Capítulo 185 ~El juego~

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#MoarRellenoForyourBodysHere
#MiInglésApesta

Narra Amy

Ya con energías, retomamos nuestro camino. Atravesamos un campo de hierba violeta con varios arbustos llenos de apetecibles moras.

-No coman nada, por mucha hambre que tengan o por muy apetitosas que sean. -Ordenó Al.

-Aquí no podemos fiarnos de nada. -Añadió Knuckles.

Tras caminar un rato, llegamos a la entrada del castillo.

-Al fin llegamos. -Comentó Cream.

Nos acercamos a aquél portón de piedra, el cual se abrió al tacto, dándonos la entrada a un camino empedrado rodeado por un tenebroso jardín, por llamarle de alguna forma, todo lleno de estatuas de demonios y fuentes de las que salían un agua tan negra como el carbón. Un escalofrío recorrió nuestros cuerpos al ver una pila de huesos demasiado alta.

-¿Qué clase de monstruo habita aquí? -Murmuró Honey.

-No sabemos con lo que nos podamos encontrar, hay que tener mucho cuidado. -Dijo Sonic.

El camino hacia el castillo fue lento y en silencio, de no ser por el ruido de nuestros pesados pasos sobre los adoquines. Llegamos a una gran puerta de madera que se abrió, chirriante, ante nosotros...

-Bienvenidos... Los estaba esperando. -Dijo una voz.

Nos adentramos en aquél horripilante castillo, a pesar de su apariencia exterior, por dentro era cálido e impecable.

No había ni un sólo mueble en aquélla habitación, tan sólo montones de lámparas en el techo y unas largas escaleras al frente...

A los pocos segundos, una rata de color negro bajó por las escaleras. A medida que descendía pude fijarme en ella. Llevaba un vestido negro con toques dorados y usaba unas altas botas de tacón negras. Sus ojos eran negros, tan negros como la profundidad del abismo más oscuro. Otro escalofrío recorrió nuestros cuerpos y una vibra negativa rodeaba el ambiente.

-Permítanme presentarme. Me llaman Black Moon the Rat, aunque los habitantes de este continente tienen prohibido pronunciar mi nombre. -Dijo con su fría voz.

-Sabes de sobra quienes somos y qué venimos a buscar. -Dijo Rouge.

-Oh sí... Sus pequeños... Muy monos por cierto.

-¡Como les hayas hecho algo yo te...! -Gritó Sonic.

-Ahorrate tus amenazas erizo, están a salvo... de momento. Que siga o no así dependerá de ustedes.

-¿De nosotros? -Preguntó Vector.

-El niño no me sirve, pero la echidna con alas y la eriza rosada todavía no desarrollan por completo sus dones, no me sirven. Por eso estoy dispuesta a devolvérselos.

Aquello nos dejó un poco desconcertados. ¿Los había raptado por sus dones y ahora no les servía? Miré a Sonic, después a Knuckles, y por último a Al. Los demás la miramos también y ni ella misma entendía lo que estaba sucediendo... Clavé mis ojos en los de la rata...

-¿A cambio de QUÉ? -Pregunté.

-Un juego. -Respondió divertida.

-¿Y nos devolverás a los niños? -Preguntó Sonic.

-Sí. Siempre y cuando uno de ustedes logre vencerme...

***

Nos hizo un ademán de que la siguiéramos escaleras arriba, atravesámos un largo pasillo hasta llegar a una puerta con extraños grabados. Dentro, había una enorme sala de rituales, con un pentagrama rojo dibujado en medio, estanterías con montones de cosas raras y una enorme mesa al fondo.

-Las reglas son muy simples, mi poder contra el suyo. Pueden tratar de resistirlo, pero cuanto más lo hagan más les dolerá. En el momento en que no aguanten más, sólo díganlo y pararé... Pero eso significaría perder. ¿Entendido? -Dijo.

Unas sillas surgieron de la nada en un lateral de la sala y la anfitriona nos invitó a sentarnos. Los brazos de las sillas tomaron vida y nos atraparon en ellas, impidiendo movernos...

-¿Quién quiere empezar? -Preguntó.

-Lo haré yo. -Decidió Al.

La silla la soltó y Black Moon la guió hasta el centro del pentágrama. Colocó las manos en las sienes de la eriza y fue introduciéndose en su mente...

-Así que tu eres la hija de los que osaron desafiarme... interesante...

-¡De los que casi lo consiguen! -Gritó Al.

-Hmm, llámalo como quieras. Al fin y al cabo ellos están muertos y yo no.

-Lo estarás, se los juré. ¡Lo haré por ellos!

El dolor comenzaba a apoderarse del cuerpo de Al, agarrotando sus manos y sus pies... pero aún así no quería rendirse. La promesa que había hecho a sus padres valía más que, incluso, su vida...

-¿Te gustaría saber como murieron? -Preguntó pícara la rata.

Apretó con fuerza las manos en la cabeza de la eriza. Al instante, las imágenes se mateliarizaron en su mente. Aquél 24 de diciembre que sus padres no volvieron a casa... aquélla noche buena en la que se quedaron solas esperando y esperando... Hasta que un vecino encontró los cuerpos sin vida de sus progenitores. No la habían dejado verles, pero por lo que había oído, estaban brutalmente desangrados. El entierro fue lluvioso... después ella se quedó arrodillada ante sus tumbas, jurándoles que terminaría con la vida de Black Moon...

-Tú... Tú les mataste... ¡Maldita! ¡Maldita seas! -Gritó.

-Sí, eso lo sé.

Lo siguiente que vio fue a esa rata maldiciendo una enorme espada y terminando, primero, con la vida de su padre y, después, con la de su madre.

Al rompió a llorar, cayendo al suelo por completo, casi sin poder moverse. Black Moon se levantó con una sonrisa triunfal...

-¿Quién quiere ser el siguiente?

Mucho salseo para el sig. Cap (͡° ͜ʖ ͡°)
20 favs y sigo :3

SECRET'S (sonamy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora