Comencemos este amor al revés: dime adiós y entonces quédate para siempre.
Neelam me mira.
Yo miro a la nada.
¿Camilla? ¿Por qué ella? ¿Por qué de todas las personas del entero universo tenía que ser mi prima?
Siento que esa sensación pegajosa adquiere fuerza.
—Debo admitir que esperaba una reacción más emocionante —declara Neelam.
— Discúlpame si no puedo expresar correctamente mi desesperación —digo con ese tono cortante que recientemente he adquirido.
—Disculpada —alza las cejas.
Nos quedamos en silencio, ahora me ha dado más en qué pensar ¿Se alejó de mí por qué se tenía que acercar a mi prima?
— ¿Crees que él quiera seguir el plan del destino? —pregunto.
—No lo sé. Esperemos... roguemos porque no sea así.
— ¿Y por qué ella? ¿Qué tanto tienen en común como para que al destino se le ocurra ponerlos juntos?
—Pues, ella perdió a James, tiene un lado oscuro y heridas. Kilian también tiene uno y heridas, se van a complementar y a entender.
Odio eso.
—Yuju.
Neelam suspira.
— ¿Soñaste antes lo que pasó con Jude?
—Sí, lo soñé, cuando me desperté corrí como loca a ese lugar pero... no llegue a tiempo —me aprieta la garganta.
—No es tu culpa.
Me quedo en silencio, no sé qué decir, hay algo pesado en mi corazón que me arrastra hacia la insensibilidad.
—Escucha, cuando sueñes eso mismo con Kilian, que le pasa algo o está en peligro, no vayas a ir —dice muy serio.
— ¿Por qué?
—Es una táctica perfecta del Destino para ponerlos a dos en un lugar peligroso... se podría deshacer de ustedes muy fácil y no queremos eso. Así que por nada del mundo vayas.
— ¿Hasta ahora se te ocurrió decirme?
—No pensé que usara eso, pero parece que sí.
— Genial, esto simplemente mejora.
Me pongo de pie y doy de vueltas.
— No te rindas Dasha, por favor.
— ¡Dame una buena razón para no hacerlo! —estoy desesperándome.
Neelam se pone de pie, es más alto, sus ojos azules me miran fijamente.
—Hazlo por aquellos que perdiste, por ellos, se merecen una vida buena, bien vivida, merecen justicia, que nadie vuelva tomar su vida solo porque desean hacerlo. Hazlo por Jude.
Suspiro, la armadura de mi corazón tiembla.
— ¿Recuerdas a Noelia? —Asiento, ella era mi niña— El destino te la quito, desde ese día prometiste que no pararías hasta que el responsable pagara. Las dificultades te deben hacer más fuerte.
No, no, no.
— No soy fuerte ahora —confieso cobardemente.
— Entonces empieza a serlo.

ESTÁS LEYENDO
Si te vuelvo a amar
RomanceHay poco qué decir sobre esta vida, las cosas que pasaron no puedo estar segura si fueron por mi elección. Pero solo puedo estar segura de una de ellas, una decisión que tomé consciente y voluntariamente, si iba a arruinarme la vida qué mejor que fu...