Historia paralela 15: Lo siento, Jeveret.

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15 de noviembre, año 2150

Nyria Nox

¿Cómo no podía llorar con la tristeza que sentía? Mi corazón dolía y mi pecho se sentía presionado.

Sentía los ojos pesados y sabía que seguramente estaban rojos, pero seguí aguantando el dolor, porque no podía derrumbarme frente al pequeño que no dejaba de gritar porque quería ver a su madre mientras la tierra sepultó el cuerpo de Jazmín y mi hijo lo sostenía para que no se lanzara a la caja.

Declan sostuvo mis hombros, dándome su fuerza y Ministre solo observaba en silencio lo que pasaba. Sus manos estaban juntas y su rostro impenetrable, pero le dolía, cualquiera que la conociera sabría que le dolía mucho saber que estaba muerta.

Raiden sujetó a Leandro a pesar de los gritos y los golpes del niño. No podría saber cómo se estaba tomando la muerte de su compañera de lectura, porque no había dicho ni una sola palabra sobre eso, pero Rai era así, desde pequeño era tan cerrado como lo había sido Jeveret. Algunas veces me decía a mí misma que no debía de compararlos, si Rai era mucho más tranquilo y sosegado. No tendía a la impulsividad y siempre era muy racional en sus acciones.

Aunque odiaba la exposición pública como Jeveret y fue esa la razón principal por la que todavía no le exponía al mundo, fuera de mi círculo íntimo y el ducado Nox. A mi primogénito lo había obligado, pero no quería cometer el mismo error con Rai.

La tierra terminó de llenar el espacio vacío, pero el pequeño mestizo siguió llorando con fuerza, aunque su cuerpo ya no peleaba y en cambio se aferraba a la ropa de Raiden.

Ministre se acercó.

- Yo me haré cargo del niño.- Dijo, inclinando la cabeza hacía Leandro.

- Creo que lo mejor sería que yo lo hiciera.- Respondí.

- Ese niño no es un De Sage, ni un Nox.- Ministre frunció el ceño.- Es un Varion y por ende, mi responsabilidad.

- Yo también soy una Varion.- La confronté.

- No, ahora eres una Nox.- Ministre dijo.- No tienes jurisdicción con Leandro y lo sabes, tampoco nos conviene pelear por él abiertamente, si no queremos exponerlo como un bastardo. Así que, retrocede Nyria.

- Es cierto que es un Varion, pero no puedes ofrecerle lo suficiente y tampoco podemos pelear por el mestizo.- Daclan habló con seguridad.- Así que, propongo que compartamos la custodia, medio año contigo y medio con nosotros.

Ministre y él se observaron mutuamente, retándose hasta que ella inclinó la cabeza y cedió.

- Bien, lo tomaré en Julio.- Dijo, dándose la vuelta. Sabiendo que nosotros podíamos afrontar su crisis emocional por la pérdida de su madre y prepararlo para su nuevo estilo de vida. Accedimos y ella se marchó, su figura viéndose más frágil por la espalda conforme cada paso que daba. De pronto, parecía aparentar en su cansancio la edad que realmente tenía.

Leandro, quién no era consciente de que el rumbo de su vida ya había sido decidido, seguía pidiendo por Jazmín.

- ¡Mamá! - Las lágrimas llenaban su pequeño rostro, rojo de tanto llorar.- ¡No me dejes! ¡Mamá! - Sus gritos eran sorprendentes en un pequeño que siempre había sabido estar tranquilo, pero era solo una señal de lo destrozado que se sentía.- ¡Mamá! ¡Mamá! ¡Por favor! ¡Mamá!

Me limpié las lágrimas, pero salían cada vez más al ver su dolor, reflejando lo que yo sentía y no pude dejar ir ese sentimiento lo suficiente para tranquilizarme hasta que Leandro perdió su fuerza y se quedó dormido. Entonces pudimos llevarnoslo.

La reina olvidada (Origenes parte I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora