Capítulo 90 ~Nuevo inicio~

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Narra Knuckles

-No puede ser, Knuckles. ¿Otra vez aquí? Pensé que ya habías dejado este asunto. Ya se te está haciendo vicio. -Me dijo el barman agitando unas mezclas de diferentes tipos de líquidos.

-No es de tu importancia, Rafael. Ahora dame lo de siempre.-

-Ya. Pero no te sobrepases, la última vez armaste todo un show.-

-Tomaré lo que yo quiera, al fin y al cabo, siempre te pago. ¿No?-

Con una mueca de disgusto o... ¿Preocupación? Me dio al fin mi cerveza.

Ya van a ser 6 meses desde que perdí a Tikal. Ella era lo único por lo que me gustaba despertar cada día... pero ahora, pff, solo despierto y es hacer mi trabajo de cada día, cuidar la Esmeralda Maestra.

Se preguntarán a quien se la dejo encargada cuando salgo, pues se la dejo a Espío. Sep, conozco a Espío más tiempo del que creen, hasta antes de conocer a Sonic. Con el tiempo nos fuimos separando, pero el mismo tiempo nos volvió a unir y ahora somos muy buenos amigos, sé que es alguien serio y que cuidará bien la Esmeralda Maestra, confío en él.

Oh Tikal, si tan solo aún estuvieras aquí, mi vida sería mucho más alegre.

***

Rafael me ha sacado del bar.

-E..ere Sssuun idiioo *hip* ta. Noo ssabes con quienntestás metiendo *hip* -Sentí como me caía.

-Lo siento Knuckles, es por tu bien. No te dejaremos entrar hasta que te sepas controlar. -Me cerró la puerta.

-¡Púdrete! -Le lancé una roca, la cual no le hizo rasguño alguno a la maldita puerta.

Imbécil.

Narra Rouge

Caminaba por las calles de Green Hill bajo la hermosa luna iluminando mi camino, ahh... que tranquilidad.

Había venido desde Central City a entregar un sobre con un mensaje confidencial a uno de los residentes de aquí. Como me encanta este lugar, tan pacífico (claro, excepto cuando el Doctor Eggman hace fe las suyas) no como en Central City, en la cual solo escucho el sonido de los carros pasar y a veces hasta peleas. Pero que va, el trabajo es lo primero, sino, ¿Cómo me compraría mis joyas?

Es una linda velada, a lo mejor Amy y Blaze están libres, las llamaré para ver si quieren hacer algo. Obvio van a estat libres, son las 2:00 y de seguro estarán de aburridas y durmiendo, hay que sacarlas de fiesta. Saqué mi móvil, pero antes de marcar, escuché unos lloriqueos al pasar por la plaza central. Me llamó la curiosidad y fui a ver quien era.

Mmm...

-Hey guapo. ¿Por qué tan triste?-

-No es de tu incumbencia, Rouge.-

-Bueno, tan siquiera dime, ¿Qué haces medio dormido en la madrugada, en la plaza, y llorando en el suelo bajo de una fuente?-

-Aliviando mis penas.-

-¿Penas? -Me acerqué a él y me senté al lado suyo. -Knuckles... ¿Has bebido? Hueles todo a alcohol...-

-¡Por qué tuvo que dejarme así! ¿¡Es que no vio esto venir?! ¡¿No pensó en lo que yo sentiría al apartarse de mi lado para siempre?! ¡¿Para qué me aceptaba en su vida si se iba a ir de todas maneras?!-

Kuckles comenzó a llorar en mi hombro. Santo Mobius, jamás lo había visto así..

-¡Tu! ¡Tu Rouge! ¡Tu no me dejarías jamás si estuvieramos juntos! ¿¡Verdad?!-

Su pregunta me dejó pensativa... la verdad... la verdad es que no. Si yo tuviera a alguien como tu, Knuckles, jamás lo dejaría ir...

-Knuckles yo... me estás asustan..-

-¡¿Verdad?! -Con algo de esfuerzo se puso encima mío, yo sentada aún, aunque sabía que no me haría daño. No es ese tipo de... chico... y eso me agrada... Me miró a los ojos. Los suyos estaban cristalinos y podían reflejar varios sentimientos, entre ellos, el de tristeza...

-No Knuckles... no te dejaría...-

-Yo tampoco.- Entonces acercó peligrosamente su rostro al mío, hasta terminar en un profundo beso.

***
Narra Knuckles

Desperté y miré la habitación en la que estaba. Me incorporé. Un momento, esta no es mi cálida cabaña. A la mierda... pinche dolor de cabeza traigo. Escuché abrirse la puerta de la habitación, oh, es Rouge.

-Te traje un té. -Me dijo mientras me daba la taza con aroma a manzanilla. -Es para la cruda.-

-Gracias. Dime que no hicimos lo que estoy pensando.-

-Claro que no, idiota. ¿En serio no recuerdas lo que pasó anoche?-

-Primero explícame por qué me trajiste hasta acá y no me llevaste a Isla del Angel.-Dije mientras daba un sorbo al té.

-Pesas mucho. Así que no podía llevarte cargando y volando hasta allá. Así que decidí traerte. Vaya que estabas mal.-

-Qué débil.-

-Mmm... todavía que te ayudo.-

-Ya, ya. Gracias.-

Pasaron unos minutos de total silencio incómodo. Hasta que Rouge decidió romperlo.

-Knuckles... ¿Qué sientes por mi?-

Hubiera preferido mantener el silencio incómodo.

-¿Por ti? ¿Por qué preguntas?-

-Por lo de anoche...-Dijo mirando hacia otro lado.

Me quedé pensando unos segundos tratando de recordar... ohh... ya...

Maldito sonrojo, aléjate de mi rostro.

-Bueno... pues... supongo que me gustas de alguna u otra forma.-

-¿En serio?- Sus ojos se abrieron como platos mirandome.

-Bueno sí, la verdad es que me eres muy atractiva.-

-Ah, sólo por eso e.e .-

-Sí. Bueno, me atraes en varios aspectos. Tu sonrisa es muy linda y tus ojos muy cautivadores. Y me gusta tu carácter fuerte y seguro.-

-Oh...-

-Si bueno, será mejor que me vaya.- Dije dandole un último sorbo al té y levantándome de la cama.

-¡Espera!-

-¿Qué?-

-Bueno emm... no sé... si yo te gusto y tu me gustas... ¿No crees que debemos amm... intentarlo?-

-¿Intentarlo?-

-No me hagas repetirlo e.e -

...Será todo lo contrario a Tikal pero... tiene algo que...

-Claro.-

-¿Si?-

-Si, intentémoslo. Supongo que es parte de la vida salir adelante. Juntos a lo mejor podemos lograrlo. ¿Rouge? ¡Ah!-

Se me abalanzó y me comenzó a dar besos por toda la cara. Ohh Rouge.

SECRET'S (sonamy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora