Me sonrieron sus ojos
y me tembló hasta el alma.—¡Oye!
Siento como la hamaca se mueve muy feo y me levanto precipitadamente, casi cayendo.
—Ya era hora... —es Saeed— levántate y ve a ayudar a Neelam.
Parpadeo viendo a mi alrededor, estaba soñando con un poeta que me escribía los versos más bonitos que se pueden hacer con las letras.
—¿Me escuchaste o qué?
Su voz me saca del trance.
—¡Oh si! —me acomodo la ropa y voy con Neelam.
—Buenos días señorita Delmau —dice cuando me ve llegar.
—Buenos días Neelam —observó lo que hace, está pelando unas papas—¿qué hago?
—Es hora del desayuno —me sonríe— vamos a hacer algo sencillo.
Cocinamos y cuando está listo Neelam me encarga entregarle su plato a cada uno.
—Ten —me da un plato, huele bien— este es del Capitán solo déjalo en su mesa y salte.
Hago todo lo que me ordena, luego amablemente atiendo a los piratas, ellos se sorprenden con eso, uno de ellos me guiña el ojo, casi me lanzo por la borda.
—Pero mira nada más —dice Kilian cuando me ve— la princesa es servicial, algo malo va a pasar —ve el cielo— es una señal lo sé.
Aprieto la sonrisa lo más que puedo.
—Vamos, sonríe —habla de manera suave, como si quisiera que las personas alrededor no escucharán.
Mi sonrisa gana la batalla y poco a poco empieza a salir. Bajo inmediatamente la mirada.
—Ahí está —dice viéndome— podrías incendiar el mar entero con esa sonrisa.
—¿Disculpa? —el bendito ruido a mi alrededor no me dejó escuchar.
—Dame de comer, mujer —dice negando con la cabeza y sonriendo.
Su sonrisa es contagiosa, como la maldita gripa.
—No me digas mujer —le digo de mala manera, le entrego su plato. Así es como le decía papá a mamá cuando estaba enojado.
—¿Entonces prefieres princesa? —lo miro, tiene una mirada peligrosa, de esas que rompen suspiros.
El sonrojo me saluda.
—Preferiría que me llamaras por mi nombre.
Y lo digo en serio, me gustaría escuchar como lo pronuncia.
Joder, deja esos pensamientos.
De repente Kilian no parece tan feliz.
—Me quedo con princesa —y se va.
Cuando me volteo para tomar más platos Neelam me está viendo fijamente.—¿Y ahora? —al fin terminamos.
—Tenemos que lavar eso —veo la montaña de platos— y hacer la comida.
—Genial —es mi vano intento de animarme.
—¿Cómo va tu mejilla?
—Mejor —la toco— ya no está tan hinchada, el dolor es menos.
—De nada.
Sonrío.
—Gracias Neelam.
Nos apuramos hasta que la comida está lista, nosotros comemos primero para servirle a los demás.
—Ya sabes que hacer —ordena y asiento.
Les entregó su plato a todos, hasta que me topo con unos muy amigables.
—¡Hey chica!
—¿Si? —me acerco.
—Mis amigos y yo discutimos sobre cuál es tu nombre —habla el que me guiñó el ojo— queremos saber si alguno le atino.
Sonrío.
—Soy Dasha —digo encantada de pronunciar mi nombre después de días.
—¡Dasha! Nunca íbamos a adivinar algo tan bonito. Mi nombre es Rafael...
Seguimos hablando hasta que Neelam me habla, son los más simpáticos piratas que he conocido. Camino para regresar a la cocina y veo cómo Kilian me está viendo, no es del tipo de miradas que normalmente me agraden. La ignoro y continuó.Termina mi día y estoy rendida en mi hamaca, fue cansado pero nada fuera de lo normal. Veo a mi lado, no ha llegado Kilian.
Debo dejar de pensar en él, sé por dónde va este camino y no debo ir ahí. No es del tipo de persona con la que pueda estar.
Auch, ese pensamiento dolió.
Kilian llega y en total silencio se quita los zapatos y se acuesta. No recibo ninguno de sus comentarios sarcásticos. Esto es raro, probablemente está cansando.
—¿Kilian? —mi voz suena insegura.
—¿Si? —la de él ronca.
Fabuloso, ahora no sé qué decir ¿para qué lo llame?
—Solo quería saber si estabas despierto.
—A mí no me engañas, princesa. Querías decir mi nombre.
Sonrío, ya está oscuro así que no puede verme. Ya extrañaba esos comentarios.
—Sigue soñando, pirata —respondo.
—Ahora dices que es un sueño, pero llegará el momento en el que digas mi nombre y no será susurrando.
¡Sal de esta conversación justo ahora!
—Buenas noches Kilian.
Se escucha su risa silenciosa.
—Buenas noches princesa y por cierto, escuche como sonreíste —vuelvo a sonreír— y te apuesto a que justo ahora lo hiciste.
Argg.
![](https://img.wattpad.com/cover/41447666-288-k932548.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Si te vuelvo a amar
RomanceHay poco qué decir sobre esta vida, las cosas que pasaron no puedo estar segura si fueron por mi elección. Pero solo puedo estar segura de una de ellas, una decisión que tomé consciente y voluntariamente, si iba a arruinarme la vida qué mejor que fu...