Capitulo 84

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Mientras los pulmones tengan aire todo se puede.

Las cosas pasaron muy rápido, o mi cabeza estaba en otro lugar como para notificar todo lo que estaba pasando. Al final y repasando lo ocurrido del día se me hace difícil creer que todo eso me pasó a mí en el mismo día. 

Me revisaron en el hospital de nuevo, de pies a cabeza, meticulosamente, lo odie, pero sé que sólo querían ayudarme... algo vieron en mis ojos que les hizo revisarme así.

Salgo con una chaqueta que me presto alguien en el hospital, Illya me espera desde su auto, tiene una terrible cara.

— ¿Qué pasó? —su voz tiembla.

Kilian sale, alguien lo espera dentro de un auto, no quiero ver quién es y no lo hago.

— Solo vámonos de aquí.

— Pero, dime —está desesperado.

— Conduce y te cuento, lo prometo.

Suspira y mira al cielo.

— ¿A dónde vamos?

¿Mi casa? No, no es buena idea.

—Cualquier lugar que no sea mi casa.

Entrecierra sus ojos.

—De acuerdo.

Comienza a manejar, le cuento, omitiendo lo de Kilian, solo le dije que era un conocido, pero veo como las expresiones de su cara cambian, preocupación, dolor, angustia... pero se queda callado, espera hasta que termine y entonces me dice todo.

—Tienes que ir con alguien, un psicólogo, no sé algo, y hablar, con tus papás, un amigo, algo, no está bien Dasha, estas guardando muchas cosas dentro de ti, y desde el punto de vista clínico, te estas matando.

—No creo que sea para tanto, ya me siento mejor.

En realidad no sentía nada.

— No sabes que estás diciendo, he visto los casos que trata mi papá, no tienes ni idea de las innumerables cosas que pueden desencadenarse gracias a eso.

— Creo que exageras.

— Ya quiero ver como reaccionas los siguientes días, verás que no.

— Claro.

—Debes hablar con tus papás, tienen que saberlo.

— Créeme que tienen las manos llenas con lo que está pasando.

—Eres su hija.

—Illya, no.

—Bien, mi papá puede ayudarte.

— ¿Qué? —pregunto desconcertada.

—Si no quieres que tus papás se enteren dile a mi papá, te podría ver en la casa, es lo que pido.

— ¿Me estás poniendo condiciones?

— Velo como quieras, solo quiero ayudarte, elige.

—Dile a tu papá, tal vez no quiera.

—No creo.

Me hundo en el asiento, pero siento que me estoy realmente hundiendo en algo más.

Llego tarde a la casa, todo está oscuro, supongo que cada quien está en su cuarto, pero nadie sale, sin embargo tengo la extraña sensación de que alguien me ve cuando salgo del auto de Illya, cuando estoy en mi cuarto, por las ventanas, me cuesta dormir, pero cuando lo hago, tengo las pesadillas más espeluznantes que pueda imaginarme.

Si te vuelvo a amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora