capitulo 4

657 47 19
                                    


La fiesta de navidad parte 1

Thomas
Al llegar a casa vi un auto, el cual no dude en saber quien era. Era mi señor padre. El se señor Edward Wolves.

Corrí hasta llegar a mi casa, donde papá estaba sentado leyéndoles a Kaori y Lizht; y en la cocina estaba mi hermana mayor, Johana.

-Que sorpresa, no- dijo Johana cruzada de brazos detrás de mi. Sonriendo.

-Lo se- respondí sonriendo- ¿todavía no llega mamá?

-No, aun no. Y no creo que le agrade su visita- dijo haciendo una mueca de fastidió- no se porque lo odia tanto.

-Ni yo, pero que recuerde lo empezó a odiar hace poco- dije extrañado, cruzando mis brazos en forma de duda. Yendo a la cocina para hablar mas en privado.

-Creo que fue hace año y medio o dos- dijo dándome la espalda, mientras hacia la cena

-... Hace, ¿hace año y medio?- pregunte nervioso, tragando saliva
-Si, fue cuando tu volviste o eso creo- dijo limpiando sus manos, tomando asiento cerca de mi.

-Eso es extraño, ¿no?- dije riendo de manera extraña, los nervios no me dejaban.

-Tom, ¿paso algo hace año y medio?- pregunto mi hermana con una seriedad que jamás había visto; tomando mi mano para darme tranquilidad.

-No paso nada, te lo juro- dije serio, aguantando los nervios y ganas de llorar. No parecía convencida pero acepto lo que le dije.

-Bueno, esta bien mi pequeño- dijo dándome un abrazo. Era un bello momento hermano y hermana, hasta que un golpe se oyó.

-Tu que rayos haces aquí- grito una voz furiosa. Nosotros salimos apresurados de la cocina hacia la entrada donde estaba mamá muy furiosa.

-Vine, vine a ver a mis queridos hijos- dijo mi padre abrazando a Lizht y Kaori- y a ver si Thomas quería quedarse conmigo en las vacaciones.

Mi padre. Un hombre alto de unos 1.92 mts. Si bastante alto. Cabello un poco largó y rubio, igual que yo; ojos verdosos y tez pálida. El es ruso y mi madre es Europea. Mi padre tiene 43 años y hace poco se volvió a casar con una mujer muy linda. El sabe lo que paso en aquel entonces, decidió no decirle a mi madre para no preocuparla mucho. Además es un padre fundashi.

-Claro- respondí de inmediato muy emocionado.

-Claro que no- respondió mi madre al instante con el ceño fruncido- cuando el volvió ya no era el mismo.

-obvio que no, madre- respondí de forma irónica- crecí, por eso cambie

-Andale Cristina, soy su padre se cuidarlo- dijo poniéndose a mi lado- además es decisión de el

-Como sea, pero lárgate ya- respondió subiendo las escaleras sin darle la cara.

-Entonces, ¿qué dices?- dijo mi padre sonriendo emocionado

-Ya voy, sólo arreglo la maleta- dije con una sonrisa subiendo a mi cuarto.

Subí a toda prisa a mi habitación, tome una maleta y metí mi ropa; después de un rato baje con la maleta en mano.

Querido chico rubioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora