2 de febrero, año 1504
- Me siento extraño.- Zach dijo sin encontrar una buena posición en la silla. Le golpeé el hombro.
- Deja de moverte, van a pensar que estás enfermo y no nos lo van a dar.- Le dije por lo bajo, fulminándolo con la mirada.
Zachary puso los ojos en blanco.
- No seas absurda.- Dijo ganándose otro golpe de mi parte.
Estaba hecha un manojo de nervios. Después de entrenar, recuperarme y reunir el suficiente dinero finalmente podía sacar a Livius del orfanato pero al intentarlo solo se me denegó y después de convencer a Zach le hice firmar un certificado de matrimonio y acompañarme para recogerlo.
Sabía que si hubiera sido una vampiresa me lo habrían entregado de inmediato pero la cuestión racial nos hizo ser examinados a mayor profundidad y ahora, ya que habían aceptado nos permitirían ver a los niños disponibles.
Tamborileé mis dedos, impaciente en la silla de madera en la oficina desgastada con las paredes apenas cubiertas y un escritorio con numerosas astillas hasta que finalmente escuché numerosos pasos y vi una procesión de niños arreglados con lo mejor que tenían, la mirada baja y actitud tímida pero no podía ver a Livius por ningún lado.
La directora del orfanato los señaló.
- Estos son los niños disponibles para la adopción.- dijo con una sonrisa complacida al ver que ya habíamos puesto el dinero sobre la mesa: su mayor condición para permitirnos adoptar.
Me puse de pie y los miré más de cerca, pero comencé a preocuparme cuando no vi al mío. Levanté la barbilla de al menos dos antes de hablar.
- ¿Son todos los niños? - La miré.- Me gustan mucho los ojos violeta, ¿No tiene uno así?
- Tenemos uno pero es alimento para el resto.- Dijo ella con actitud despreocupada.- es humano.
- Me gustan los humanos.- sonreí hacía ella.- ¿Puedo verlo?
La directora de la academia se encogió de hombros y mandó llamar a uno de sus ayudantes para que me trajera al niño humano.
Zachary me observó con curiosidad, pero permaneció sentado sin decir nada hasta que un hombre arrastró por la fuerza a un pequeño de cabello negro y lacio. Él no tenía energía y solo dejaba que lo arrastrarán hasta que lo dejaron frente a mí. Mis manos temblaron y me arrodillé para quitar los mechones de cabello que cubrían su rostro.
Perdí el aliento al ver su cuello lleno de marcas de mordidas y su rostro golpeado. Quería llorar al verlo, pero me tragué el resentimiento y levanté la mirada.
- Quiero éste. - Dije sin vacilación y la mujer solo chasqueó la lengua.
- Como sea, ya no servía para mucho. - Dijo haciendo que el resto de niños se marcharan. Zachary fue el que tomó a Livius después de firmar los papeles de adopción y yo me quedé con una copia antes de seguirlo hacia la salida.
Todo pareció muy sencillo pero mi corazón no dejaba de latir con miedo anticipado hasta que regresamos a casa y finalmente pude sostener a mi pequeño e inhalar su aroma. Respiré profundo varias veces con él dormido por la debilidad y finalmente pude llorar libremente después de bañarlo y acostarlo en la cama que había preparado para él.
Zachary me esperaba en la cocina con una taza de té y sabía por su mirada que me esperaban muchas preguntas y está vez no podría librarme de ellas.
Me limpié las mejillas y sostuve la taza entre mis manos.
- Bien, dijiste que era tuyo pero es humano.- Él dijo.- Quiero escuchar esa historia.
Me mordí el labio. Si quería su ayuda, necesitaría decirle la verdad y Zach en estos años había demostrado ser lo suficientemente abierto a cualquier posibilidad. Me había protegido y enseñado a sobrevivir así que la lealtad que comencé a tenerle decidí compensarla con sinceridad.
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La reina olvidada (Origenes parte I)
Vampire"¿Cuánto puedes esperar por amor?" "¿Hasta donde el destino se delimita por el tiempo?" Gem De Sage era una bruja que cometió el peor error de su vida a los quince años: salvó una vida. No matar a Cedrick Arscorth tuvo severas consecuencias en su de...