Somos de quien
Nos hace bajar la mirada
Y al hacerlo sonreímos.
Ya casi son las seis, sé que tengo que llamar para cancelar, pero me encuentro enojada con todo, no puedo cambiarlo y me enoja.
— Ya casi van a ser las seis —Illya dice inocentemente.
—Lo sé.
Miro mi celular con rencor y marco su número.
— ¡Hola! —Kilian se escucha feliz cuando responde.
— Hey —yo no me escucho tan feliz.
— ¿Qué pasó? —de inmediato detecta algo.
— Veras, mi mamá me mando depositar dinero al centro y hay un tráfico horrible, chocaron así que estoy atrapada. Aparte de que un imbécil se pegó tanto al camión en donde venía que no puedo bajar.
— Vaya —se ríe secamente— si no te conocera diría que es una excusa muy elaborada para zafarte de mí.
—Pero me conoces... —susurro.
—Sé que odias estar ahí en este momento —también susurra, como si estuviéramos compartiendo secretos que nadie puede saber.
—No tienes ni idea.
Suspira en el celular.
— ¿Quieres que vaya por ti? —es decir, cuando el trafico avance te bajas y te encuentro.
— ¿Puedes? —este tipo de gestos son más frecuentes pero aun así no sé cómo reaccionar ante ellos.
— Claro que puedo, pero me avisas antes ¿vale?
—Sí.
¡En tu cara Destino!
Cuando quieres ver a alguien nadie puede impedirlo.
Cuelgo y me siento más optimista.
Illya se abanica a mi lado con una libreta, el pobre se está derritiendo.
— ¿Quieres agua? —le pregunto.
— Por favor.
—Bueno si no te importa compartir saliva.
Cerebro, tenemos que mejorar estos filtros.
La mirada de Illya cambia, es un cambio sutil pero lo siento. Sus ojos azules me miran de una forma más... tóxica.
—No —su voz sale suave, ronca— no me importa compartir saliva contigo.
Me mantiene la mirada, pero yo no puedo. Busco la botella de agua y se la doy.
—Gracias —me la devuelve— acabas de salvar mi vida.
—De nada —estoy asustada, no quiere tener este tipo de conexión con Illya.
— ¿Te gusta Damien Rice? —pregunta.
—Sí, me encanta ¿cómo lo sabes?
—Estabas escuchando eso, no pude evitar ver tu celular.
—Oh claro, sí, me encanta, me encanta todo de él, quiero decir... —intento encontrar las palabras adecuadas.
—Cómo escribe, su música, su ritmo, su habilidad para combinar los tres y hundirte en un mundo distinto donde solo su letra te guía.
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Si te vuelvo a amar
RomanceHay poco qué decir sobre esta vida, las cosas que pasaron no puedo estar segura si fueron por mi elección. Pero solo puedo estar segura de una de ellas, una decisión que tomé consciente y voluntariamente, si iba a arruinarme la vida qué mejor que fu...