SECRET'S (sonamy)

Capítulo 53 ~Tikal~

Narra Amy

Despierto en mi habitación, me levanto somnolienta y me dirijo perezosamente a darme una ducha rápida pero relajada. Me lavo los dientes para segundos después dirigirme a la cocina; pongo agua a hervir para prepararme el café mañanero de mi rutina diaria, mientras arreglaba mis útiles en la mochila. Después de arreglarlas, regreso a mi habitación y me seco y cepillo el cabello. Me coloco mi uniforme.

Mi uniforme constaba de una falda roja por arriba de la rodilla (eso sí, no voy a dejar que se vea como la de una cualquiera), una camisa blanca que me quedaba algo pegada (yo nunca suelo abrocharme el botón del cuello), una corbata negra azulada (me la suelo dejar algo suelta porque no me gusta sentir que me ahorca), un saco rojo de esos típicos que usan las secretarias con el logo de la escuela, calcetas blancas largas y zapatos negros. Para combinar, me pongo una diadema negra azulada. Después, me maquillo un poco los ojos, la verdad es que no suelo ser de las típicas chicas que apenas va en noveno y ya se ponen los kilos de harina en la cara.

Me sirvo mi café en mi pequeño termo rosa, agarro mi mochila y salgo a tomar el camino para ir a la escuela. En el trayecto, me encuentro con el amor de mi vida. Sí, a Sonic. Ejem...

—Hey, Ames —me saluda.

—Hola, Sonic —se lo regreso con una sonrisa. —¿Y Tails?

El uniforme de los chicos es de saco y pantalón negro azulado, camisa blanca, corbata roja y zapatos negros. No es por nada, pero a Sonic no le queda nada mal.

—No me quiso esperar. Como me levanté tarde... y ya sabes como es de desesperado —bromea.

—¡Ohhh, no! Al ser más veloz del mundo se le ha hecho tarde.

—Que graciosita, ¿Eh? Dame.

Sonic me quita de las manos el termo con café que me había preparado y le dio un sorbo, lo que me provoca un leve sonrojo que para mi suerte no creo que se notara mucho. Segundos después, me lo devuelve.

—Te quedó rico.

—Jeje... G-gracias, Sonic.

—Casi no pude dormir...

—¿Pues como no? Si en la tarde te la pasas durmiendo en el tejado cada que puedes.

Sonic sólo se echó a reír y entonces llegamos a la escuela. Se despide con un "Nos vemos al rato" para después dirigirse cada uno a su salón. Me siento en mi lugar correspondiente y exactamente suena la campana al momento. Me extraña que Mighty no estuviera...

En eso, tocan la puerta del salón.

—¿Qué se le ofrece, joven Arumajiro? —pregunta Miss Cèsaire, nuestra profesora de francés.

—Etto... ¿Puedo pasar?

—De acuerdo. Pero para antes de que acabe el recreo, tendrá que buscarme y hacerme un ensayo de la corrupción en francés.

Jooo... Eso es cruel. Mighty asiente y camina rápidamente a su pupitre para sentarse, como desde que entré a aquí, delante de mí.

—¿Te volviste a desvelar? —le interrogo al mejor amigo, conociendo perfectamente la respuesta.

—No pude evitarlo, ¡Criminal Minds se puso buenísimo!

Pasaron las horas y el horario de escuela llegó a su fin. Todos nos reunimos en la salida para ir juntos a casa, excepto Mighty, quien vive en otra zona de Green Hill. Shadow esperaba afuera, recargado en su convertible negro, varias chicas no sabían disimular el que se les cayera la baba de sus bocas al verlo. Nos acercamos a él. Lo saludamos.

—¿Qué te trae por aquí? —pregunta Tails.

—Eso, ¿Qué haces aquí? —cuestiona el erizo.

—Amy me contó lo de Emerl.

—¿Y?

—Pensé que ese robot estaría por aquí.

—Lo cuida Cream, y Cream aún no está en éste instituto —le dice el menor.

—¿Qué saben de él?

—Ahm... Sólo que pudo girar igual de rápido que Sonic y atacó de la misma manera... Lo que te conté ayer es todo lo que sé —digo.

—Tal vez yo les pueda ayudar.

Nos giramos y una chica de un uniforme diferente nos hablaba.

—Knuckles, ella es...

—Una equidna... —finalizó.

***

La equidna tenía rastas como las de Knuckles (más femeninas, claro) en color naranja con unos adornos al estilo egipcio y ojos azules. Se veía de unos 18 años, al igual que Knux. Su uniforme consiste en la falda color azul marino con el saco del mismo color, camisa blanca y corbata roja; los zapatos negros y calcetas blancas. Es muy linda, no sé porque siento que Knuckles está que se muere por ella.

La llevamos con nosotros a mi casa.

—¿Y tú quien eres? —le interroga Shadow al llegar.

—Mi nombre es Tikal.

—¿Eres de por aquí?

—No, pequeño. Yo vengo de Central City, voy en último grado de Village School.

—Yo también voy en último grado, ¿Sabes? Tenemos tanto en común.

Knuckles liga con una chica, queeee sorpresa. Nótese el sarcasmo. Ha tenido como 10 novias desde que lo conozco y nunca ha podido mantener una relación durante más de 4 meses.

—Lo sé, príncipe. En cuanto supe que usted estaba vivo, vine de inmediato.

Oh por Chaos... ¿Knuckles sigue siendo príncipe?

—Tú... ¿Fuiste de los pocos equidnas que sobrevivieron?

—Cuando nos atacó Robotnik, pude escapar con unos cuantos, Rosa se encargó de los pocos que quedamos menores de edad. Pensamos que habías muerto.

—Sobreviví gracias a la Esmeralda Maestra.

—Gracias a Chaos que la tiene usted, príncipe.

—Llámame Knuckles, preciosa.

—De acuerdo, Knuckles.

—Y bien, Tikal... —interrumpe Sonic. —Dijiste que nos podías ayudar con lo de Emerl.

—Emerl es un robot que fue creado en la antigüedad, en la tribiu Echidna. Puede copiar las habilidades de todo lo que ve. Desde el ataque a nuestra tribu se le perdió de vista...

—Así que Emerl puede que tenga algo que ver con... —comencé

—Eggman... —finaliza Sonic.

Todos nos giramos a ver a Shadow.

—Ni me miren, no tengo idea.

—Tenemos que hacer algo con Emerl, equipo.

—Pero, Sonic, Cream se ha encariñado mucho con él...

—Es por eso que debemos alejarlo de ella —dice Shadow.

—Pero...

—Está decidido —dicen casi al unísono el par de erizos.

Este será un golpe fuerte para Cream...

—¿Quién le dirá? Yo no quiero darle la noticia —digo firme.

Todos nos miramos... hasta dar con la de Tails, quien da un largo suspiro.

—Bien... yo le diré.