Nunca diré algo que no sea cierto.
Entre nosotros, siempre la verdad.
Aunque te mate a ti saberla, aunque muera yo al decirla.
Entonces se escucha un disparo, y luego dos, y el peso sobre mi desaparece.
Caigo al suelo, sin fuerzas, exhausta, temblando, y los miro, están tirados, un disparo en la pierna de cada uno, Kilian patea el arma de ellos lejos, y les sigue apuntando.
A lo lejos se escuchan patrullas.
Los ojos de Kilian están inyectados de sangre, fríos, casi asesinos, nunca había visto esa mirada en él.
No sé cuánto tiempo pasamos así, les apunta mientras grita cosas que no escucho, pero estoy segura que nada lindas, cuando me mira... evita mi mirada, como si le diera asco, solo me avienta su chaqueta, no tengo frío, no siento frío, pero creo que solo tengo el brasier encima, esa asquerosidad alcanzo a quitarme únicamente el cinturón, gracias a Dios.
Miro mi ropa tirada, la odio, solo me pongo su chaqueta encima y de repente estamos rodeados de patrullas y ambulancias.
Kilian baja el arma.
— ¿La conoces? —le pregunta un policía.
—No mucho, es la prima de una amiga.
Esa frase pasa profundamente por mi pecho.
Les ponen esposas a los hombres en el suelo y los levantan con una camilla.
— ¿Tiene permiso para portar eso? —le pregunta de nuevo ese policía.
Kilian saca algo de su cartera.
— ¿Qué paso?
Se alejan y no escucho nada, los paramédicos vienen conmigo, me levantan, no puedo caminar por mí misma, sigo temblando con miedo, muchísimo miedo.
— ¿Te hicieron algo? —me pregunta una chica de ojos dulces cuando ya estamos en la ambulancia.
— Solo me quito mi blusa —mi voz sale muerta.
Toman mi presión y uno atiende el golpe en mi cabeza, arde.
— ¿Te tocó?
—Casi no.
— ¿Cómo te sientes?
—Quiero vomitar.
Me pasa un recipiente y lo hago, es muy plateado.
— Ten, toma agua —me quita esa cosa y agarro la botella.
Lo hago, inyectan algo en mi brazo. Me ponen una gasa en la cabeza, y dejan mi brazo en paz.
— ¿Te lastimaron en algún otro lugar?
—No.
— ¿Segura?
— Sí.
—No tengas vergüenza, si lo hicieron, dime, tenemos que ver que estas bien.
—No, no lo hicieron.
— ¿Quieres decirme que pasó? —mira mis ojos con una lámpara.
—Solo iba caminando, sentí que me seguían, corrí, uno de ellos me derribo, grite y grite, me golpeo, luego me apuntaron con un arma y me trajeron aquí, me quito el suéter, luego la blusa... mi cinturón y al final disparos.
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Si te vuelvo a amar
عاطفيةHay poco qué decir sobre esta vida, las cosas que pasaron no puedo estar segura si fueron por mi elección. Pero solo puedo estar segura de una de ellas, una decisión que tomé consciente y voluntariamente, si iba a arruinarme la vida qué mejor que fu...