6 de noviembre, año 2150
Kaamisha Schevert
Desperté en una suave cama. Fruncí el ceño al no reconocer el lugar pero podía registrar un leve aroma que si me era familiar.
Los colores creaban un contraste muy bonito.Las sábanas impecablemente blancas y la pared completamente negra con muebles modernos y un reloj digital en la pared. El suelo simulaba ser de madera clara y los ventanales con largas cortinas se movían sólo ligeramente por el viento. Me incorporé con lentitud para desviar la mirada hacía el buró donde se encontraban las llaves de mi automóvil y una nota.
"Perdona por no estar cuando despiertes. Mi jet está a tu disposición y tu automóvil en el aeropuerto. Atte. Siu Park".
Había al final, en la parte inferior de la nota estaba dibujado un gato sonriente que me guiñaba un ojo.
Fruncí el ceño y luego suspiré antes de ponerme de pie para buscar mis zapatos y ponérmelos para irme. Verifiqué mi reloj para comprobar que efectivamente estaba en otro continente. Seguramente le había surgido algo al recogerme con Gem y había decidido traerme junto con él. Algunas veces las costumbres no se esfumaban, parecía seguir siendo un adicto al trabajo.
No me molestó despertar en su residencia, ya que sabía que Siu no intentaría nada si yo no lo consentía.
Encontré un conjunto de ropa y artículos de baño nuevos en el tocador cuando estaba a punto de irme y me regresé porque consideré necesitaba un baño antes de exponerme al ojo público. Tomé las cosas y me di una rápida ducha antes de colocarme la falda larga y la blusa que se ajustaba a mi estilo actual pero que era también una maravilla para la vista cuando me la puse.
Había ropa que era hermosa pero se arruinaba al estar en el cuerpo de su modelo y otro tipo de ropa que parecía simple y terminaba siendo simplemente perfecta.
Esta era perfecta. Tarareé contenta y pensé en agradecerle a Siu después. Volví a prepararme para partir y esta vez al salir de la habitación me sentía mucho mejor con el abrigo largo a juego y los zapatos de planta baja... me gustó sentirme así.
Dejé su piso privado para ir hacía abajo, donde ya se encontraban muchas habitaciones de visitas para aquellos miembros de la manada que necesitaban ser protegidos, vigilados o solo como simple ayuda, en caso de que no tuvieran un lugar donde quedarse de la casa de Siu Park. Mientras pasaba, algunos miembros me reconocieron como parte de la familia real y se inclinaron para saludar. Correspondí y mejor preferí pasar más desapercibida pasando por las escaleras laterales de caracol que me llevarían hasta la planta baja, pero después de un solo piso me detuve al escuchar voces.
- ¿Y cómo se supone que vas a convencer al alfa de que te marque? - Era una voz femenina. Me detuve y pegué a la pared agudizando mi oído.- Me parece una mala idea que lo intentes.
- Está en celo, ¿Sabes lo difícil que es ver al alfa en celo? - Preguntó otra voz más chillona, pero también femenina.- Estoy justa también para el mío. Si logro embarazarme de él, me va a convertir en su compañera.
- Cho...- La otra voz dudó.- Él no se ha acostado con ninguna mujer desde que su esposa murió a pesar de que ya ha estado en celo. No creo que puedas hacerlo.
Una risa.
- Por eso conseguí un afrodisiaco y pagué para que se lo pusieran, también logré que su beta se fuera por un par de horas.- Gruñó.- Ese maldito perro siempre lo cuida.
- ¿Entonces irás ahora?
- ¿No lo vez? Esta será la última vez que use cosas tan vulgares y baratas, en cuanto tenga a su heredero, vestiré lo que verdaderamente merezco.
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La reina olvidada (Origenes parte I)
Vampire"¿Cuánto puedes esperar por amor?" "¿Hasta donde el destino se delimita por el tiempo?" Gem De Sage era una bruja que cometió el peor error de su vida a los quince años: salvó una vida. No matar a Cedrick Arscorth tuvo severas consecuencias en su de...