Capitulo 8

553 43 10
                                        

Nick

Mamá, papá...- dije tratando de ser serio. Estaba feliz de que lo aceptaran con mi hermano y ahora me tocaba a mi- a... a mi me gusta un... un chico.

-... Gya~- grito mi madre emocionada, abrazándome y sacudiéndome- ¿Quién es?, ¿lo conozco?

Me sorprendió bastante la reacción de mi madre, se veía muy emocionada con el tema; y tanto mi papá como Damián estaban sorprendidos.

-Yo... esto... yo...- conteste sorprendido, con un poco de nervios y mis mejillas ruborizadas.

-Cariño ya suéltalo- dijo mi padre tratando de separarla, aunque a decir verdad pareciese que quisiera reírse.

-Bueno...- dijo soltándome y haciendo un pequeño puchero. Soltó un suspiro y se sentó al lado de papá- Damián, ¿hace cuanto que supiste que te gustaban los hombres?

-Creo que fue como en segundo de secundaria, cuando conocí a...- dijo mi hermano sonriendo un poco melancólico; no alcanzó a terminar porque mamá lo interrumpió.

-Aquel chiquillo pálido- dijo entusiasmada- ¿Qué paso con el?

-¿Quién sabe?-suspiro- no lo he visto desde hace mucho...- dijo melancólico.

-¿Qué chico?- pregunte un tanto curioso. Nunca supe que Damián estaba enamorado o algo así.

-Ah, pues...- dijo sonriendo- lo conocí en segundo y el en primero de secundaria. Era un chico rubio, de ojos grises y piel pálida.

-Oh~ eso es...- dije emocionado, pero después me di cuenta que esa descripción iba perfecta a Thomas- es genial.

Esa descripción que Damián hizo de aquel chico es igual a la de Thomas, tal vez sea una coincidencia o tal vez no.

-Ah...¿Cómo se llamaba ese chico?- pregunta mamá recargándose en su mano.

-Se llama Thomas- respondió alegre y energéticamente... espera, dijo Thomas.

-D-dijiste Th-Thomas- respondí sorprendido, casi tartamudeando.

-¿Hay algún problema?- pregunta mi hermano curioso ante tal acto mío.

-No, claro que no- respondí nervioso- voy, voy a mi habitación.

Subí rápidamente y cerré la puerta con seguro. Corrí hasta la cama y me deje caer, me senté abrazando una almohada.

Sera ese Thomas, mi Thomas; puede que sea coincidencia, pero que sea rubio, con ojos grises y piel pálida y que además se llame Thomas es demasiada coincidencia; no puede ser.

Me levante y fui al baño; llene la bañera de agua, me desvestí y me metí a seguir con mis pensamientos.

Thomas

Salí de bañarme y baje a la sala, sentándome en un sofá frente a un gran telelevisor.

-Thomas, ¿Quieres chocolate caliente?- pregunta Catherine amablemente

-Si, por favor- conteste alegre. Después de varios minutos llego con tres tazas, sentándose en el otro sofá.

-¿Ese chico te gusta?- pregunta mi padre curioso, y a la vez entusiasmado.

-Por cierto- dijo Catherine interrumpiendo a papá- ¿tu mamá sabe que eres gay?

Hubo un extraño silencio, que después de un momento tuve que romper.

-Pues-suspire- aún no lo se, creo que no- dije sin despegar los ojos de la taza.

-Y, ¿como lo supiste tu cariño?- pregunto Catherine a papá, tomando su mano.

Querido chico rubioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora