La reina olvidada (Origenes parte I)

Capítulo 3

23 de marzo, año 2029

- ¿Qué opina, señorita De Sage? - Preguntó el rey de los vampiros mandando toda la atención hacía mi dirección de los diferentes líderes.

Lo agradecí internamente, porque era el único que parecía considerar que podría tener algo que decir, era menor que todos ellos y la única mujer. Me puse de pie y señalé el mapa.

- Esta zona está prácticamente todo el tiempo bajo un clima de lluvias y frío, no es apropiado construir hacía los extremos de un río que podría desbordar. Si, podría ser controlado por una hada de agua pero, ¿No sería mejor...- Moví la figura a unos metros más a la izquierda.- aquí? Es territorio humano pero creo entender que Aryan Markovic controla una zona cercana.- Miré al demonio.- Puedo colocar ahí mi poder y asegurar que los humanos no molesten el paso.

Aryan Markovic levantó una ceja.

- ¿Y por qué habría de permitir la competencia? - Cuestionó con el nacimiento de una sonrisa. Me estaba poniendo a prueba.

- Por esto.- Puse frente a él mi plan desarrollado con las ganancias que pasarían a ser parte suya si me lo permitía.

- ¿Solo el diez por ciento? - Cuestionó sin molestarse por los ceros en la cifra.

- Había pensado el cinco por ciento, pero quise ser caritativa.- Lo miré a los ojos imitando su sonrisa. Vi por el rabillo del ojo al rey de los vampiros esconder su propia sonrisa con su mano enfundada en un guante de cuero negro.

- Mejor acepta antes de que se arrepienta.- Le dijo Lucius al demonio después de observar por un momento los documentos.- Tiene bases sólidas.

Aryan Markovic se rió.

- No.- Cayden Eckhart, el rey de las hadas se interpuso.- Las brujas no están permitidas cerca de mi territorio.- Le fruncí el ceño pero no me extrañó, nuestras diferencias no serían limadas tan fácilmente.

- ¿No deberían dejar sus viejas enemistades? - Cuestionó el rey de los cambiantes Dereck Rodriguez con las manos juntas sobre la mesa.- Ahora todos estamos del mismo bando.

- Solo después de que se dieran cuenta de que perderían.- El rey de las hadas habló, la frialdad en sus ojos dorados se mantuvo y su postura rígida no daba apertura al diálogo.- Pero creo recordar que mataron a mi pueblo con su magia. No voy a permitirles acercarse a uno de los portales que llevaban a mi territorio.

- Todos perdimos en la guerra.- Argumenté.- A partir de ahora deberíamos de avanzar.

Cayden Eckhart negó.

- Ninguna bruja cerca de mi territorio, niña.- Dijo, la temperatura de la habitación aumentó ligeramente pero fue suficiente para ponerme de nervios. Todos mis intentos me llevaban a tratar de matarlo.

Malditas hadas.

- ¿Tienes miedo, hada? - Pregunté directamente.- Ustedes, seres rastreros y mentirosos. No saben diferenciar la paz de la guerra cuando se horrorizan de la vida en su propia burbuja.

Cayden entornó los ojos.

- Cuida tus palabras, Gem De Sage. Hablas con un rey.- Murmuró colocándose de pie.

- Y usted habla con la matrona de las brujas, respetaré su edad y usted respete mi posición.- Me acerqué pero fui detenida por la mano de Aryan Markovic.

- Tranquila, fiera.- Dijo en voz baja.- No queremos comenzar una guerra de nuevo.

- ¿Hablando desde el privilegio? - Desvié la mirada hacía Aryan Markovic y este aumentó por un momento su presión sobre mi piel, su mirada se volvió fría pero sonrió con humor antes de dirigirse al resto de los presentes.