Capítulo 55

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13 de enero, año 1530

- Bien. Ahora, ¿Sientes esto? - Bajé la intensidad de la magia y Arthur asintió.- Haz el contraataque ahora. A la cuenta de uno, dos... tres.- Mandé un ataque mínimo en magia hacía Arthur y pudo repelerlo con sus manos libres. Después, cuando Braxton le enseñara a pelear podría hacerlo con cualquier arma.

Los mejores peleadores solían ser evasores, porque una bruja no podía hacerles nada con magia y la pelea terminaba siendo física. Agregándo que fuera medio vampiro era la receta perfecta para asegurarle una vida siendo lo suficientemente fuerte para protegerse así mismo de cualquier raza. También era fácil pasar desapercibido, porque su lado brujo no sería identificado con facilidad, si el no lo exteriorizaba, ni las matronas lo sabrían.

Mi bis abuelo era un evasor y Nereus De Sage también había sido uno muy talentoso, así que no perdí el tiempo en pedirle a Braxton que se robara sus libros de magia y con esos decidí entrenar a Arthur. En el futuro, él mismo podía experimentar con su don y crear su propio estilo.

Seguí practicando con Arthur hasta que la producción de energía me dolió, perdí el aliento y me sentí mareada. Me senté en el suelo por un momento parpadeando varias veces para enfocarme.

- ¿Mamá? - Arthur preguntó acercándose y colocando su mano en mi hombro.

- Estoy bien.- Sonreí para tranquilizarlo, pero no podía ponerme de pie hasta que Gredel me apoyó con su cuerpo. Hice un gesto hacía los libros en el suelo.- Práctica un poco más sobre los círculos y yo los revisaré en un momento. Arthur movió su cabeza en un gesto afirmativo antes de ir hacía el lugar donde estaban los libros y abrirlos.

- Ya no puedes ni caminar.- Susurró la vampiresa, ayudándome a sentarme a la sombra de un árbol.- Deberías buscar ayuda con tu raza. No es normal que te estés deteriorando así.- Señaló mis mejillas.- Estás muy delgada.

- Estaré bien, seguro es temporal.- Respondí y Gredel correspondió con una mirada de duda, pero no dijo nada. Decidí cambiar el tema hacía ella.- Y dime, ¿No has considerado el matrimonio todavía?

- Mi madre también lo pregunta.- Ella giró sus ojos.- Pero la verdad es que encontrar un hombre como el que yo quisiera es un asunto verdaderamente difícil.

- ¿Y cómo lo quieres? - Cuestioné divertida.

Gredel me observó por un momento antes de que sus mejillas se tiñeran de rosa.

- Muchos dicen que normalmente una niña busca en su esposo a su padre, pero...- Se encogió un poco.- Desde que conocí el palacio y a su majestad pensé que quería un hombre exactamente como él.- Levantó sus manos.- Pero eso no quiere decir que quiera al rey, solo que.- Dudó y luego continuó.- me gustaría que fuera un hombre de pocas palabras, pero significativas acciones, que no se crea abiertamente superior a todos los demás y simplemente haga las cosas, pero que sea un padre como su majestad.

- ¿Cómo Braxton con Arthur? - Cuestioné.

- No.- Negó.- Como con Lucius.- Se rió nerviosamente antes de continuar.- A muchos les podría parecer demasiado cruel su entrenamiento, pero Lucius ha mejorado demasiado en este tiempo, lo suficiente para que ningún noble lo humille o doblegue, como lo hicieron con Braxton durante su juventud. Le da respeto y cabida a sus opiniones en las reuniones, aunque Lucius solo lo vea como algo negativo, pero sobre todo, en este tipo de mundo que vivimos, no se necesita un heredero mimado que no sepa afrontar el dolor, es lo que se espera de él como mínimo y aún así su majestad siempre está detrás de Lucius, por eso nadie se mete con él ni puede contra él.- Ella pensó un poco más antes de continuar.- Soy partidaria de que una madre está para darles amor y consuelo, para ser su afectividad, pero el padre es el que les enseña a sobrevivir y a ser fuertes tanto emocional como físicamente. Si el padre no es lo suficientemente capaz, los hijos van a morir sin ningún tipo de sentido en la vida.

La reina olvidada (Origenes parte I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora