Damián
Me siento algo cansado; no puedo creer que mamá nos halla dicho sobre "eso". ¿Cómo sabe todo eso?... creo que no quiero saber.
-Dami~ me estas ignorando- dijo Sam colgándose de mi, según el estaba molesto pero se estaba riendo.- ¿Por qué el nuevo cambio de look?, ¿acaso es por Mike?
-E-estas loco, so-solo quise probar un nuevo peinado- ya no sabia lo que decía, sentía la cara enrojecida. ¡Ja! Hacer esto por Mike, si como no...
Me gusta como se te ve ese peinado...
-Eso me recuerda.-dijo parándose enfrente de mi.- en secundaria no te había hecho una coleta alta, así como esa y Mike te había dicho que se te miraba bien. Incluso te causo la misma reacción de ahora.
-Cállate Sam, deja de decir idioteces- le reclame, pero no sirvió de nada porque se hecho a reír.
-No me reprendas si tu cara va a estar toda roja, así no cuenta- dijo entre risas, lo mire enojado y me fui dejándolo atrás.
Me iba hablando, pero yo lo seguía ignorando. No iba a permitir que me dijera tales cosas como... como si fueran verdad.
¿Qué rayos me esta sucediendo?, a mi, a mi no me gusta Mike... no es amor, esto que siento por el definitivamente no es amor...
-Alto ahí Rosenberg- dijo una pelirroja enfrente mío. Su ceño estaba fruncido; tenia una mano en su cadera y la otra enfrente.- detente es este preciso momento Damián Rosenberg.
-¿Qué sucede Giselle?- pregunte mirándola, es mucho más baja que yo así que tengo que hacer eso.
-¿Qué le has hecho a mi hermano?, seguro lo hechizaste con tus poderes de tsundere- se puso a gritar en medio del pasillo, ya era la hora de salida así que los pocos alumnos que quedaban nos miraban.- devuélveme a mi hermano, desde hace semanas que esta raro y se que es tu culpa.
Estaba haciendo un puchero, me recordaba a Nick cuando se enoja y hace pucheros como niño pequeño. Era algo verdaderamente enternecedor.
-Lo siento pero yo no he hecho nada. ¿Por qué no le dices a tu hermano mejor, en vez de decirme a mi?- le dije de manera amable, no pudiendo evitar palmear su cabeza.
-¿Q-que rayos haces?- me dio un manotazo, estaba completamente roja como su cabello, y tartamudeaba.- no, no permitiré que me toques, te robaste a mi hermano... y, y ¡tonto!
Salió corriendo cual niño pequeño, después de un rato Sam y yo nos fuimos de ahí, directo a la cafetería.
Todos quedaron sorprendidos al verme con ese nuevo peinado. ¿Qué les pasa, es solo un peinado?, además todos olvidaron el tema de Mike; excepto Sam que me molesta de vez en cuando y Alejandra, que sigue enojada conmigo.
-Entonces, ¿hoy serás chica o chico?- pregunto Derek con cierta molestia, hasta se podría decir que con celos. Voltee a ver a Sam y esta ligeramente sonrojado, con un puchero.
-No lo se, y eso a ti no te incumbe- respondió Sam molesto, volteo la cara y se levanto para irse a los vestuarios.
Lo seguí para ir a ver si estaba bien, después de todo es mi amigo y debo de apoyarlo como el ha hecho conmigo. Lo busque en los vestuarios y estaba al lado de los casilleros, hecho bolita y murmurando cosas.
-Tonto Derek, idiota Derek, estúpido Derek, ¿Por qué tienes que ser tan apuesto e irresistible?- levanto ligeramente la cabeza y estaba rojo, se palmeo la cara y negó.- no, se supone que estoy enojado con él... idiota, tonto, tonto, tonto...
Toque un casillero como si fuera puerta, rápidamente se volvió a agachar.
-¿Puedo pasar?- pregunte sonriendo, fue algo tonto hacer eso. Pero diría que necesario.
-No seas tonto Dami, claro que si.- dijo riendo, mientras con sus manos limpiaba sus lagrimas.
Reí un poco, avance y me senté enfrente de él; casi al sentarme ya estaba arriba de mi, abrazándome.
-Oh Dami, Derek es un idiota bobo pero...- sentía sus lagrimas caer sobre mi camisa, mientras lo consolaba.- pero aun así me gusta, pero él ya me rechazo y luego toma esa rara actitud conmigo, no lo entiendo, no entiendo y eso duele.
-Tranquilo, si te rechazo simplemente ignóralo y si todavía te duele demuéstrale que no es así, para que se enoje o algo. No demuestres tu debilidad.- recordé las palabras que él mismo me había dicho aquella vez que pase por lo mismo.
-Creo que tienes razón.- se separo de mi, seco sus lagrimas y sonrió ampliamente.- que sepa de lo que se ha perdido.
Reímos un poco y después nos cambiamos. Obviamente esta vez iba de hombre, era lunes.
-Bien, es hora de abrir. Hoy no vendrá Lola, además que hoy se nos une alguien nuevo.- dijo Derek, mantenía su sonrisa serena. Su celular sonó, lo checo y volvió a sonreír.- de hecho acaba de llegar. Voy a por él.
Los tres nos miramos confundidos. Derek se fue para abrir la puerta trasera que es la de empleados. Al entrar con ese chico quede en shock, su cabello era rizado y negro, sus ojos eran avellanas y su tez moreno claro y un lunar en la parte superior de su labio. Si mis recuerdos no fallan esas características son iguales a las de Tavo... espero equivocarme.
-Chicos él es Gustavo Hernández, trabajara con nosotros a partir de ahora.- dijo Derek haciendo las presentaciones... si, tenia que ser él verdad. Mundo escritora, ¿Por qué eres cruel y malvado conmigo?
-Es un gusto trabajar con ustedes, espero llevarnos bien.- dijo haciendo una pequeña reverencia. Voltee a ver a Sam y este sonreía pícaro diciéndome con la mirada "baia, baia tu ex".- ah y me pueden decir Tavo.
-Igualmente.- respondimos todos, ugh presiento que esto va a ser incomodo. Gustavo se nos quedaba viendo mucho a mi y a Sam, Derek miraba la rara escena molesto, o más bien celoso.
-¿Sam?, ¿Damián?, ¿enserio son ustedes?- pregunto con una sonrisa melancólica y a la vez alegre. Supongo que Sam asintió porque casi al instante ya estaba abrazándonos.- oh chicos hace mucho que no los veía, los extrañe mucho, en especial a ti Damián.
-Nosotros a ti Tavo, te fuiste de repente. Dami se...- Sam iba a hablar de más, así que comencé a picarlo para que se callara.- bueno, ya, ya...
-Si, lo siento... solo puedo decir que es culpa de Saúl y sus amigos.- dijo nerviosos, rascándose la nuca. Dijo Saúl y sus amigos... espero que Mike no este involucrado...-bueno ya, luego hablamos que es hora de trabajar.
Nos pusimos en marcha, me dejaron a cargo de enseñarle lo básico a Tavo. Todo estaba yendo bien, hasta que...
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No se de donde salio esa frase tan Onodera, mi Damián no es así... No tanto, creó...
Más al rato subiré otro capítulo, osea el 42... No quiero dejarlos con la duda, bueno la tendrán pero por unas horas.
Los quiero
Alez Feria
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Querido chico rubio
RomanceLos días de preparatoria eran normales para Thomas Wolves, hasta que un día en su casillero aparece una misteriosa carta de un desconocido que dice conocerlo de antes, y así cada mes recibe una carta sin llegarse a imaginar quien pueda ser, ya que e...