Si te vuelvo a amar

Capitulo 101

Tuvimos dos hijas,

Cinco perros y tres gatos.

Nos mudamos cuatro veces,

estuve con él cuando se fracturo una pierna.

Conocí como su piel se arrugaba

y que las canas en su sien le sienta bien.

Cuando cumplió cincuenta y dos años,

nació nuestro primer nieto.

A las sesenta casi nos divorciamos,

y a los sesenta y dos volví a amarlo,

como cuando tenía veintitrés.

A los sesenta y cinco murió su mamá,

y conocí su lado más triste.

Lo amé la mayor parte de mi vida,

y la otra parte lo odie,

porque sólo él sabía exactamente,

y perfectamente

cómo hacerme enojar.

Pero sólo con él quería ver

los atardeceres

sin importar que estuviera molesta con él.

Y nunca fue tan divertido hacerlo reír,

que cuando tenía incontinencia.

Me tapaba mis pies cuando tenía frío,

aunque se tuviera que levantar de la cama

e ir por la cobija,

si eso no era amor,

no me digan qué era, que amor es el nombre

que le quiero dar.

Viví bien, viví feliz,

junto al amor de todas mis vidas.

Tomo el color azul y comienzo a aclarar lo negro, pongo una presión suave sobre él, poco a poco más fuerte, y el negro comienza a convertirse en azul. Alguien toca la puerta.

— Adelante —digo distraída, necesito el azul navy.

— Hey —es mi hermano, alzo la vista y dejo el boceto.

— Jude ¿qué haces aquí? —viene de traje, siempre está de traje. Pero debería estar en el trabajo.

— Ya se estableció la fecha de la boda —dice incómodo, sé que la idea no le agrada.

— ¿Cuándo? —pregunto nerviosa. Desearía que fuera lo más lejanamente posible, pero sé que no será así.

— En tres días —se desabrocha el saco, se sienta y toma el boceto.

Tres días de libertad, sólo eso puedo conseguir.

— Eres malditamente buena en esto.

— Lo sé, por eso los juegos son muy famosos.

— Eres la mejor diseñadora de personajes y mapas —se encoje los hombros— qué te digo.

— ¿Qué es él? —pregunto.