Capitulo 29

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Solo necesitamos que los demás nos quieran de forma inequívoca, apasionada, incondicional, inmerecida.
No entiendo que mierda esta fallando.

Voy subiendo las escaleras para mi cuarto, mi mejilla aún está zumbando y caliente. Aún puedo sentir sus labios.
—¿Cuál vieron?
Me sorprende la voz de Jude.
—Uh, la de Spectre —digo confundida, me tomo con la guarida abajo.
—¿Con quién fuiste? —me pregunta y me ve con esa mirada que conozco tan bien.
—Con Nat —sigo caminando hacia mi cuarto.
—¿Nueva amiga?
—Algo así —me siento en mi cama.
—¿Cómo te fue en los exámenes? —se sienta conmigo.
—Bien, o al menos eso espero.
—Yo sé que te fue bien —pasa la mano por cabeza y me revuelve el cabello tiernamente. Inmediatamente mi mente recuerda una escena yo tengo doce y estoy llorando, pero llega Jude y me acaricia mi cabeza, tan tierno.
Me hace sonreír y me abraza.
Al final le digo:
—Cuando me case, me voy a asegurar que sea un chico que me de palmaditas en mi cabeza como tú.
El sonríe y dice que es lo más sabio que he dicho.
Sonrió ante ese recuerdo.
—¿Te va bien? —me pregunta— te ves cansada.
Suspiro, uno largo y profundo.
—Si me va bien, no me quejo mucho.
—No luces así.
—Cállate —le sonrió— Y tú ¿cómo te va allá?
El toma aire y comienza, me cuenta todo, desde su extraño compañero de cuarto, hasta que le rompieron el corazón.
Y nos quedamos dormidos, justo como en los viejos tiempos.

—¡Dios mío! —grita Derian cuando me arrebata mis resultados— me ganaste por una milésima.
—Una milésima es una milésima amigo —responde Alana. Me río.
—¿Y tú Alana? —pregunto.
—Pues ¡estoy orgullosa de ellos! —nos los enseña mientras salta de alegría.
—Nada mal novata —dice Derian.
—Deja de llamarme así —lo golpea Alana.
—Pero Bastian nos sorprendió a todos —sigue Derian— quién iba a decir que eras un nerd.
Bastian se sonroja y niega con la cabeza. Últimamente se ha juntado mucho con nosotros, pensé que iba a ser incómodo pero para nada lo es.
—Estas ojeras tenían que valer de algo —responde.
—Esperen —dice de repente Alana— tenemos que festejar esto chicos. ¿Quien me apoya?
Obviamente todos.
—Podríamos vernos en mi casa —se ofrece Bastian, Derian me lanza una mirada— el domingo está libre.
—Suena genial —respondo— ¿El domingo entonces?
—El domingo —dice Derian con una voz picara.

—¿Qué rayos fue eso de la novia de Illya? —me pregunta Derian.
Vine a dejarlo a su casa.
—Ni idea, sólo sé que está algo loca.
—¿No has hablado con Illya?
—No y dudo volver a hacerlo antes de que ella me asesine o algo.
Derian se ríe.
— Probablemente tienes razón ¿quién dices que te salvó?
—Nat, dijo una tontería pero al menos me saco de esa.
—Eso es lo más importante —de repente su rostro se torna serio— encontré algo del poeta.
—¿Qué?
Saca un papel doblado de su bolsillo.
—Un poema —lo desdobla— dice algo así "Si pudiera hablar con el tiempo, le diría que entendiera por qué quiero pase más lento cuando tus sonrisas son dulces y para mí, que se detuviera en ese instante, cuando tus ojos ven a los míos antes de que nuestros labios colisionen, que se apresurara cuando la vida se torna cruel y tu alma se rompe un poco y tienes que soltar mi mano para huir. Pero más que nada le diría que me diera, sólo un poco más de él, unos segundos, para detenerme y enseñarte la magia en tus ojos cuando me miras, los fuegos artificiales de tu sonrisa y las chispas que salen volando de tu alma quemando la mía. Sólo esos precioso segundos, querido tiempo, es lo que pido. Y al final desaparecer como fuego hecho humo. Incendiado por tu amor."
Un nudo asfixia mi garganta, y no tengo idea de por qué.
—¿Cómo se llama el poema? —digo casi como un susurro.
—Tiempo.
Mi corazón golpea mi pecho, duro, una y otra vez.
—¿Tiene dedicatoria o algo así?
Derian me ve fijamente por unos instantes.
—Sí —mira la hoja— Para la mujer que hacía arte con solo parpadear.
Dentro de mi, algo reconoció esas palabras y a ese algo le dolieron, como una cuchillada en mi corazón. Las sentí tan cargadas de tristeza aunque son tan románticas.
—¿Estás bien?
No. Lo extraño.
¿De dónde salió eso?
—Sí —respondo.
—No te creo.
Ve tras él, lo necesitas.
¿Qué?
—¿Por qué?
Porqué lo amas.
Detente.
—Te vez tan confundida —responde Derian.
Sólo su mirada te da claridad.
Ya basta.
—Estoy impresionada.
El poeta necesita a una musa para escribir y él te necesita a ti para vivir.
¡Cállate!
—¿Impresionada por el poema? —Derian cada vez suena más confundido.
—Sí —pongo mi cabeza entre mis manos. Se siente como si una intrusa estuviera dentro mío.
—¿Dasha? —se acerca Derian preocupado.
En ese momentos reconozco a esa voz, es esa parte vieja y sabia de ti, esa que siempre está detrás de mí susurrándote que es lo más correcto, la que te empuja a hacer las cosas que están bien pero te dan miedo. La que se atreve a pensar cosas que te asustan. Todo ese tiempo fue esa parte de mi hablando. Al parecer ella sabe más cosas que yo. No sé por qué hablo en tercera persona ¿eso me convierte en una loca? Uh uh.
—¿Dash? —Derian me sacude.
—¿Qué pasa? —respondo más tranquila.
—Te desconectaste.
—Si, lo siento —le sonrió pero él me ve raro— ¿alguna vez has escuchado a una voz dentro de ti que te dice que hagas cosas que te asustan?
—Em —sé queda pensando— si, algunas veces, el subconsciente le dicen algunos.
Oh.
—Creo que el mío está loco.
—Todos lo están de hecho —se ríe— pero ¿qué piensas del poema?
Arg.
—Es lindo —mi mirada se pierde en el cielo— pero también pienso es triste.
—¿Eso te hizo sentir?
—Sí.

Si te vuelvo a amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora