Narra Addison
Luego de aquella increíble revelación, pasé por la cafetería del hospital para no perder la costumbre de tomar mi desayuno allí. A veces la clínica privada se siente un poco solitaria y necesito un escape, sobre todo luego de haber discutido con Mer.
Compré un pastelito y un batido de frutas, normalmente sería un café bien cargado para empezar el día, pero estoy evitando la cafeína para poder amamantar a Mía, ella es mi mundo y no quiero hacer nada que pueda llegar a dañarla...creo que ya hice demasiadas cosas mal con ella.
- ¡Addison! ¡Te necesitamos! ¡Es Meredith! - exclamó Alex, corriendo hacia mí con desesperación y arrastrándome con él sin explicar nada.
Dejé mi desayuno sobre la primera mesa que encontré y no dudé en seguirle el paso.
- ¿Qué ocurre? - pregunté, corriendo a su lado y dejando que me guiara por los pasillos.
- Se cayó por las escaleras, Lexie la encontró en el suelo cubierta de sangre, la están examinando ahora mismo - explicó, buscando el cuarto en el que se encontraba mi mujer.
Toda la sangre de mi cuerpo se volvió hielo en ese momento, la culpa y la preocupación me consumían por completo. Yo la dejé sola, dejé que se fuera en ese estado y sé que pude haber evitado el accidente si hubiera sido más considerada.
- Es aquí - dijo, permitiéndome pasar.
Con lágrimas en los ojos, entré de inmediato a la habitación en la que estaban atendiendo a Mer. Allí dentro, Teddy, Carina y Arizona estaban juntas, revisando los signos vitales del bebé con cables y monitores mientras que a la vez, curaban un feo corte en la ceja de mi novia.
- ¡Amor! Lo siento tanto, no debí dejar que te fueras estando enojada, lo lamento - dije, llorando y acariciando su rostro lleno de angustia, me siento como la peor novia del mundo.
- No fue tu culpa...tenías razón, me estoy extralimitando y puse en riesgo a mi bebé, debí escucharte - dijo, empezando a llorar sin consuelo, sintiéndose culpable por todo.
Sus hormonas están descontroladas y está teniendo demasiadas emociones nuevas, debo ser empática y paciente con ella en éste momento.
- Está bien, todo va a estar bien, no te preocupes, estás a salvo - dije, para dejar de lado las lamentaciones y las culpas, enfocándome sólo en su bienestar.
- El bebé está bien, pero sufriste un pequeño corte en la capa externa de la matriz, veré qué tan grave es, pero te recomiendo tomarte un descanso, necesitas reposo y tranquilidad - dijo Carina, acariciando la barriguita de Mer mientras revisaba que todo estuviera bien ahí dentro.
- ¿Cómo pasó? ¿Te desmayaste? - pregunté, ayudando a Teddy a colocarle unas vendas sobre su herida, por suerte, era apenas un poco profunda.
- No, sólo resbalé torpemente, estaba molesta y no presté atención - explicó ella, limpiando sus lágrimas con un visible enojo por aquel incidente, no sé qué hacer para que no se sienta culpable por ésto.
- Lo entiendo, lo importante es que estás bien, iremos a casa y voy a cuidar de tí, no te preocupes - dije, dándole un tierno abrazo que alejara sus miedos.
- Lo mejor sería mantener el reposo y la calma hasta que llegue la hora del parto, te haré controles semanales para estar seguras de que todo sigue en orden - recomendó Carina, haciéndose cargo de la situación, siendo la mejor amiga y obstetra que pudimos haber pedido.
- Me tomaré unos días libres de la clínica, trabajaré desde casa para poder estar contigo, no estás sola, cariño - agregué, abrazando al amor de mi vida, quien me necesitaba más que nunca.
- Eso me gustaría, quiero poder estar fuerte para mí bebé y para mis niños - dijo ella, dedicándome una sonrisa honesta, estaba intentando luchar contra sus demonios internos con todas sus fuerzas.
- Te amo, lo haremos bien - murmuré, mientras dejaba varios besos sobre su mejilla.
Es la mejor mamá que pude haber elegido para mis hijos, no podría pedir nada más.
Narra Meredith
Pasé unos cuántos días en casa sin poder hacer nada, sólo iba del baño a la cama y viceversa. Addie hizo todo por mí, me trajo comida a la cama todos los días, me ayudó a darme baños e incluso me dió suaves masajes que relajan mi cuerpo entero.
- Hoy quiero poder ir abajo, me cansé de sólo estar acostada, quiero cocinar y estar en la sala- me quejé, mientras mi novia le daba pecho a la bebé.
- Ya pasó una semana y media...creo que puedo dejarte ir abajo - contestó, con una tierna risita y un beso en mis labios.
- Gracias, mi sexi doctora personal - dije, dándole más besos que hicieron enojar a Mía.
- Alguien tiene celos de su mamá...- bromeó Addie, acariciando esas hermosas mejillas rosadas.
Besé su carita preciosa y dejé que bebiera su leche en paz, aún no reacciona a sonidos, pero sí siente cada movimiento y es muy perceptiva en otros sentidos. A veces siento que será un desafío muy pesado para ambas, pero luego observo esos grandes ojos azules y siento que toda la fuerza vuelve a mi cuerpo, sé que soy capaz de todo por esa pequeña.
- Te amo, bonita - murmuré, dejando que apretara mi dedo mientras seguía aferrada al pecho de su madre.
- ¿Crees que ella lo sepa? - preguntó Addie, con su voz quebradiza.
- ¿Qué cosa, cariño? - pregunté, observando cómo se esforzaba por no llorar.
- Que la amamos, aún no puede vernos bien y nunca ha oído nuestras voces...¿Crees que en verdad sepa quienes somos? - dijo, empezando a derramar lágrimas de angustia y tristeza.
Sé que ella no dejará de culparse por todo lo que le ocurre a Mía, pero también sé que es la mejor mamá que puede existir y me esforzaré por recordárselo todos los días.
- Claro que lo sabe, reconoce tu cabello pelirrojo, el tacto de tu piel suave, el aroma de tu cuerpo y de tu perfume, la forma en que tu corazón late junto con el suyo cuando la tienes cerca...ella sabe que eres tú - dije, usando las yemas de mis dedos para limpiar sus lágrimas y darle las caricias más sinceras y cargadas de amor que pueden existir.
- ¿Sabes qué? Sólo me gustaría que fuera capaz de escuchar tu voz...jamás sabrá lo relajante y dulce que se oye, ni lo buenas que son tus canciones infantiles - lloriqueó, expresando todo aquello que le dolía, me parte el corazón verla de ese modo.
- Haré otro tipo de canciones para ella, o le pintaré dibujos coloridos que pueda observar, también puedo hacer bailes y encontrar nuevas formas de divertirme con ella y de demostrarle lo mucho que la amo - dije, pensando en mil ideas para conectar con mi pequeña niña, soy su madre y sé que nada va a impedir que le demuestre mi amor.
- Eres lo mejor que me pudo haber pasado, todos éstos hermosos niños tienen mucha suerte de tenerte - dijo ella, acurrucándose bajo mi brazo mientras que Mía empezaba a quedarse dormida.
Las abracé con fuerza y me sentí completa, pase lo que pase, sé que podemos hacerlo, estamos juntas en ésto.
....................................................................................................
Son las mejores mamás ❤️
ESTÁS LEYENDO
Destinadas // Meddison
FanfictionUn matrimonio abusivo, dos enamoradas y un largo camino para sanar. Ésta es probablemente la historia con más drama, pero a veces el drama es necesario para hacer la vida un poquito más interesante.