Lucy
El sol entra tímidamente por las ventanas, filtrándose a través de las cortinas mal cerradas. Abro los ojos despacio, sintiendo el calor del cuerpo de Sadie contra el mío, su respiración tranquila y profunda en mi oído. No quiero moverme, no quiero que este momento termine. Pasaron tantos meses soñando con esto, con tenerla aquí, conmigo, que ahora no puedo creer que sea real.
Me giro un poco, cuidando no despertarla, para observarla. Tiene el cabello revuelto, suelto sobre la almohada, mientras deja descansar su mano sobre mi cintura y sonrie, como si estuviera soñando algo agradable. Me dan ganas de quedarme así todo el día, pero sé que hoy no podemos permitirnos ese lujo. Hoy es su gran día, el día de la premier de su película, el momento que tanto ha esperado.
Deslizo suavemente mi mano por su espalda y susurro.
—Buenos días, Hollywood.Sadie se mueve ligeramente y abre un ojo, mirándome con una mezcla de sueño y ternura.
—¿Ya es hora? —murmura, su voz ronca por el sueño.—Casi. Tenemos tiempo, pero no quiero que te estreses a última hora. —Le doy un beso en la frente antes de levantarme de la cama. Ella me observa mientras me estiro y bostezo, con esa mirada que siempre logra hacerme sonrojar.
—Qué considerada —bromea, apoyándose en los codos—. Pero si me vas a levantar, al menos hazme café primero.
—Lo que tú digas, señora directora. —Le guiño y camino hacia la cocina, sintiéndome extrañamente emocionada por el día que tenemos por delante.
Mientras preparo el café, pienso en lo lejos que hemos llegado. Cuando me mudé a Londres, nunca imaginé que este momento llegaría tan rápido. Entre mi carrera, la distancia y todo lo que ella tenía que hacer para sacar adelante su película, hubo días en los que parecía imposible. Pero aquí estamos, juntas, y hoy el mundo va a ver lo increíble que es Sadie.
Cuando regreso a la habitación con dos tazas de café, ella ya está sentada en la cama, revisando su teléfono. Tiene esa expresión concentrada que me encanta, la misma que pone cuando está editando algo o pensando en nuevas ideas. Le paso su taza y me siento a su lado.
—¿Nerviosa? —pregunto, tomando un sorbo.
—Un poco. —Se encoge de hombros—. Creo que más que nerviosa, estoy ansiosa. Es extraño saber que algo en lo que trabajaste tanto tiempo finalmente verá la luz.
Le doy un apretón en la mano.
—Va a ser perfecto. Todo el mundo va a amar tu trabajo.Ella me mira y sonríe.
—Nuestro trabajo —digo con una sonrisa, recordando cómo Sadie cumplió su promesa de incluirme en el proyecto. Una de las escenas más emotivas de la película lleva una canción que compuse como parte de mi proyecto de graduación. Además, me permitió ayudar a elegir el resto del soundtrack. Es extraño, pero emocionante, saber que algo tan mío está ahora en algo tan suyo.
—¿Sabes? Nunca pensé que me emocionaría tanto arreglarme para la alfombra roja —comento mientras termino de peinarme frente al espejo.
Sadie me observa desde el marco de la puerta, con los brazos cruzados y una sonrisa satisfecha.
—Te verás hermosa, sin duda alguna.—Te amo —respondo, girándome para mirarla—. Gracias por estar a mi lado. Has sido parte de todo este proceso, incluso a la distancia. —Se acerca y me da un beso rápido, pero tierno—. Y además, quiero presumirte.
Río ante su comentario, sintiendo cómo mis mejillas se calientan. Le robo otro beso antes de dirigirme a la cocina. Mientras enciendo la cafetera, Mapi, su gata, salta a la encimera, frotándose contra mi brazo en busca de atención.

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Nuestro Secreto
RomanceEn un viaje por obligación, Sadie, atrapada en un mundo de expectativas parentales, y Lucy, luchando por perseguir sus sueños en solitario, se cruzan en un hotel . A medida que su conexión se intensifica, se enfrentan al dilema de separarse al final...