Capítulo 2 ~Eggman~

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Narra Tails

¡Pero que bonito es tener un amigo! Puedo jugar con él y me apoya en todo lo que ocupe, ¡Es como un hermano para mí! Sonic me dijo que iba a ir a comprar la despensa, y aunque no es el mejor cocinero, no me quejo.

Me senté en el sofá de la sala en la casita en la que vivo con Sonic, no es muy grande, pero está en una gran zona de Green Hill. Parece costosa. ¿De dónde sacará tanto dinero? Bueno eso no importa, me gusta tener una compañía tan agradable como él conmigo.

Me he empezado a interesar por la mecánica y la química, no paro de ver documentales de geografía, historia, y muchos más. Dice Sonic que, a pesar de que tengo tan poca edad, tengo muy buena memoria. Por eso, trataré de hacer examen en la escuela en la que él va a estar, ojalá y me acepten, ya que podría no quedar gracias a mi corta edad.

Me sacó de mis pensamientos el sonido de la puerta principal que se abrió.

—¡Sonic! —saludé felizmente cuando fui a ayudarle con las bolsas.

—Hey, Tails —me contestó con una sonrisa.

Preparamos de comer chilli dogs. Por Chaos, ¡A éste tipo le encantan, ¡No para de comerlos! Han pasado 6 meses desde que nos conocimos, y cabe destacar que ya nos tenemos mucha confianza.

Narra Sonic

Tails es muy agradable, tiene su parte madura y creo que me he encariñado con él. Me demostró que puede volar moviendo en círculos sus dos colas, es muy divertido estar con él, nunca me aburro. No me cabe duda de que he tomado la decisión correcta.

Estaba con Tails jugando en el bosque, él me tenía que atrapar a mí, claro, yo disminuía mi velocidad, aunque volando vaya que es rápido, eso sí, no más que yo.

—¡Te atraparé, Sonic! —exclamó Tails mientras volaba con sus dos colas tratando de atraparme.

—¡En tus sueños, Tails! ¡Hahahaha!

Inconscientemente o por inercia, miré hacia atrás, donde estaba Tails, ví que Tails se había parado de un salto, se quedó mudo, como... asustado.

—¿Qué pasa Tails? ¿No puedes más? —dije con una sonrisa orgullosa —¡Haha! ¡Nadie puede atrapar a-! ¡Ouch!

Sentí como si hubiera chocado con algo, y sí, era algo: había chocado contra un enorme robot en forma de bola, más bien, parecía el robot de alguna persona gorda y con mal estilo, ya tenía una idea más clara de quién lo podría haber construido.

Trataba de atacarnos, esa cosa quería aplastarme, pero era demasiado lento, me movía fácilmente, pero al dar un gran salto, al pisar, hizo que saliera volando descontroladamente hacia el cielo, pero justo en ese momento Tails me agarró de las manos y me puso a salvo en la tierra. En ese instante, sacó sus rayos láser y disparo contra nosotros, pero de nuevo, Tails me había agarrado y me había aventado hacia el robot, golpeando su cabeza, que era donde estaban sus controles. Salió disparada una mininave de aquél robot, donde estaba ese hombre... mis sospechas eran ciertas: era el Doctor Ivo Robotnik. Aquél villano que tanto veía en televisión, ahora lo tenía frente a mis ojos.

—Vaya, vaya, vaya. Para lo que te crees no eres la gran cosa, Eggman —me burlé.

—¿Eh? -exclamó. —¿Por qué me llamas así, niñato? ¿Y quién demonios eres? ¡Mira lo que le has hecho a mi creación, rata estúpida!

Me reí unos segundos. Me hace gracia su cara, verlo en vivo y en directo no es como yo creía.

—Mi nombre es Sonic, Sonic the Hedgehog —contesté con orgullo. —y el que va a evitar que hagas más daño a los ciudadanos de la ciudad.

—Lo lamentarás Sonic the Hedgehog, no sabes con quien te metes...

Eggman se acercó a mí rápidamente en su huevonave y me arrancó una púa, me dolío, le iba a dar una gran paliza a ese cabeza de huevo, pero se fue rápidamente...

—¿Estás bien, Sonic? —preguntó Tails.

—¿Uh? Ah, sí, Tails. Estoy bien, vayamos a comer algo.

Llegando a un restaurante, nos sentamos en una mesa a esperar a que nos tomaran la orden.

—El Doctor Ivo Robotnik es el hombre que hizo que mis padres me abandonaran. Pero, Sonic, ¿Tú por qué lo odias? ¿Qué es lo que te hizo ahm... Eggman?

—Nada en realidad. Es la primera vez que lo veo en persona. Y como veo que nadie hace mucho por detenerlo, ¿Por qué no yo?

—¡Tienes una actitud tan heroica! Ojalá fuera como tú.

—¿Y quién dijo que lo iba a hacer sólo? ¡Obviamemte tú me ayudarás! —dije guiñándole un ojo.

—¡Oh sí! —dijimos al chocar nuestros puños.

SECRET'S (sonamy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora