Sam
Ahora la madre de Dami odia a su novio debido a lo de la cárcel, aunque técnicamente es culpa de Mike. Santi y yo llevamos como semana y media desde que nos hicimos novios en esa fiesta, he estado muy feliz y al parecer se ha estado tranquilo.
Solo hablo cuando es necesario... molestar.
Ya faltan mes y medio para que por fin me gradúe de la preparatoria junto con Dami y Giselle, que nos agarró odio, y digo "nos" porque también la tomó contra mi. Estudiare para ser profesor de primaria, siempre he adorado a los niños y que mejor que educarlos.
Estamos en el trabajo, Dami ya casi se recupera y posiblemente para la graduación ya no este con su pierna así... estoy tan feliz y emocionado... la próxima vez que vea a Santi lo invitare a mi graduación.
-Sam deja de holgazanear y ponte a atender a los clientes.- grito Lola desde el otro lado del local, sonreí y pase mi vista por todo el local, viendo a los clientes, a mis compañeros y a los nuevos clientes que entraban o los que se iban.
-Bienvenidas sean.- salude como siempre, pero las clientas no eran nada más y nada menos que mi larvita, acompañada de la otra niña rara.- las llevare a una mesa.
-Wow mi cuñado si que es servicial en su trabajo.- murmuro la rara del gorro, puede que me halla sonrojado un poco.
-Aquí esta su mesa, aquí están las cartas. Cuando vayan a pedir me llaman.- me retire de ahí y seguí con el trabajo. Esas niñas van a terminar avergonzándome.
En la puerta de entrada había dos chicos, una chica y un chico; el chico era pelirrojo, un rojo demasiado brillante, la chica era castaña y su camiseta decía "I'm Fujoshi".
-Bienvenidos sean.- hice la reverencia, sonreí y ellos también.- los llevare a su mesa.
Los lleve a una mesa desocupada, no se de que estaban hablando, solo se que la chica le decía cosas como "¿Suke? Si eres más pasiva que Aoba, claro quitándole lo fácil", "para mi que el mesero este es un completo muerde almohadas"... no pude evitar sonrojarme.
-A-aquí esta su mesa.- ellos se sentaron, les entregue la carta... seguía avergonzado.- c-cuando vayan a pedir me llaman.
-¿Por qué estas sonrojado?.- preguntó la chica burlona, el chico le dio un golpe.- auch, oye porque me golpeas intento de seme... me dolió, eres malo Paul.
-Ay si, ay si... te he dicho que tengas cuidado con lo que dices, de seguro te escucho.- exclamo el chico molesto con la chica, luego se dirigió a mi con una sonrisa nerviosa.- lo siento, es que ella es... así. Solo hay que ignorarla.
-No importa.- dije restándole importancia al asunto.- ahora si me disculpan...
-¿Le puedo hacer una pregunta?.- dijo el chico, asentí y el prosiguió.- ¿su cabello es natural?
-Si, así es mi cabello. ¿Raro verdad?.- dije riendo un poco, el chico sonrió y asintió.
-Es lindo.-
-Pues... gracias.- respondí sonriendo.- por cierto, tus ojos son lindos. Es curioso que sean así, de diferente color.
-Sam deja de coquetear, ¿Qué no se supone que tienes novio?.- escuche la voz de Derek a mis espaldas, rodee los ojos y me volteé para verlo; estaba cruzado de brazos, mirándonos burlón.
-Lo sabía, muerde almohadas.- murmuro la chica, un escalofrío recorrió mi cuerpo.
-No estoy coqueteando, estoy siendo amable, teniendo una conversación completamente normal.- le conteste molesto, con ganas de darle con la bandeja que traía entre sus manos.- mejor aun, porque no te cuidas, que ya se que Teo te tiene unos inmensos celos.
ESTÁS LEYENDO
Querido chico rubio
RomansaLos días de preparatoria eran normales para Thomas Wolves, hasta que un día en su casillero aparece una misteriosa carta de un desconocido que dice conocerlo de antes, y así cada mes recibe una carta sin llegarse a imaginar quien pueda ser, ya que e...