Historia paralela 9: Solo soy estúpida

77 5 0
                                    

29 de junio, año 2150 - Actualidad
Kaamisha Schevert

Gem desapareció frente a todos, justo cuando Aiden estaba a punto de alcanzarla para protegerla de sí misma y el hada tardó apenas una fracción de segundo antes de comprender lo que había sucedido al ver a Cedrick reaparecer sin la bruja.

Nunca había visto a Aiden tan molesto. Se abalanzó sobre Cedrick y le dio varios puñetazos hasta que sus propios nudillos se cubrieron de sangre, enseñando sus cuatro colmillos que normalmente siempre escondía con mucho cuidado, pero no imaginaba que pudieran verse tan terroríficos.

Su piel se volvió como el fuego y tomó al mestizo por el cuello que estaba completamente mojado después de reaparecer.

- ¿Dónde está? - Exigió. Cedrick trató de respirar a pesar de la sangre que lo estaba ahogando.

No podía verlo. Mis instintos afloraron y mis uñas se crisparon, pero Siu me puso una mano en el brazo. Sentí cosquillas por su toque.

- Este se lo merece. Aiden no lo va a matar.- Dijo con calma, el movimiento sutil envío un sonido ligero del cascabel de una de sus orejas. Me relajé casi al instante por el tintineo.

Cedrick era el alma con quién compartía hoja en el árbol de la vida, en temas más simples sería decir que era mi alma gemela y el hecho de que también fuera padre de Carel me hacía reaccionar de manera instintiva, a pesar de que sabía que no debía entrometerme.

Giré la cabeza hacía Carel y lo ví fruncir el ceño a la paliza que recibía su padre, pero no estaba haciendo nada más.

- No lo sé.- Dijo él.- Solo pensé en librarme de ella. Aiden...- Escupió sangre.- Estás siendo irracional.

Si, lo estaba siendo pero podía ver el vínculo entre ellos brillar con fuerza. Él había absorbido el odio de Gem y lo tomaba como si fuera suyo... Aiden sonrió antes de perforar ambos pulmones de Cedrick con las cuchillas que Gem le acababa de regalar, parecía estar consciente de todo pero aún así no podía estar segura de ello, su ira era muy controlada y aplastante en contra del mestizo debajo de él.

Cedrick gruñó porque además de la herida, Aiden comenzó a quemarlo por dentro. El vapor se mezclaba con el aire y el hada no se movía mientras el cuerpo del brujo se deformaba por el calor.

- Irracional fue que trataras de matar a Erica en cada oportunidad que tenías, irracional fue que la envenenaras el día de nuestra boda. Irracional fue que abusaras a Gem y la convirtieras en un títere. Irracional fue que no pude hacer nada en ese momento porque tenías mucho más poder que todos pero ya no más, Cedrick Arscorth.- Aiden intensificó el fuego quemándolo vivo hasta que la piel terminó de derretirse y Cedrick soportó sin intentar defenderse porque él mismo sabía que también debía de llegar el momento en el que pagara y para su mala suerte Aiden terminó de acumular el resentimiento hacía Cedrick por joderlo todo en contra de Erica y de Gem.

Aunque, no creía que pudiera defenderse ahora de Aiden, por qué a pesar de que el poder no fuera el mismo, Aiden se había dedicado a desarrollar su potencial al máximo desde el final de la guerra. Según las propias palabras de mi gemelo, tenía una capacidad de destrucción considerable al hablar de niveles superiores y ahora que tendría acceso a la magia de la bruja sería todavía más poderoso.

No fue porque naciera dotado, si no que él mismo se empujó al límite una y otra vez hasta el momento en el que estaba. Esa era la naturaleza del rey de las hadas.

Aiden paró por sí mismo cuando todos pudimos escuchar los signos vitales de Cedrick en estado crítico y retrocedió al menos dos pasos girando su atención hacía Carel.

- Ya puedes hacerte cargo de él.- Dijo como si acabará de pasear por el parque y no hubiera sucedido nada. El rey de las hadas se marchó hacía una de las fuentes del jardín y se detuvo para enfriar su cuerpo colocando las manos en el agua y viendo cómo se hervía de inmediato. Afortunadamente su ropa era inflamable.

La reina olvidada (Origenes parte I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora