Querido chico rubio

Capitulo 3

Nick

Ya es de mañana, me levante de la cama y vi por la ventana que, el sol no brillaba ya que esta nublado y pareciese que va a llover.

Me quite la pijama y me puse unos jeans un poco ajustados; una camiseta manga larga azul marino y encima otra manga corta con el logo de NIRVANA; unos tenis vans negros y mi suéter favorito.

Baje a desayunar y en la cocina estaban mis padres desayunando. Yo hice lo mismo. Después del desayuno fui a la entrada, tome un paraguas y salí rumbo a la prepa.

Pasar el día con Thomas fue grandioso, claro el cuido a sus hermanos y yo a mi prima; siempre lo he amado y no creo que haga falta volver a decirlo.
Llevo el regalo en la mochila, debo tener cuidado como siempre, pero uno nunca sabe.

Quisiera dárselo en persona, pero no puedo; soy demasiado tímido y tan solo estar a su lado mis mejillas arden. Y si fuéramos pareja no podría estar a su lado sin ponerme rojo o hacer una tontería; además a de pensar que soy un acosador.

Llegue a la escuela temprano, como siempre. No había muchas personas y aproveche para dejar la carta como siempre.

Me acerque con cuidado, abrí el pequeño casillero, pero algo me detuvo. Oí unos pasos y un escalofrío recorrió mi espalda. Cerré el casillero alterado, voltee con cuidado y vi a Vanesa viéndome con una sonrisa de... ¿felicidad?.

-¿Qué, que pasa?- dije asustado

-así que tu eres el de las cartas- dijo seria, aunque su cara demostraba felicidad

-si, pero no le digas por favor- dije nervioso y con un poco de miedo

-tranquilo, no le diré nada- dijo sonriendo- y no te preocupes, hoy llegara tarde

-muchas gracias- dije abrazándola, brotando de mi unas lagrimas

-bueno, pequeño- dijo separándose de mi, viéndome con una sonrisa- apúrate antes de que te vea.

Me quite las pocas lágrimas que salieron, sonreí y puse las cosas en el casillero y huimos, casi cayéndonos. Estando en otro lugar, nos relajamos y empezamos a platicar.

-ahora que se que eres tú, te apoyaré nene- dijo acariciando mi cabeza

-muchas gracias, te lo agradezco- dije sonriendo

-em... oye, ¿Por qué las cartas las firmas con N.R?- pregunto con suma curiosidas

-son las iniciales de mi nombre- dije acomodando mis lentes

-¿Cómo te llamas?- pregunto con mas curiosidad

-N-Nicolás Rosenberg- dije extrañado, por tal pregunta. Ella me miro en cara de shock y luego palideció.

-Ro-Ro-Rosenberg- dijo exaltada, con voz entrecortada y con una expresión indescriptible

-si, ¿Por qué?, ¿hay algún problema?- pregunte confundido

-no, no, no, no hay problema pequeñín- dijo nerviosa sacudiendo mi cabello

-Esta bien y gracias por no decirle- dije sonriendo- y también gracias por, por quererme ayudar

-No es nada Nick, ahora ve a clases- dijo levantándose y llenado hacia la salida del salón. Yo hice lo mismo por mi parte.

Thomas

Se me hizo un poco tarde en la mañana, por suerte llegue a tiempo. Abrí el casillero de los zapatos y había otra carta junto con un regalo. Lo guarde y fui al salón.