Si te vuelvo a amar

Capitulo 61

Me sobran ganas de pedirte que te quedes, pero no lo haré. Hay cosas que deben nacer de una persona, como permanecer, querer permanecer.

Mi mira nerviosa de arriba para abajo, probablemente se está preguntando quién demonios soy. Después de un rato ella habla primero.

— ¿Esta Kilian?

Lo que más temí.

— No, no se encuentra —silencio incómodo— ¿Quieres dejarle algún recado?

Baja la mirada, tiene una apariencia delicada, cada detalle en ella luce lindo.

— No gracias, solo... yo regreso a verlo —y se va.

Tal vez debí decirle que estaba en el hospital. Uh, me siento malvada.

Voy a mi casa y descanso, hablo con Derian, quien maldice a Jude por interrumpir.

— ¿Y luego?

— Luego pues —suspiro— no pasó nada, todo fue muy normal.

—Arg ¿no dijo o hizo algo después de eso? O no sé algo raro —me pregunta Derian.

— No, nada.

—Entonces actúa como él, pretende que nada pasó, veamos quien aguanta más.

—No sé si pueda...

Kilian tiene un increíble autocontrol, el mío está algo descompuesto. Pero bueno, esto parece un juego, y Kilian va ganando.

En la tarde voy para el hospital a dejarle de comer a Jude, solo ruego que haya sido normal con él.

Cuando toco la puerta están viendo tranquilos una película.

— ¿Mi comida? —casi le brillan los ojos a Jude.

Asiento y viene hacia mí.

— Cuídalo y —susurra— no hagan nada raro.

Me siento y Kilian sigue sumergido viendo la película.

Tranquila...

— Gracias —me ve y sonríe.

— Un placer —le devuelvo la sonrisa.

Y sigue con la bendita película.

¿Le digo de la chica? Mi cerebro grita que no, pero sé que es lo correcto.

Cuando lo correcto y lo que sientes son dos cosas distintas... es un dolor en el trasero.

— ¿Cómo están?

—Bien, habían hecho un poco de desastre pero ellos estaban sanos y salvos.

—Dime que no limpiaste nada —me mira de esa forma y simplemente no sé cómo actuar, solo recuerdo lo bien que se sentía estar tan cerca de él.

Contrólate.

— No pude evitarlo

— No tenías que —niega con la cabeza.

Bueno, aquí vamos.

— Una chica fue a verte —tengo de inmediato su atención— Me pregunto por ti y le dije que no estabas, no quiso dejar ningún recado, no sabía si decirle o no que estabas aquí.

Parpadea un par de veces y me ve. Me ve como si estuviera atravesando mi alma, me está leyendo, descifra cada gesto que hago. Pongo todo mi empeño en darle una sonrisa sincera y que no vea lo molesta que estoy. Ve mi sonrisa y duda de ella, pero solo espero que no vea más allá. Por una razón desconocida me da miedo que vea esos sentimientos.