Kilian

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  Así que puedes arrastrarme a través del Infierno
Si eso significa que podré tomar tu mano
Te seguiré porque estoy bajo tu hechizo
Y puedes arrojarme a las llamas
Te seguiré, te seguiré  

Veo como entra al cuarto, tan tranquila, ni siquiera me ve y luce bastante entretenida en su libro. No sé porque, pero siento la necesidad de molestarla, así que eso hago.

— ¿Puedes subirle el volumen?

— Claro —dice de forma encantadora pero es fingido.

Por alguna razón eso me molesta. Ella sigue inmersa en su libro, apenas y me nota, pero no puedo dejar esto así.

— ¿Puedes subir más el respaldo?

— Sí —sonrisa forzada de nuevo... esto no me gusta.

En lo que ella lee su libro, lentamente jalo la sabana de mi pie y lo descubro, ni siquiera nota ese movimiento.

— ¿Puedes tapar mi pie?

Mira mi pie de mala forma y eso me encanta. Estoy logrando mi objetivo.

Pero entonces como si nada vuelve a su libro, no me mira, no me habla... simplemente esta ajena a mí y por un hecho que me niego siquiera a pensar, eso me molesta.

Me molesta no afectarla.

Su atención sigue en ese libro que ya estoy odiando, miro la hoja, pagina 165, ya le ha avanzado bastante.

Es lo mejor, esto es lo mejor, una voz de esas que odio me murmura. Sé que es lo mejor, ella en su mundo... Pero...

— Dasha.

— ¿Sí? —sigue sin verme.

— ¿Qué día es hoy?

— Miércoles —su interés sigue apartado de mí.

— ¿Número? —con cada pregunta se molesta más.

— 21.

— ¿Mes?

— Diciembre.

— ¿Año?

Cierra su libro de golpe y me recuerda a mis gatos, tiene la misma expresión de frustración, me dan unas terribles ganas de apretar sus mejillas.

— Me preguntaba cuantas preguntas más te tenía que hacer para que voltearas —se esfuerza por no enojarse pero no puede.

— Bueno, tienes mi atención ¿Qué paso?

—Solo quería que dejaras ese libro —Que aventarás ese libro y que me vieras y hablaras solo a mí.

Suspira frustrada y abre el libro, busca la página ¿en serio lo estaba leyendo?

— Pagina 165.

Me ve, pero no dejo que vea nada a través de mí...

— Gracias —se da por vencida y sigue con su libro.

Tal vez es eso, a su libro puede leerlo y yo... Es imposible que lo haga.

Es mejor así. Es mejor así. Es malditamente mejor así.

Pero mando todo al carajo y no me resisto y pregunto...

— ¿Qué tienes?

Pierde la compostura pero así como la pierde la recupera.

— ¿A qué te refieres?

— Estas siendo muy fría —me está ignorando, mi ego no puede permitir eso, el universo no puede permitirlo.

Se paraliza, mi pregunta la tomo desprevenida.

— Créeme, no estoy siendo fría —y eso me duele.

He sentido la frialdad, sé lo que es, y me asusta que alguien como ella pueda ser fría.

Lo que me asusta más es que puedo ser más frío de lo que se imagina, más de lo que yo me imagino. Y no quiero serlo con ella... pero a veces es inevitable.

Amarro el tornado y le doy una respuesta amable.

— Entonces veme a los ojos cuando hables.

— ¿Para qué? —al fin me ve y la tierra vuelve a girar en el sentido correcto.

— Para tener una idea de lo que piensas —recuerdo lo que ella me dijo esa vez.

Ahora entiendo ese deseo de saber que pasa por esa preciosa mente.

— No quieres hacerlo — ¿Qué demonios esconde?

Creí conocerla pero esta conversación me está sorprendiendo.

Me inclino hacia ella, sonrió lo mejor que puedo.

Su reacción es inmediata, la satisfacción me llena.

La afecto.

—Créeme, me muero por hacerlo. 

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.

A petición del público :3 

Karlita tu me inspiraste <3 

Espero les guste, jeje, ya saben solo una pequeña ventana a todos sus pensamientos.

Pequeñita. 

*Corre* 


Si te vuelvo a amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora