Para montaña rusa sus caderas, y sus curvas, y mis mareos, cuando al verte, siento que todo mi mundo gira frenéticamente alrededor de ti.
Yo no sé si existen los finales felices pero me conformo con saber que existen historias a tu lado.Pasamos la entrada, por un momento pensé que iban a empezar a gritar que nos detuviéramos pero no pasó nada. Absolutamente nada.
Afortunadamente llegamos a la hora de entrada de los de la tarde, así que hay muchos chicos entrando, además de que es una escuela bastante grande.
—¿Estás bien? —me pregunta Derian.
Asiento.
—El problema va a ser encontrarlo entre todos ellos —digo.
—Digamos que se distingue de todos —me da una sonrisa torcida— así que no será tan difícil.
—Ahora entiendo porqué mi prima estudia aquí.
—Si encaja perfectamente aquí, con todas las chicas —responde— no desentona ni un poco.
Llegamos a otro pasillo, al parecer la escuela está llena de ellos.
—Pero Kilian no encaja aquí, es decir míralos.
—De hecho, pero quién sabe, a lo mejor es un millonario con un pasado oscuro —me alza sugestivamente la cejas.
Le lanzó un mirada.
—Eso es tan cliché.
—¿Y qué? ¿Lo cliché no va con el?
—No... Es un chico fuera de los parámetros normales.
—Hablas como si lo conocieras.
Lo hago —suena una voz en mi interior.
Uh uh.
Seguimos caminando hasta que poco a poco se empiezan a vaciar los pasillos, al parecer entraron a clase.
—Mejor vámonos, puede que alguien nos llame la atención por no estar en clase.
—Bueno otro día será —caminamos de regreso.
O al menos lo intentamos, no encontramos la salida y sólo damos de vueltas.
—Oficialmente estamos perdidos —dice.
—Y no podemos preguntar, porqué sería muy raro que un estudiante de ésta escuela no sepa dónde está la salida.
—Obviamente —nos detenemos— ¿no te acuerdas por donde es?
—No —respondo— sabes que tengo un terrible sentido de orientación.
—Cierto —se queda pensando— vamos por allá.
Señala un pasillo muy largo.
—No recuerdo haber pasado por él.
—Al menos dejaremos de dar vueltas en círculos.
Empezamos a caminar y alcanzó a ver a una persona a mitad del pasillo. Está en cuclillas sobre una cubeta mientras exprime un mechudo.
Todo está en demasiado silencio.
—Derian —susurro y lo jaló del brazo— detente.
—¿Por qué? —nos detenemos.
—Creo que es él —lo señaló— el viejito.
—¿Cuál? ¿El intendente?
—Si él.
—Vaya... Demasiadas coincidencias ¿no?
Suspiro. Y lo veo fijamente. De repente una persona da vuelta al pasillo.
—Maldita sea, Derian es Kilian ¡vámonos!
—Oh no, solo tenemos que escondernos, necesito comprobar mi teoría.
Vemos un salón y está vacío, cuando intentamos abrirlo esta cerrado con llave.
—Vámonos o nos va a ver y pensara que soy una acosadora —estoy oficialmente en pánico.
—Shh Dasha baja la voz.
Kilian sigue caminando, como dije el pasillo es muy largo, además de que sus pasos son perezosos.
—Tranquila —me jala a la orilla, donde hay un pequeño hueco entre la pared y el castillo— recuerdas lo que pasa en la película de El Capitán América cuando no quieren que los vean a él y a Black Widow.
—Si si —respondo— ella dice que las demostraciones de afecto en público incomodan a las personas y no te ven. ¡Oh Dios mío! ¿¡Piensas besarme?!
—Baja la voz —ve a Kilian y el pasa de largo al viejito, ni siquiera lo ve una sola vez— ¿Pero qué harías si lo hiciera?
—¿Que? ¿Estás loco? Kilian...
—¿Así que es por Kilian? —me interrumpe.
—¡Nos a ver! —estoy a punto de salir gritando que yo no quería hacerlo y que me obligaron— Derian.
Cuando está un poco lejos, Derian me abraza. Digamos que está un poco más —bueno en realidad muchas más— alto que yo y mi cabeza se esconde perfectamente entre sus brazos.
Kilian nos ignora y sigue su camino.
Me separo de Derian.
—¿Por qué nos quedamos? Ya habías comprobado tu teoría.
—Necesitaba comprobar otra —responde.
—¿Así? Y dime cuál es.
—Que en realidad estás perdidamente enamorada de él y no tienes idea del porqué lo haces.
Ahora soy un lindo jitomate.
—Pudiste preguntarlo... —comenzamos a caminar.
—No habrías sido sincera.
—Sabes que si —respondo.
—No porqué ni tú misma lo sabías, te preocupaba que te besara enfrente de él.
—Me preocupo que quisieras besarme.
—Sabes que solo era un prueba, no te ilusiones.
—¡Ah! ¿Yo ilusionarme? Ja ja.
Y seguimos caminando de vuelta pero se nos olvidó que un viejito de ojos azules aún estaba ahí.
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Si te vuelvo a amar
RomanceHay poco qué decir sobre esta vida, las cosas que pasaron no puedo estar segura si fueron por mi elección. Pero solo puedo estar segura de una de ellas, una decisión que tomé consciente y voluntariamente, si iba a arruinarme la vida qué mejor que fu...