En Pleno Vuelo

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Narra Meredith

La semana pasó volando, Cristina se quedó con nosotras durante todas éstas noches, a veces en el cuarto de huéspedes y a veces en nuestra cama. Siempre supo que podía contar con Addison y conmigo para sentirse acompañada en momentos tan difíciles como éste.

Ahora mismo, estamos preparando las maletas para el gran viaje, decidimos comprar los vestidos en París y también posponer la cirugía de Mía para cuando estuviéramos de regreso, así no tendría que pasar por tanto estrés.

- Mi bebé hermosa va a ir a París ¡Claro que sí! - chilló Addie, mientras intentaba que Mía gateara sobre la alfombra.

- Amor, apenas aprendió a sentarse y a comer puré de manzana, no la presiones - dije, para no sobre-exigir a nuestra bebita.

- Lo sé, mi amor, sólo quiero que tenga fuerza en sus piernas, estamos haciendo ejercicios muuuyy necesarios - explicó mi prometida, mientras la bebé se arrastraba hacia ella con mucha gracia.

- ¡Eso es! Muy bien, chiquitita - dije, sintiéndome orgullosa de mi niña.

Ella se sentó por sí sola y aplaudió muy contenta, también intentó hacerme gestos, como si quisiera decir o expresar algo.

- ¡Cariño, acaba de lanzarte un beso! - dijo Addie, demasiado asombrada por haber presenciado ese momento.

- ¡Te amo, mi princesa brillante! - exclamé, levantándola en mis brazos y llenándola de besos que la hicieron reír, estoy enamorada de sus dulces carcajadas.

- Ya terminé de armar el bolso de Daniel y las maletas de los niños, termina con la de Mía y yo agregaré una más a las mías...siento que estoy olvidando algo - dijo, tomando otra maleta y pensando en cómo llenarla de cosas innecesarias.

- Addie, ya llevas tres maletas para tí sola, yo sólo llevo una y puse mis artículos de higiene en la maleta de Rosie ¡Son sólo diez días! - reclamé, sintiendo que tanto equipaje era una completa exageración.

- Una maleta tiene ropa de noche, pijamas y artículos de higiene y cuidado de la piel, la otra lleva todos mis zapatos y algunos abrigos, la última es en la que guardé todos mis atuendos, los formales, los casuales y mi ropa interior, necesito una más para llevar las cosas más...íntimas - explicó, lanzándome un guiño al final que me hizo sentir mariposas en el estómago.

- Está bien, esa maleta es necesaria, no cuestionaré nada - dije, tragando saliva con dificultad al ver cómo empacaba un conjunto de ropa interior con aperturas en los lugares perfectos para darme fácil acceso...no me puedo negar a verla con eso.

Hay quienes dicen que la etapa de enamoramiento y pasión dura sólo unos meses, pero con Addison, siento que cada día me enamoro más, siempre encuentro algo nuevo en ella que me sorprende, me enamora y también me enciende...

Narra Addison

El día por fin llegó, mis gemelos regresarían por unos días a su lugar natal y mis bebés conocerían por primera vez esa hermosa ciudad. Mer y yo estamos demasiado felices y emocionadas por ésta travesía, nos vamos a casar y es en lo único que puedo pensar, quiero convertirme en su esposa y nunca más separarme de ella.

- ¿Y si vemoz un dinosaurio volador? - preguntó Rosie, mientras abordábamos a nuestro vuelo.

- Sería genial, tendrás que estar muy atenta - respondí, apretando su naríz con ternura.

Los demás invitados viajarán mañana, compré vuelos para algunos, aprovechando que mi prometida ya hizo demasiados gastos y puedo darme el lujo de despilfarrar mi fortuna. Todos nos hospedaremos en un resort de cinco estrellas, pensé en cada mínimo detalle.

Destinadas // MeddisonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora