OPENING PRIMERA TEMPORADA
ARCO 1: El principioNarra Sonic
Si mal no recuerdo, tenía 10 años de edad. Corría, como siempre lo hago, explorando aquella bella ciudad a la que me mudé, Green Hill, en el continente de Northamer, en el planeta Mobius. Y aunque estuviese lejos de mi hogar, al otro lado del mundo, no me arrepentía de nada; sé que aquí tendré la vida que siempre he soñado.
Green Hill, simplemente lo describo como hermoso. Es una ciudad no muy grande, por lo que suele ser tranquila, pero tampoco era muy pequeña, es... perfecta. Era famosa por sus colinas naturalmente verdes y perfectas, de allí su nombre. Aquí, me había podido sentir relajado, sin nada de qué preocuparse, lo mejor: sin responsabilidades tontas. Llevo apenas unas cuántas semanas aquí, por primera vez en mucho tiempo, me sentía felíz; pero, a la vez, sentía que me faltaba algo, un vacío dentro de mi el cual debía llenar. Así era esto, pareciese que mi vida empezaba a ser perfecta, hasta que me di cuenta: estaba solo.
No es que estar solo no me agrade, al contrario, ¡Me encanta! Pero, si les soy sincero, no es lo mismo cuando no tienes a nadie con quien compartir de tus aventuras. De vez en cuando, no es tan malo socializar.
Fue entonces cuando lo conocí.
Eran eso de las 16:00 hrs., y corría por las colinas de la ciudad sin parar, admirando el viento golpear contra mi. ¿Que por qué me apasiona correr? Bueno, yo, al igual que la mayoría de individuos antropomórficos del planeta, tengo un don. Así es, he nacido con la habilidad de la velocidad supersónica, nunca he sabido de alguien más que tenga de este don, por lo que me hace sentir único.
En fin, el punto es que pasaba por un lugar donde había muchos árboles y flores, cuando pasó. Sentí algo caer sobre mi, se había escuchado un gran ¡Crash! en el momento. Y, ahora que lo veo bien, había sido un alguien.
Me levanté con los ojos abiertos como platos, me había caído encima un pequeño y tierno zorro amarillo fuego de dos colas, se veía de unos 4 años. Me sorprendió ver a alguien tan pequeño como él, en un lugar como este, lejos del gran centro. Le ayudé a levantarse y le pregunté su nombre...
-Soy Mails Prower -se presentó el pequeño zorro.
-¡Un gusto, Mails! Mi nombre es Sonic... -pausé unos segundos. -Sonic The Hedgehog -continué con una gran sonrisa.
El ojiazul me devolvió una cálida sonrisa, entonces decidimos sentarnos en una gran roca que se encontraba cerca para platicar un poco, en realidad no recuerdo de qué hablamos, ha pasado mucho de eso... pero sabía que ese chico me caería bien.
Se estaba haciendo un poco tarde, ya estaba oscureciendo.
"Debería volver a casa" Pensé.
-Bueno, Tails, ¿Te puedo llamar así? -comencé a decir mientras me levantaba.
-¿Tails?
-Sí, ya sabes, por tus colas y... eso. Espero que no te moleste, pero Tails suena mucho más divertido, ¿Sabes, amigo?
-¡No, no me molesta en lo absoluto! -contestó emocionado.
-¡Genial! Bueno, Tails, creo que es hora de volver a casa. ¿Quieres que te acompañe?
Dicho esto, Tails agachó la mirada y empezó a jugar un poco con sus dedos índices.
-Hey, Tails, ¿Estás bien? -le pregunté.
-Bueno, es que... La verdad es que no tengo un hogar...
-¿A qué te refieres? ¿Tus padres... dónde están?
-¡Todo fue culpa del Dr. Ivo Robotnik! -me interrumpió, partiendo en llanto. -Él... Él hizo que mis padres ya no me quisieran. ¡Por eso me regalaron! ¡Me regalaron con esa tonta familia de aves que me abandonaron también!
Tails era muy pequeño. Me había partido el alma verlo así. Es muy joven para entender ciertas cosas, puesto que dudo que sus padres ya no lo quisieran. Nadie regala a sus hijos porque sí. Seguramente Ivo... O, como yo le llamo: Eggman, tiene algo que ver con eso. Y yo pienso ayudarle a Tails a descubrir lo que hizo con sus padres. Eggman es un científico malvado y loco, el cual dice que va a construir un mundo sólo para él. En donde yo vivía, veía en las noticias lo que hacía, aunque fueran cosas no muy graves: robots robando dinero a civiles, robando tiendas, robando casas, sobornar, amenazar... Así es, ese era el tipo de cosas que solía hacer cuando yo tenía esa edad.
Lo siguiente que recuerdo que dije fue:
-Tails, ¿Te gustaría vivir conmigo?
El pequeño sólo abrió los ojos como platos y pestañeó dos veces, como si no se creyera lo que le había preguntado. Segundos después, sólo se lanzó hacia mi, abrazándome, dando afirmación a mi pregunta.
Fue así, como supe que había conseguido no sólo un roomie, o un amigo más...
Había conseguido ese hermano al que tanto buscaba, con el que pasaría todas mis futuras aventuras. Jamás me arrepentiré de haberle hecho tal propuesta...
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SECRET'S (sonamy)
Hayran KurguBien dicen desde los viejos tiempos: "La confianza es la base de una relación". Pero, ¿Qué pasaría si fuera necesario el ocultar tus secretos más profundos, inclusive a la persona que más amas? Una historia llena de romance, ficción, acción y mister...