegó a territorio vampiro.
Estaba segura de que algo le había sucedido y mi ansiedad crecía pensando que ya no tenía un cuerpo al que volver. ¿La habían asesinado? ¿Naufragado? ¿La habían atacado? ¿Estaba jugándome una broma de mal gusto? Maldita sea.
Estaba embarazada de tres meses y no había manera de cambiar nuestros cuerpos si no había un cuerpo que intercambiar.
No lo quería, no los quería.
No eran míos. Yo no era su madre, era Sandrine, pero... me jalé el cabello, ¿Dónde estaba la maldita vampiresa en mi jodido cuerpo?
¿Y si estaba muerta? ¿Si ya no podía volver nunca? Mierda, mierda, mierda, mierda, mierda, mierda.
Me había cubierto con ropa holgada y negra. No quería ver mi estómago, el rechazo y el resentimiento por no poder volver a mi cuerpo me conducían a odiarlos. El trato no era este. ¿En qué desastre se había convertido mi vida? ¿Por qué siempre que pensaba estar a punto de librarme de un profundo hoyo entraba a otro todavía peor?
No ayudaba que me estaba muriendo lentamente.
Mi cuerpo se sacudió por una nueva arcada en el sistema rudimentario de sanitario de los vampiros, solté toda la sangre que apenas había obtenido de Braxton la noche anterior con el vampiro detrás de mí, sosteniendo mi cabello para que no se manchara.
Al terminar, el vampiro me sostuvo y me ayudó a ponerme de pie para limpiar mi boca. Lo hice sin fuerza y mareada me incliné hacía Braxton tratando de empujar de nuevo hacía abajo a mi estómago con la nueva oleada de náuseas que me sacudió.
Recuperé fuerzas y me concentré en enderezarme. Me terminé de arreglar y le pedí al vampiro que me soltara antes de salir de la habitación. Entonces me presenté con la fuerza que no tenía a las doncellas que limpiaban el palacio. Caminé con la mirada al frente y no me detuve hasta que entré a la oficina donde ya me esperaba Amira Arscorth.
Ella levantó una ceja al ver a Braxton detrás de mí pero no dijo nada, permitiéndole entrar.
Amira... La última vez que la vi estaba muriéndose.
En la guerra.
Me sentí incómoda al ver a la primera esposa de Lucius, en su primera vida como Lucius Maxwell I estuvieron casados por mucho tiempo y ella lo traicionó ocasionando su muerte.
No era lo mismo escuchar sobre ella que verla. Era hermosa sin duda pero había un aire en ella que me permitía no confiarme y era esa la razón por la que desde un principio no quise acercarme a ella, podía traicionar por la espalda.
- Braxton.- Ella nombró al vampiro y éste inclinó la cabeza en un saludo formal.- Escuché las buenas noticias, felicidades.
- Gracias.- Él respondió secamente y la vampiresa contestó con una sonrisa de ironía antes de acercarse a mí y tomar mi mano.
- He emitido un decreto para la destitución.- Murmuró tomando mi muñeca y pasando el pulgar por mi vínculo.- Sheila fue encerrada para realizar una investigación por el desvio de acción que ha estado haciendo de la corona y le mandé una carta a Aaron para que controlara a su esposa por una vez en su vida. Habrá una reunión muy importante para reunir la aprobación de cada familia para el cambio de reina.- Ella levantó la mirada para ver la reacción de Braxton antes de sus siguientes palabras.- Tu padre puede que venga.
ESTÁS LEYENDO
La reina olvidada (Origenes parte I)
Vampire"¿Cuánto puedes esperar por amor?" "¿Hasta donde el destino se delimita por el tiempo?" Gem De Sage era una bruja que cometió el peor error de su vida a los quince años: salvó una vida. No matar a Cedrick Arscorth tuvo severas consecuencias en su de...